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Meri Pita: “La ciudadanía valorará si los pactos en Gran Canaria han incidido en los resultados de Podemos”

La secretaria general de Podemos en Canarias, Meri Pita (Alejandro Ramos)

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

La diputada en el Congreso por la provincia de Las Palmas y secretaria del partido en Canarias, Meri Pita, ha presenciado en las últimas semanas una segunda constitución de las Cortes y forma parte de un proyecto que pide “cambio” para España. Aunque está convencida de que Rajoy será el próximo presidente del Gobierno, apunta que la suma para un pacto de izquierdas sigue dando si el PSOE lo quisiera.

Además de unas segundas elecciones, su formación ha vivido en los últimos meses en Canarias confrontaciones políticas entre algunos miembros del partido que incluso han pedido su dimisión. Pita asegura que los cargos públicos de Podemos no son sino “carteros de los ciudadanos que se deben a las asambleas y que tienen que dar cuenta de lo que hacen y recibir las directrices”. Insiste en que conforman un proyecto colectivo y que su máxima siempre será respetar el código ético.

Una encuesta abierta a la ciudadanía analizará los pactos que la formación morada tiene en Gran Canaria y ayudará a comprender si estas alianzas incidieron positiva o negativamente en los resultados de junio.

P: Recientemente ha presenciado una segunda constitución de las Cortes. ¿Cómo lo ha vivido esta vez?

R: Casi con la misma expectación, las mismas ganas y la misma ilusión y también, cómo no decirlo, con la misma decepción. Es decir, volvemos a unas Cortes donde desgraciadamente a través de, evidentemente del voto, vuelve a ser mayoría el partido que para nosotros es el paradigma de la corrupción, de la desigualdad en España, y representa todo aquello contra lo que luchamos: la precariedad, la austeridad , la desigualdad, la pobreza… Que haya ganado nos tuvo en estado de shock, que el pueblo español haya ratificado a ese partido que, no lo decimos nosotros sino un auto de la Audiencia Nacional, es el paradigma de la corrupción, se plantea uno que hay que hacer mucha pedagogía social.

P: ¿Qué cree que va a pasar en esta segunda vuelta?, ¿no hay otra opción a Mariano Rajoy?

R: Hay una opción a Mariano Rajoy, pero el PSOE no quiere asumir esa opción de izquierdas, parece ser que todo se confabula para que Podemos no pueda estar en un Gobierno de progreso. Supongo que porque marcamos una línea clara, diferenciada de las políticas del continuismo. Fue así el 20 de diciembre, hubo un pacto con Ciudadanos que hacía de cortafuegos a una posible alianza con Podemos, porque era sobre la base de un programa de derechas, que es el que representa Ciudadanos y está más en concordancia con el PP que con un programa de cambio real. Así que el PSOE ahora vuelve a inhibirse alegando que Rajoy ha ganado, pero sí que a nosotros nos siguen saliendo las cuentas. En cualquier caso, no nos corresponde a nosotros, eran ellos los que tenían que tomar la decisión y ahí estamos. El PSOE parece que no se ha dado cuenta de que no va a poder gobernar sin esa unidad con Podemos. Tenemos cinco millones de votos, estamos a poquitos, a un puñado de votos de ellos y todavía siguen tratándonos como si fuéramos una fuerza supletoria, que no lo somos en absoluto.

P: ¿Habrá terceras elecciones?

R: Yo las descarto, creo que en este momento no. Al PP sí que le interesaban unas segundas elecciones y ahora ha mirado con perspectiva. Ya vimos que desde el 21 de diciembre a Rajoy se le leía en los labios aquella conversación con Cámeron de “vamos a unas segundas elecciones”, ya lo tenían previsto, pero esta vez no creo que les salga bien la operación. Esta vez tendrán que gobernar y lo que ha salido de la constitución de la Mesa de diputados el otro día era claramente un pacto. Ahí se vio quiénes eran las patas de esa mesa. Se vio al PNV, la abstención de esos nacionalistas. Al final, las contradicciones no eran las del 20 de diciembre de que España se rompe desde el punto de vista de la regeneración de las nacionalidades. Ahí lo que se imponen son los criterios económicos, las políticas económicas y en eso tienen la misma matriz PNV, Convergencia y el PP: neoliberalismo, austeridad, precariedad laboral y esa es la contradicción principal, donde se han puesto de acuerdo y probablemente el Gobierno vaya por ahí.

P: Y en cuanto a los resultados de Podemos en Canarias, ¿ha sido positiva la alianza con IU?

R: Sí, yo creo que con carácter global. En el análisis global hemos perdido pocos votos, pero en la proyección que teníamos (ese millón de votos famoso) teóricamente nos correspondía y en Canarias perdimos ese porcentaje también. Con una peculiaridad como siempre, aquí no subió la abstención como en el resto del Estado, aquí subió la participación 7 puntos en la provincia de Tenerife y casi cuatro en la de Las Palmas. Eso quiere decir que, en el diferencial, nosotros debimos perder más que la media estatal y no fue así. O sea, que en esa caída generalizada que tenemos, nosotros nos mantenemos de alguna manera.

Sí que nos preocupa muchísimo Gran Canaria, porque es el pulmón de Podemos en Canarias. En la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria gobernamos en un pacto y también en el Cabildo. Estamos haciendo una valoración pausada y tranquilamente y una encuesta necesaria para ver si ha incidido o no esa gobernanza que tenemos en esas entidades positiva o negativamente en los resultados.

A nadie se le esconde que hemos tenido en el Cabildo discrepancias con el programa, diferencias políticas con el grupo de Podemos, como el tema del nepotismo. Nosotros creíamos que con los nombramientos no podíamos caer, como habíamos criticado toda la vida al PP. También el asunto de las cabras, en fin, varias cosas que son cuestiones que se apartaban de lo que era el programa de Podemos. En el Ayuntamiento, también estamos visualizando si hemos trasladado bien el mensaje, porque ahí sí que hemos hecho un desarrollo más amplio de la Ley 25, a través de la concejalía de Asuntos Sociales que llevamos.

P: En líneas generales, ¿está más contenta con el balance en el Cabildo o con el del Ayuntamiento?

R: Eso lo arrojará ahora la encuesta interna que se está haciendo. Nosotros vamos a encargar una encuesta abierta para que la ciudadanía valore tanto uno como otro pacto. Somos una herramienta de participación ciudadana y podrán participar no sólo los inscritos, sino con carácter general.

Aparte, está la valoración que tenemos que hacer los órganos de la organización y valorar también políticamente todos estos hechos. Aún insisto en que tenemos un resultado excelente que nos consolida, no como una fuerza supletoria, sino al contrario, que estamos por arriba del 20% y, por tanto, sabemos que somos el factor del cambio dentro de lo que es la política en el Estado.

P: ¿La marcha de Victoria Rosell también se ha notado en los resultados electorales?

R: Hay quien nos pregunta si nos perjudicó o nos ayudó. El balance es que no creo que influyera mucho el tema, ni que nos perjudicara, como piensan algunos que ganó Soria en esta batalla, ni que nos beneficiara. Creo que somos capaces de trasladar que somos un proyecto colectivo.

P: Hay candidatos de IU que han dicho que no se sienten tan representados en las listas. ¿Fue un error que, por ejemplo, en el caso de Las Palmas fuera el candidato de IU en el número siete?

R: No, porque era en función de lo que se aportaba. El reparto se hizo de una manera casi empírica. Nosotros aportábamos a esta confluencia 230.000 votos e IU 30.000. Ellos no tenían cargos en Canarias y le dimos el puesto al Senado por Lanzarote. Eso fue una negociación centrada a nivel estatal entre ambas fuerzas. Yo lo que sí que creo es que no se metabolizó bien el proceso de confluencia. Quizás con IU esa confluencia a última hora, que Cayo Lara dijera que iba a votar con la nariz tapada tampoco ayudaba, pero bueno, yo sí que creo que fue beneficiosa y que ese ha de ser el camino. Si le estamos diciendo a la gente que podemos gobernar juntos por qué no podemos ir juntos en el proceso electoral.

P: Entonces, ¿pudo haber boicot por parte de dirigentes de IU ?

R: Quiero pensar que no fue así, que no fue un boicot dirigido. Además, el candidato de aquí es un compañero de brega en el mundo sindical, al igual que el compañero de Tenerife. No creo que fuera un factor determinante para la bajada de voto. Yo creo que confluyeron varios factores.

Lo que sí que fue un factor determinante, porque ya hemos hecho una encuesta estatal postelectoral, es que los votos que no fueron a Podemos no se fueron a ninguna otra fuerza. Es decir, el ciudadano que nos votó en diciembre y que no nos votó en junio no se fue a otras fuerzas. Fue por múltiples motivos: algunos porque el proceso de unidad no lo vieron con claridad; otros creyeron que la campaña no sembramos certidumbre; otros pensaron que no estamos preparados para gobernar... Aún así, insisto en que seguimos estando por encima de los cinco millones de votos.

Los que sí que perdieron diputados y fuerza institucional en las pasadas elecciones fueron Ciudadanos y el PSOE. Parece que el foco se pone siempre sobre Podemos. Siempre soportamos un foco crítico de lupa de aumento muy por encima del resto de partidos. Eso no está mal para nosotros porque nos permite estar en guardia siempre y con la tensión política necesaria.

P: ¿Hubo campaña del miedo también en Canarias?

R: Sí. Aquí con más incidencia porque esa movilización del voto que te decía antes. Esa diferencia de la abstención del resto del Estado a la participación aquí, fue una activación del voto de la derecha.

Evidentemente el tema de Venezuela, el miedo a “vienen los chavistas” se extiende más. Por la vinculación que hay quizás. Sin embargo, el miedo lo tenemos ahora porque estamos asustados de ver cómo se asalta la caja de la seguridad social, vienen multas y más restricciones, vuelven a decir que viene otra reforma laboral… El miedo lo estamos viviendo ahora, lástima que sea a toro pasado. Eso ocurre porque en las campañas electorales no se dice la verdad a la ciudadanía y se manipula muchísimo.

P: ¿Con el Senado qué ha pasado?, han perdido en Canarias los dos senadores que lograron en diciembre…

R: En el Senado siempre bajan en votos todas las organizaciones políticas, no íbamos a ser menos. La gente no cree mucho en esa Cámara, no le da la importancia real porque es verdad que hay que cambiarla, pero hay que hacerlo desde dentro.

Esta vez, la campaña la hizo la senadora que salió. En diciembre la hizo Pepe el Uruguayo y no salió elegido él, sino la compañera María Alemán. Y bueno, pues la bajada de votos es en la misma proporción que en el Congreso de los Diputados. Siempre bajan los votos quizás porque la gente entiende que es una Cámara superflua. Nosotros sí que creemos que los países avanzados tienen dos cámaras y hay que mantenerla, pero hay que darle la vuelta y convertirla en una verdadera herramienta y no en un lugar donde viene la gente a aforarse para no pasar por los tribunales, que es lo que está haciendo El PP, que igual que el PSOE han tenido la oportunidad cambiarlo y no lo ha hecho.

P: Y esta vez, entonces la campaña la hizo María Alemán ¿por ser la candidata que salió en diciembre?

R: El comité de campaña siempre lo conforma un senador por isla. La campaña de imagen sólo la hace uno, en diciembre la hizo Pepe el Uruguayo y ahora la ha hecho María Alemán porque ganó ella.

P: Pero José de León (Pepe el Uruguayo) ha mostrado su malestar en algunas asambleas y ha dicho que no se ha sentido representado, pues lo han dejado fuera de la campaña.

R: Sí, pero yo no lo oí quejarse en diciembre. En primarias ganó María y ella tenía que haber hecho la campaña en diciembre y no la hizo. Yo creo que lo de José de León y el equipo Brito es parte de que desde el minuto cero llevan una contienda con la dirección de Podemos, que yo creo que deberían hacérselo mirar. Tantas críticas y si tan mal lo hacemos igual es que están equivocados de partido, igual deberían estar en otra organización porque tan mal no lo podemos hacer. Yo no les oí hacer una crítica el 20 de diciembre cuando sacamos tres diputados y sí que buscaron la foto.

P: ¿Cree que se puede solucionar esta disputa interna?

R: No hay disputa interna. Yo creo que se intenta escenificar una disputa interna que no es real. Desde las dos semanas de salir la dirección autonómica estamos recibiendo críticas por parte del señor Brito y de su entorno y bueno, pues insisto en que lejos de que hagamos todo perfecto cometemos errores y más si es una herramienta de participación nueva. Claro que en ese camino nuevo que abrimos cometemos errores, pero fundamentalmente la tarea que tenemos es cumplir y hacer cumplir el código ético y eso es una tarea de responsabilidad seria.

Han trazado un ataque a la organización, al órgano de coordinación autonómico, que para nosotros no tiene mucho sentido, pero que ha sido de forma insistente. Lo han hecho muchas veces vulnerando los principios de Podemos, que son las asambleas, y nos están acusando de que no se están celebrado asambleas.

P: ¿No se han quedado paralizadas las asambleas desde que se constituyó Podemos?

R: En absoluto. Desde mayo de 2014 que se abre la estructura del partido a través de los consejos ciudadanos municipales y autonómicos. Hemos celebrados cientos de asambleas durante todos los procesos en el Archipiélago. Creo que somos el partido referente en cuanto a transparencia y participación, eso no nos lo puede negar nadie. Nosotros cumplimos con las herramientas que tenemos de participación porque eso es lo que nos diferencia. Las críticas son buenas siempre que se encaucen dentro de los procesos y protocolos de que nos dan. Lo que acordamos en Vista Alegre es que la estructura que nos íbamos a dar era muy horizontal.

P: Pero Podemos es una organización muy diversa, caben distintos tipo de opiniones, entonces ¿puede que estas discrepancias surjan de ahí?

R: Sí, nosotros somos una absoluta mixtura. Hay gente que viene de la nada, que no ha estado nunca en política y otros que pertenecen a organizaciones sociales, del 15M, organizaciones sindicales… que representa ese respeto a la convivencia y al marco programático que aprobamos nosotros mismos. Tiene que haber respeto a esos marcos orgánicos que están conectados transversalmente por el código ético que nos diferencia de los demás.

No hemos venido aquí para convertirnos en un partido político al uso, hemos venido a romper todo ese esquema de la partitocracia. Hemos venido a impugnar un sistema que está condenando a una mayoría social a la pobreza y a la desigualdad en una sociedad muy avanzada. Que haya niños y niñas que se acuesten aquí sin recibir las comidas básicas del día, en un mundo como este donde tenemos grandes escaparates, grandes centros comerciales… es de vergüenza. Esa es la tarea que tiene Podemos, darle la vuelta a esa situación porque hay riqueza y hay alimentos para que todo el mundo viva con dignidad.

Poner al ser humano en el centro, como un elemento con derechos y no como una mercancía, que es lo que trata de hacer el neoliberalismo. Y bueno ese es el esquema fundamental que nos diferencia de los partidos que sirven a esa ideología y que nos condenan a esto.

P: Pero, ¿puede que después de las cuatro elecciones por las que ya ha pasado Podemos se marquen otro rumbo o que se replanteen cosas?

R: El partido tiene previsto otro Vista Alegre, porque ahora tenemos que recapitular en todo este proceso que estamos haciendo: dónde hemos errado, dónde hemos aceptado, cómo ajustamos nuestra herramienta organizativa y participativa a los nuevos tiempos y tenemos que debatirlo entre todos y todas para seguir avanzando. El objetivo sigue siendo el mismo: alcanzar el Gobierno. No nacemos como una fuerza para reinsertarnos en un sistema ni somos el PSOE 3.0, ni la IU 3.0; somos una herramienta de participación abierta que quiere alcanzar el Gobierno para ponerlo al servicio de la ciudadanía.

P: Volviendo a las diferencias en el Cabildo de Gran Canaria. Además de con el consejero de Medio Ambiente, Juan Manuel Brito, también ha tenido disputas con otros consejeros como Miguel Montero. ¿Ahora mismo cómo está la situación?

R: En el Cabildo de Gran Canaria, el tema de Miguel Montero pues me abochorna un poquito la carta pública con ese encriptado. Supongo que a él mismo le habrá abochornado después de pasado, porque sí que hay mecanismos. Él pertenece a un Consejo Insular y hay una estructura a la que tiene que dirigirse y demás. La secretaría general coordina un órgano colegiado, no toma decisiones unipersonales y lo único que tiene es más responsabilidad porque así lo hemos decidido entre todos y todas. La responsabilidad de ser la portavoz y de que se cumplan los reglamentos, protocolos y normativa que nos damos.

P: ¿Y han tenido la oportunidad de hablar después de estos últimos acontecimientos?

Nosotros hablamos a través de las asambleas. La asamblea de Las Palmas ya se celebró, los consejos también se han celebrado. Esto no es un tema personal. Lo que hemos tenido en relación a los consejeros del Cabildo es un asunto político y programático. Nosotros hemos dicho que nuestros cargos públicos no son sino carteros de los ciudadanos que se deben a las asambleas y que tienen que dar cuenta de lo que hacen y recibir las directrices. Luego, el control político se hace a través de los consejos correspondientes. Y esa es la tarea que estamos haciendo y lo que tenemos que hacer. No desviarnos de ese concepto: no son un poder en sí, no sacas un cargo público y ya te constituyes. No eres sino un portavoz en una organización muy de base, muy ciudadana, que quiere el control por abajo y no por arriba. No se gana una oposición, es un cargo que te han votado para representar a una mayoría a la que te debes.

P: El tema de la suspensión de militancia a Juan Manuel Brito, ¿en qué punto se encuentra?

R: Está suspendido por un tema penal. Lo estará mientras esté el tema judicial, lo dice la orden de suspensión, que hasta que las previas se resuelvan. Si lo imputan tendrá que dimitir y si lo archivan se le levanta la suspensión. Así de claro.

P: En los consejos insulares sí que ha habido dimisiones, ¿se van a convocar primarias?

R: Sí, ha dimitido mucha gente. Se convocarán primarias seguramente. Yo no sé si serán primero las primarias o el Vista Alegre, pero eso ya se decidirá en el órgano correspondiente, pero sí, por supuesto. Esto es un trabajo absolutamente voluntario y es arduo, con una intensidad importante por los momentos históricos que vivimos políticamente y hay compañeros que han decidido que no, que no han podido compatibilizarlo con su trabajo, otros que han creído que esto era otra cosa. Es decir, por diversos motivos han dimitido, pero todos desde el ámbito personal.

P: ¿Ya hay planeadas fechas?

R: Se supone que después de los procesos electorales. No sabíamos que íbamos a ir a una segunda vuelta. Nosotros nacimos en este proceso electoral como herramienta y por eso nos planteamos, una vez llegados a este punto, el tema de ir a una asamblea estatal. Vamos a ir viendo las fechas y en función de eso avanzaremos, o serán antes o después las primarias, pero se harán seguro.

P: Cree entonces que Podemos sigue teniendo futuro a pesar de las disputas históricas de la izquierda?

Nosotros creemos desde el minuto cero y por eso hicimos un código ético transversal para diferenciarnos claramente y desde luego aprender. Queremos que los ciudadanos nos conozcan por lo que hacemos. Por eso, no nos gustan las etiquetas: si somos de izquierdas o de derechas, si somos socialistas o comunistas…

Si defender a la ciudadanía contra los desahucios y los abusos de la banca es ser de izquierda, pues somos de izquierda. Si defender que tener un sueldo digno con un trabajo digno es ser de izquierda, lo somos. Nosotros queremos que se nos conozca por nuestros actos, porque hay palabras que están muy usadas ya, muy devaluadas. ¿Ser de izquierdas es ser del PSOE?, pregunto, porque no creo que sea eso lo que demande en estos momentos los ciudadanos.

La ciudadanía sabe que no es justo que mientras una pequeña minoría se enriquece, la inmensa mayoría pasemos, que no es justo que a más trabajo tengas menos sueldo o que te contraten por media jornada y trabajes doce horas. No es justo que haya niños que se acuesten sin tener sus necesidades cubiertas. En Canarias tenemos un PIB que está entre los siete primeros del estado, la riqueza que generamos entre todos y todas. O sea, que dinero hay, el problema es el reparto de ese dinero. Ahora mismo tenemos un año turístico de excelencia, ¿dónde se ingresa eso?, porque, sin embargo, los trabajadores son cada vez más pobres.

P: ¿Tiene las mismas ganas e ilusión que con la que empezó?

R: Sin duda. Han intentado envejecernos, llevamos dos años nada más, somos una organización tremendamente joven, pero hay parte de un sistema que nos mira con temor, porque saben que venimos a socavar su propia matriz y su propia génesis, que son las políticas económicas. Sin embargo, ni con esas hemos perdido ni un ápice de la conciencia de que se puede vivir de otra manera y que es una cuestión de decisiones políticas que deben adoptarse para sacar a la mayoría social de la pobreza.

P: ¿Cómo cree que será su etapa en el Congreso si finalmente van a la oposición?

R: Tenemos la conciencia de que no vale sólo con el poder institucional que tenemos, hay que ganar en la calle. No somos sino la avanzadilla de esa movilización social que tiene que darse para luchar contra estas propuestas económicas que nos siguen incidiendo desde Europa, desde el FMI y desde la Troika, que nos están arrastrando.

De ahí que Pablo Iglesias haya dicho que Podemos algún día va a gobernar y que si tarda, España estará peor…

R: Nuestra intención por llegar al Gobierno cuanto antes no era un objetivo por un tema de adquirir poder social, sino por querer cambiar las cosas.

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