La estrategia de alianzas de CC en Las Palmas naufraga: no logra ni la mitad de los votos a los que aspiraba

Fernando Clavijo firma el manifiesto "Un objetivo común, la defensa de Canarias". (EFE / Ángel Medina)

Iván Suárez

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Los resultados de las elecciones autonómicas envalentonaron a Coalición Canaria (CC). En la cita del 28 de mayo, la formación encabezada por Fernando Clavijo dio la vuelta a las encuestas que auguraban el sorpaso del Partido Popular (PP) y resistió subida a una ola reaccionaria en todo el país. Pese a perder votos y volver a quedar por detrás del PSOE, obtuvo 19 diputados, tan solo uno menos que hace cuatro años. Además, esa pérdida correspondía al escaño que logró la Agrupación Herreña Independiente (AHI), una fuerza de la que se había desligado formalmente en enero de este año, pero con la que, como se ha visto con posterioridad, sigue manteniendo estrechos lazos.

Los datos del 28-M no solo permitieron a CC regresar al Gobierno de Canarias, tras suscribir un pacto con el PP al que se han sumado AHI y la Agrupación Socialista Gomera, sino que, además, insuflaron optimismo en la formación de cara a las generales. Su cabeza de lista al Congreso por Las Palmas, María Fernández, llegó a vaticinar que los nacionalistas se harían con cuatro de los quince diputados del Archipiélago, dos por cada provincia. Ello hubiera supuesto doblar la representación en la Cámara Baja con respecto a 2019, cuando consiguieron uno por cada circunscripción. A aquellos comicios CC fue en alianza con Nueva Canarias, con quien se repartió el escaño de Las Palmas: dos años y medio para Pedro Quevedo (NC) y uno y medio para la propia Fernández.

Ese acuerdo con NC no se pudo revalidar para el 23 de julio por las exigencias de CC, que reclamaba unidad de voto en Madrid y apoyo a la investidura de Clavijo en las Islas. En cambio, CC suscribió el manifiesto Un objetivo común, la defensa de Canarias que aglutinaba a una decena de formaciones de distinto signo con el compromiso de sumar escaños en el Congreso y en el Senado. Solo uno, de nuevo la AHI, pertenecía a la provincia de Santa Cruz de Tenerife, donde los nacionalistas son más fuertes. El resto era de Las Palmas. Entre ellos, había un partido de corte insularista fundado por escindidos del PP, Unidos por Gran Canaria, y varias formaciones locales con líderes con tirón electoral en sus respectivos municipios, como Juntos por Mogán, la Fortaleza de Santa Lucía o la Asamblea de Vecinos de San Mateo (Avesan).  

A la vista de los resultados obtenidos este domingo en Las Palmas, la estrategia de alianzas de CC ha resultado un fiasco. María Fernández dijo en campaña que el objetivo era conseguir unos 80.000 votos en esta provincia, que eran aproximadamente los que habían cosechado en las elecciones del 28 de mayo las fuerzas que suscribieron el manifiesto. Con ello, preveía obtener dos diputados en esta circunscripción. Sin embargo, los nacionalistas han quedado muy lejos de esas expectativas. La experiencia electoral dice que hay votantes que no respaldan en las generales a las mismas fuerzas que en las autonómicas y que no siempre las alianzas de partidos suman.

CC no llegó ni a la mitad de los apoyos a los que aspiraba en Las Palmas. Logró 33.327 votos. Es decir, 46.000 menos de los que pretendía. Ha sido la sexta fuerza en esta provincia, siendo superada ampliamente por su socio de hace cuatro años, Nueva Canarias, que ha obtenido 42.422 votos y se ha quedado a poco más de 3.000 de conseguir escaño. A CC le han faltado más de 12.000 para obtener representación por esta circunscripción, ya que el diputado se cotizaba a 45.430 votos.

Lo cierto es que el 23 de julio hubo más voto nacionalista en Las Palmas que en noviembre de 2019. CC y NC por separado sumaron 75.749. Hace cuatro años, concurriendo unidos (también junto al Partido Nacionalista Canario) lograron 48.028 que le permitieron entrar en el Congreso con un escaño a tiempo compartido. Por tanto, la formación canarista que lidera Román Rodríguez se quedó el pasado domingo a 5.606 votos de la alianza nacionalista de 2019 y CC, a 14.701.

Sin tirón en los municipios

La candidata María Fernández había hecho sus cuentas con los resultados obtenidos por separado por los firmantes del manifiesto en las municipales del 28 de mayo: los 45.000 de CC, los casi 16.000 de Unidos, los 5.000 de Juntos por Mogán, los 4.400 de Fortaleza…

El tirón electoral de las formaciones locales no se ha trasladado a las generales. En Mogán, por ejemplo, CC pretendía aprovechar el cartel de su alcaldesa, Onalia Bueno, que en las municipales obtuvo una amplísima mayoría absoluta, con 17 de los 21 concejales del Consistorio sureño. No le pasaron factura las cinco imputaciones judiciales que pesan sobre ella. El 23 de julio, sin embargo, el efecto ha quedado diluido. CC fue tercera fuerza en este municipio con 1.174 apoyos, muy lejos de los 5.188 que obtuvo Bueno en las municipales de hace dos meses. En 2019, la coalición CC-NC había logrado en esta localidad 1.138, tan solo 36 menos de los cosechados ahora.

En Santa Lucía ha sido peor. En las locales, Fortaleza sumó 4.432 sufragios. En las generales, los nacionalistas apenas han podido arrastrar 1.299 en este municipio del sureste de Gran Canaria, quedando como sexta fuerza y siendo ampliamente superada por NC, que con 4.281 votos ha mejorado los resultados que ambas formaciones lograron concurriendo juntas hace cuatro años (3.128).

Otro de los firmantes del manifiesto fue la Asamblea de Vecinos de San Mateo (Avesan). El 28 de mayo, este partido local obtuvo 2.068 votos y se quedó a un concejal de revalidar la mayoría absoluta. Finalmente, perdió el gobierno tras un pacto del resto de formaciones. CC ha sumado en esta localidad 432 votos el 23 de julio. El aumento con respecto a los comicios de noviembre de 2019 es de tan solo 34. El líder de Avesan es Antonio Ortega, que está investigado por un presunto caso de abuso sexual y que acaba de ser nombrado director del Instituto Canario de la Vivienda.

Otro de los socios de CC para las generales, José Montelongo, exconcejal de Hacienda del Ayuntamiento de Arrecife en las filas del PSOE, también ha estado imputado en un caso de presunta corrupción, el caso Montecarlo, del que aún se debe juzgar una pieza. También tendrá un cargo en el Ejecutivo regional durante la próxima legislatura. El Consejo de Gobierno lo ha designado este mismo lunes director de la Escuela de Servicios Sanitarios y Sociales de Canarias (Essscan).

A pesar del varapalo en Las Palmas, CC confía en volver a ser decisiva en Madrid con su única diputada, Cristina Valido. Los nacionalistas sí han reforzado sus apoyos en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, con un incremento de más de 5.000 votos con respecto a las generales de noviembre de 2019 (81.391 frente a 76.261).

Valido ya ha avanzado que su partido está dispuesto a negociar con cualquier candidato que pretenda presentarse a la investidura, aunque ha precisado que “en ningún caso” apoyará un Gobierno en el que esté “la extrema izquierda o la extrema derecha”.

En el Senado, por su parte, CC solo ha conseguido el escaño de la isla de El Hierro. Lo ocupará el líder de la Agrupación Herreña Independiente (AHI), Javier Armas, que está procesado por un delito medioambiental en el caso Vertederos. El otro senador de los nacionalistas es de designación autonómica (por el Parlamento). Se trata de el expresidente del Cabildo de Lanzarote Pedro San Ginés, también imputado en la causa que investiga los contratos y los pagos realizados al abogado Ignacio Calatayud, con quien mantenía una estrecha relación de amistad.

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