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Así es el Parque Natural de Tamadaba, el pulmón verde de Gran Canaria amenazado por el incendio

Pinar de Tamadaba. Foto: Alberto Barber

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

El Parque Natural de Tamadaba es uno de los secretos mejor guardados de Gran Canaria. Más de 7.500 hectáreas de masa arbórea componen esta zona, considerada como el pulmón verde de la isla. Pero no es solo eso, se trata de uno de los lugares menos alterados por la mano humana de todo el Archipiélago, según ha destacado varias veces el Gobierno de Canarias, así como los expertos.

El fuego, originado este sábado en Valleseco y que se ha propagado por hasta siete municipios de la isla, supone ya una amenaza real para esta joya medioambiental de la isla, donde ya han entrado las llamas con fuerza. Lo es, no solo por sus pinares, sino también por la cantidad de aves y reptiles que habitan en la zona, entre ellas el lagarto gigante de Gran Canaria.

Estas especies se conservan en este parque natural, parte de la zona declarada como Reserva de la Biosfera por la Unesco, donde además del imponente pinar se concentra el sotobosque, en el que destacan los matorrales frondosos como olivillos, brezos o acebiños. El Cabildo de Gran Canaria explica que estas especies junto a los estescobonales, codesales, hogarzales o jarales realizan la función de bosque esponja, que ayuda además a obtener el agua de las nubes.

Este parque natural fue declarado Zona de Especial Conservación (ZEC) y es parte integrante de la Red Natura 2.000. Así mismo, todo un largo sector a lo largo de la costa de La Aldea a Agaete es considerado Punto de Interés Geológico (PIG) por el Instituto Tecnológico Minero de España. Su interés también radica en que en este pinar se puede visualizar la parte externa de la imponente Caldera de Tejeda.

Visitar el pinar de Tamadaba es desconectar del resto del mundo, es conectar con la naturaleza, respirar aire puro desde el municipio que roza las nubes, Artenara o desde su zona noroeste, en La Aldea y Agaete. Perder este pinar supondrá un valor incalculable para la isla de Gran Canaria. “El desastre medioambental ya está hecho”, decía en la mañana de este domingo Ángel Víctor Torres al referirse a los daños que está causando el fuego en la cumbre de la isla, muy cerca de núcleos poblacionales y que, de introducirse de lleno en el pinar, será más difícil de controlar.

El propio presidente del Cabildo de Gran Canaria ha lamentado que esto pueda suceder. Tamadaba está en el corazón de todos los isleños, es una seña más de la identidad de la isla. “Va a ser muy difícil que no llegue al Pinar de Tamadaba. Va a llegar y va a afectar al pinar. Desde luego es preocupante y anímicamente nos afecta a todos pero dentro de dos o tres años Tamadaba volverá a ser igual y lo importante es que no haya daños humanos”, dijo Antonio Morales este domingo.

Tamadaba acoge a la mayoría de las aves presentes en esta Isla. Entre ellas destaca el cernícalo, el aguililla o el gavilán. Los invertebrados con un elevado número de endemismos aportan una biodiversidad exclusiva. “En en el Parque Natural de Tamadaba se encuentran ocho especies y dos subespecies endémicas de Gran Canaria, once subespecies endémicas del archipiélago y una especie y cinco subespecies de la región macaronésica”, recoge el Cabildo de Gran Canaria en su página web.

Otro de los papeles importantes que juega este pinar en la isla son las acículas, que permiten retener la humedad de las nubes, recargando el acuífero y proporcionando agua para el consumo. De hecho, cualquier visitante de este parque natural puede comprobar cómo hasta con temperaturas elevadas, la sensación térmica es agradable y la humedad es palpable. Así mismo, es un lugar perfecto para contemplar el llamado mar de nubes, un efecto natural creado por los vientos alisios.

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