El PP también deja solo a Santiago Negrín en el Consejo Rector de RTVC
Fue un mal día este viernes para Santiago Negrín, presidente del Consejo Rector de Radiotelevisión Canaria. Porque a la exigencia de dimisión que le formularon los grupos de oposición que representan más de la mitad del Parlamento de Canarias le siguió una sesión del órgano que preside en el que hasta su leal Alberto Padrón, representante del Partido Popular, lo dejó tirado. Y eso que, como se apreció, ambos habían pactado una ruptura amistosa, sin ensañamiento ni rencor, lo que evidenció que continúan manteniendo una estrecha relación personal que les habría convertido en cómplices de algunas de las irregularidades que dos horas antes sus señorías le echaron en cara en la comisión de control parlamentaria.
A Alberto Padrón se le notaba contrariado por tener que repudiar a su amigo Santiago Negrín en un órgano en el que siempre estuvo a su lado, pero cumplió a rajatabla las indicaciones de su partido, que en las últimas semanas ha invertido muchas horas en analizar lo que ha ocurrido en ese Consejo Rector y tratar de enmendar algunos errores de bulto. De ahí que Padrón respaldara la aprobación de las actas haciendo en algunas de ellas matizaciones de fondo, como la que afectó a la sesión de octubre en la que se acordó la contratación de personal de confianza dentro del ente, en su mayor parte editores de informativos. El representante del PP hizo constar en el acta que él prestó su apoyo a aquellas contrataciones después de que el presidente, Santiago Negrín, le garantizase que estaban avaladas por informes jurídicos solventes.
A este Consejo Rector celebrado este miércoles pocos minutos después de la comisión de control de RTVC asistió por primera vez la nueva secretaria, María Jesús Ibarria, sustituta de la titular de baja por licencia de maternidad. Y lejos de aceptar los reparos puestos por la tercera vocal en presencia, María Lorenzo (en representación del PSOE) dio por buenos extremos como la mayoría de dos votos para la aprobación de acuerdos (la ley dice que deben ser tres) y la aprobación de las cuentas de 2016 abordada en la sesión del pasado 29 de julio. Y eso que en el acta que se aprobó este viernes no queda nada claro ni que se votara al modo habitual (dos votos favorables y ninguno más) o quién ejercía en esos momentos de secretario del órgano.