Marruecos también apunta a los fondos marinos de la futura “revolución verde”

Zona objetivo de la campaña DRAGO 0511; marcados los distintos montes submarinos: Bimbache, The Paps, Echo, Tropic y otras elevaciones menores. Imagen del IEO.

José María Rodríguez / Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

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La decisión de Marruecos de establecer por ley sus límites marítimos e impulsar la ampliación de su plataforma continental puede impactar directamente sobre los planes de España para administrar una vasta extensión del Atlántico al suroeste de Canarias, rica en valiosos minerales.

Más allá de la controversia que suscita el hecho de que Rabat incluya en su mar territorial las aguas del Sahara, las 350 millas a las que aspira pueden llevarle a reclamar, como hace España, la titularidad de los recursos naturales de Tropic, un monte submarino con las mayores reservas conocidas de varios minerales que serán claves en la “revolución verde” que está por venir, imprescindibles para fabricar los paneles solares y coches eléctricos.

Al presentar este lunes las dos leyes sobre las fronteras maríticas al Parlamento de su país, el ministro marroquí de Exteriores, Naser Burita, reconoció la posible colisión con las aspiraciones de otros países respecto a su deseo de ampliar la plataforma continental a 350 millas, pero añadió que se podría pensar en “zonas de cogestión y coexplotación en lugar de ser de soberanía”.

También apuntó otra clave que deberá ser interpretada respecto a cómo espera establecer los límites con Canarias: Marruecos, dijo, se basaba hasta ahora “en la línea mediana, pero este principio no vale cuando tienes en frente una isla. En este caso se aplica el principio de equidad. Si uno tiene 750 kilómetros de costas y el otro 10 kilómetros no se puede aplicar la línea mediana. Aquí entra el principio de equidad (...) Marruecos no se inventó estos nuevos principios. Ya existían en los acuerdos internacionales, solo que Marruecos no los tomaba en cuenta en sus antiguas leyes”.

Estas son diez cuestiones claves en la controversia que se puede suscitar en torno a esa monte submarino situado a poco más de 250 millas (463 kilómetros) al suroeste de El Hierro.

1) ¿De quién es el mar?

La Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 dispone que todo país puede ejercer su soberanía sobre las doce primeras millas de mar (22 kilómetros) medidas a partir de su costa. Es el llamado “mar territorial” y, en él, cada Estado es soberano sobre el espacio aéreo, el agua, el suelo y el subsuelo.

De las doce a las 200 millas (22 a 370 Km), cada país puede establecer su zona económica exclusiva (ZEE) en el que es soberano para explorar, extraer, conservar y administrar los recursos naturales del mar y el subsuelo (incluyendo seres vivos, minerales y energía).

Y, en tercer lugar, cada Estado puede solicitar a Naciones Unidas la ampliación de su plataforma continental para extender sus derechos sobre el subsuelo marino hasta las 350 millas (648 Km), en un procedimiento reglado que requiere de informes oceanográficos, geográficos y jurídicos.

2) ¿Qué ocurre si la petición de un país se solapa con la de otro?

Se abre una negociación entre los países interesados. Generalmente se establece una mediana equitativa que separa las aguas asignadas a cada país. El sistema prima los acuerdos entre Estados, pero el procedimiento también puede terminar en una corte internacional.

3) ¿Cómo se reparten España y Marruecos las aguas entre Canarias y África?

Entre el archipiélago español y la costa de Marruecos no hay la distancia suficiente para que cada país se reserve 200 millas de ZEE. Sin un acuerdo formalmente aceptado por ninguno de los dos países, hasta el momento Madrid y Rabat han respetado una mediana imaginaria que delimita las aguas de cada país y que ambos han asumido tácitamente en momentos clave, como en 2014 y 2015, cuando Marruecos autorizó prospecciones petrolíferas marinas en su lado de esa línea imaginaria y España hizo lo propio en el suyo.

4) ¿Qué pasa con el Sáhara Occidental y sus aguas?

Es motivo de una fuerte controversia desde hace décadas. Para Naciones Unidas, desde 1960 (cuando todavía era provincia española) es un territorio en proceso de descolonización. Está ocupado desde 1975 por Marruecos, que lo considera parte de su país a todos los efectos.

Más allá del contencioso histórico con el Frente Polisario y la denominada República Árabe Saharaui Democrática, que rechazan de plano tal anexión, esa postura de Marruecos ha chocado varias veces contra instancias internacionales. En 2018, por ejemplo, el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea falló que el acuerdo de pesca entre Bruselas y Rabat no puede aplicarse a las aguas del Sahara Occidental, porque “el territorio del Sáhara Occidental no forma parte del territorio del Reino de Marruecos” .

Las dos leyes aprobadas este lunes inicialmente por la Cámara de Representantes del Parlamento marroquí (Cámara Baja) incorporan de forma jurídica las aguas del Sahara al mar territorial de Marruecos.

5) La ampliación de la plataforma de Canarias

En 2014, España solicitó a la ONU ampliar la plataforma continental de Canarias a 350 millas, lo que dejaría bajo su jurisdicción un territorio marítimo adicional de 220.000 kilómetros cuadrados (equivalentes a casi la mitad de la extensión de la España continental, que ronda el medio millón de Km2).

Madrid ha presentado informes científicos para sostener sus alegaciones, en el sentido de que el espacio de océano situado al oeste y suroeste de El Hierro no pertenece al contienente africano, sino que es una prolongación natural de Canarias, con múltiples montes submarinos formados por el mismo vulcanismo que hizo emerger a las islas.

En su petición a la Comisión sobre los Límites de la Plataforma Continental (CLPC) de Naciones Unidas, España ya manifestaba que su propuesta podía solaparse por el norte con la que hiciera Portugal desde Madeira, aunque también adelantaba que tanto Madrid como Lisboa eran proclives a negociar un acuerdo.

En cuanto al problema del sur, la petición eludía mencionar a Marruecos, con esta fórmula: “La posible extensión de la plataforma continental española podría superponerse con una eventual ampliación más allá de las 200 millas marinas de la plataforma continental del margen continental saharaui”.

6) ¿Qué respondió Marruecos?

En 2015, su representación ante Naciones Unidas dijo que tomaba nota de la petición española, pero también advertía de que afectaba a áreas situadas entre Marruecos y España “que aún no han sido delimitadas” y rechazaba cualquier solución “unilateral”. Y dos años después registró su propia petición de ampliación a 350 millas.

7) ¿Qué hay en esa zona del Atlántico?

Entre otras cosas, decenas de montes submarinos, muchos de ellos descubiertos en las últimas décadas. Buena parte de ellos son conocidos como “Las Abuelas de Canarias”, porque los formaron los mismos procesos geológicos que las islas, millones de años antes. Algunos de los más importantes, como The Paps, Echo, Drago o Bimbache, están en las 200 millas españolas. Pero queda Tropic.

8) ¿Qué es el Tropic?

Es un antiguo volcán que se eleva desde el lecho del océano, a más de 4.000 metros de profundidad, hasta 1.100 metros de la superficie. De los grandes montes submarinos de esa zona, es el único que está más allá de las 200 millas españolas; a 250, concretamente. En 2016, una expedición británica con colaboración española, la James Cook 142, descubrió que buena parte del monte está recubierto de costras de ferromanganeso con altos contenidos de metales muy apreciados en la alta tecnología, como el telurio o el cobalto, entre otros.

9) ¿Cuál es su tesoro mineral?

El equipo británico que estudió esas costras sostiene que puede tratarse de la mayor reserva de telurio conocida en el mundo, de unas 2.600 toneladas. El equivalente al 10 % de las reservas mundiales de ese mineral, casi imprescindible para fabricar paneles solares. Por eso Bruselas lo incluye entre las materias primas que considera formalmente “estratégicas” para la Unión Europea. Su precio en el mercado fluctúa entre 200 y 500 dólares por kilo.

“Science” ha traducido en uno de sus últimos número la dimensión de esa reserva de minerales: Solo Tropic alberga cobalto suficiente para construir 277 millones de coches eléctricos (54 veces la flota mundial actual de esos vehículos) y telurio bastante para fabricar paneles solares que cubrirían por sí solos la mitad del consumo de electricidad del Reino Unido, la séptima potencia económica del planeta.

10) ¿Se puede explotar?

Sí y no, o no por ahora. Y esa respuesta vale tanto para cuestiones jurídicas, como técnicas. La ONU todavía no ha aceptado la petición española ni la marroquí, lo que dificultaría cualquier petición de explotación, pero formalmente esas siguen siendo aguas internacionales, y la Autoridad Internacional de Fondos Marinos podría considerar y otorgar un permiso.

La minería marina a grandes profundidades es una industria en desarrollo, casi naciente, pero de la que ya existen algunos ejemplos en el Pacífico. En el caso de Tropic fuera explotable, algo que está por ver, también habría que evaluar el impacto ambiental de esa actividad. Y destacados grupos científicos -entre ellos, miembros del equipo de la misión que descubrió el telurio- han pedido que ese monte submarino sea protegido internacionalmente, por sus hábitats de corales y por ser una zona de cría de los calamares gigantes. EFE

Fuentes: Solicitud de España a la ONU de ampliación de la plataforma de Canarias (2014); respuesta de Marruecos (2015); respuesta por escrito del Gobierno español a la diputada de Cs en el Congreso Melisa Rodríguez sobre el monte Tropic (2017) y artículo “Canarias y la previsible ampliación de su plataforma continental: el difícil equilibrio entre España, Marruecos y el Sahara Occidental”, de Rafael García Pérez, profesor de la Universidad de Santiago de Compostela (“Revista de Estudios Internacionales Mediteráneos”, junio de 2019).

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