Huevos ecológicos de Isonorte: un compromiso social y ambiental

La granja avícola Tierra Fuente de la Fundación Isonorte, ubicada en La Galga, en Puntallana, es la única de La Palma con certificación del Consejo de la Producción Ecológica de Canarias y da empleo a 16 personas en riesgo exclusión social. “Los fines de Isonorte Empleo SLU son emprender acciones económicamente viables, ambientalmente sostenibles y socialmente beneficiosas”, ha explicado a La Palma Ahora Carlos Pérez Hernández, gerente de la empresa. “De lo que se trata, principalmente, es de generar empleo para personas en exclusión social de La Palma y que las actividades en las que se genera ese empleo reduzcan el impacto de la acción humana sobre el medio: uso sostenible de suelo agrícola (granja de gallinas) y reducción de los residuos generados (recogida y venta de ropa y materiales de segunda mano)”, añade.

La explotación avícola Tierra Fuente, que se puso en marcha en 2002 y posee una extensión de unos 10.000 metros cuadrados, tiene seis gallineros “en los que las gallinas cuentan con parques para moverse libremente, con el espacio que marca la legislación”, subraya. Además, dispone de una planta de producción de compost que pretende “eliminar la gallinaza generando compost para su venta, y de terreno donde se planta forraje para complementar la dieta de las aves”.

En la actualidad, la explotación tiene censadas 1.589 gallinas con una producción de 538 huevos diarios. “Esta cifra varía en función de las condiciones ambientales a las que están sujetas las gallinas, ya que se mueven libremente, no se encierran para controlarles la temperatura ni la humedad”, precisa. La alimentación base de las aves es pienso y millo ecológicos y forrajes (alfalfa y otros aportes vegetales) producidos en la explotación.

Los huevos de la granja Tierra Fuente se comercializan en La Palma en herbolarios y tiendas de productos ecológicos. En Tenerife, además de en estos establecimientos, se vende especialmente en el Corte Inglés.

El huevo ecológico de Isonorte tiene un precio superior al huevo convencional, 0,39 céntimos la unidad. “En La Palma su consumo ha experimentado un pequeño aumento, pero el hecho de que sea un producto con un precio más elevado -la alimentación es más cara y hay que importarla de la península, la reglamentación de producción ecológica marca un número de gallinas por metro cuadrado para procurar su bienestar etc.) y que la situación económica de la población de la Isla es precaria, han impedido que su aumento sea mayor”, puntualiza Pérez Hernández. “No obstante, la mayor concienciación de la sociedad respecto a lo que se come y cómo se produce, ha posibilitado este pequeño incremento”, apunta.

Esta iniciativa de la Fundación Isonorte ha contado desde su puesta en marcha con respaldo institucional, pero, destaca Carlos Pérez, “echamos en falta una mayor observación y aplicación por parte de la Administración (Cabildo, ayuntamientos y Gobierno Autonómico) de la nueva ley de contratación pública, que obliga a las administraciones a hacer reserva de contratos para empresas de inserción y centros especiales de empleo”. “El Cabildo de La Palma y el Gobierno autonómico, en sus presupuestos para 2018, tienen aprobados porcentajes para estas reservas de mercado pero en la fecha actual no se ha tramitado ningún contrato de los que obliga la ley”, afirma el gerente de Isonorte Empleo. Recuerda que “en 2018, en La Palma, solo el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane ha sacado una licitación reservada a empresas de inserción, que ha permitido que podamos generar empleo para seis personas, cinco de ellas en riesgo de exclusión social, provenientes de los servicios sociales municipales”. “Esto se ha logrado con un solo un contrato reservado, así que si el resto de administraciones se decidiera a dar cumplimiento a la ley, la cantidad de personas en exclusión social que encontraría un puesto de trabajo sería muy considerable, dando una salida a este porcentaje de población que en la Isla pareciera ser que es imposible de reducir”, concluye.