Una jornada técnica analiza la cochinilla mejicana que arrasa las tuneras de La Palma
La Dirección General de Agricultura del Gobierno de Canarias, en colaboración con el área de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo palmero, ha organizado una jornada técnica sobre la cochinilla de las tuneras (Dactylopius opuntiae) que, detectada en la Isla en 2010, está arrasando a la citada planta en La Palma. El encuentro, programado por la Dirección General de Agricultura del Gobierno de Canarias en colaboración con la Consejería de Agricultura Ganadería y Pesca de la primera Corporación insular, tendrá lugar en la Central Hortofrutícola de la Isla el próximo 3 de noviembre.
En la citada jornada se abordará la ponencia Las tuneras en Canarias: biología, distribución, importancia económica y situación actual. Correrá a cargo de Alfredo Betancort, director del Jardín Botánico de La Orotava.
También está prevista la conferencia titulada Identificación, biología e incidencia de la cochinilla de la tunera en Almería. Será impartida por María Dolores Alcázar Alba (Laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Almería).
Por su parte, Francisco José González Zapater, director general de Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura del Gobierno de Murcia, disertará sobre Recomendaciones para el control de la cochinilla de la tunera y su incidencia en Murcia.
La jornada concluirá con un coloquio, que se desarrollará entre las19:00 y las 19:30 horas, moderado por Antonio González Hernández, jefe de servicio de Sanidad Vegetal de la Dirección General de Agricultura del Gobierno de Canarias.
El biólogo-entomóloco Rafael García Becerra detectó la presencia en La Palma del reseñado insecto en el año 2010, en el municipio de Fuencalinete, en una ladera de la zona de Los Arreboles. Desde entonces, imparable, indicó recientemente a La Palma Ahora, se ha propagado, a un ritmo de dos kilómetros por año, por numerosos puntos de la Isla. Detalla que, en siete años, desde el aludido enclave del sur de la Isla, ha llegado a Los Llanos de Aridane y La Grama (Breña Alta).
Señala que, una vez en La Palma, “se ha metido en el ecosistema y es imposible de sacarlo” pues se ha hecho fuerte “en barrancos y en espacios abiertos, muy escarpados” donde “no se puede actuar”. Subraya que, para evitar estas plagas, “la única solución es controlar la entrada de plantas”.
Considera que “solo los particulares, limpiando y cuidando sus tuneras, podrán evitar que esta plaga se expanda en sus fincas”.
Con la desaparición de las tuneras, sentencia un vecino, aunque se trata de una especie exótica, no autóctona, “se perderán los tunos y toda la tradición, cultura y patrimonio asociados a la tunera y la cochinilla en la isla de La Palma”.
