Dimite el tribunal de unas oposiciones en Canarias después de que los aspirantes denunciaran la dificultad del examen
Los miembros titulares del tribunal calificador de las oposiciones al cuerpo administrativo (C1) de la Comunidad Autónoma de Canarias han presentado su dimisión en bloque apenas tres días después de que se celebrara la primera prueba de este proceso selectivo. La renuncia se produce después de que los aspirantes denunciaran la inusual dureza y dificultad de ese examen con 50 preguntas tipo test.
El director general de Función Pública del Gobierno de Canarias, Francisco Javier Rodríguez del Castillo, firmó cerca de las 15.00 horas de este miércoles una resolución en la que aceptaba la renuncia presentada por la presidenta, el secretario y los tres vocales del tribunal de las oposiciones y, “por razones organizativas y en aras de permitir la conformación de un nuevo tribunal calificador”, cesaba a los cinco suplentes.
La resolución no explica los motivos de la dimisión del tribunal, al que agradece los servicios prestados. La renuncia surtirá efectos una vez sean públicas las calificaciones obtenidas por las personas aspirantes en el primer ejercicio de la fase de oposición.
El Sindicato de Empleados de Canarias (Sepca) había enviado este martes un escrito al director de Función Pública en el que explicaba que había recibido “comentarios y quejas desde distintos ámbitos” sobre las pruebas celebradas el pasado fin de semana para el ingreso en el cuerpo administrativo (grupo C, subgrupo C1), de turno libre y promoción interna, de la administración general de la comunidad autónoma.
El examen contenía, a juicio de los aspirantes, “preguntas con enunciados excesivamente largos, abundante exposición al fallo en las opciones de respuesta y una dificultad teórica sobredimensionada en relación con las funciones asignadas a los cuerpos a los que se opositaba.
Según la resolución publicada en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) el pasado 27 de junio, en ese proceso selectivo habían sido admitidos más de 11.000 aspirantes. Se ofertaban 32 plazas por el turno libre y 20 por promoción interna. Después de la primera prueba tipo test queda una segunda con un supuesto práctico.
“Es el examen más difícil de la historia de la función pública. Llevo veinte años en esto y no había visto nada igual”, ha denunciado Víctor Cabeza, director de una de las academias que prepara opositores, denominada Las Cortes, en una entrevista en la cadena Ser. El docente dice que, de su academia, tan solo una persona tiene más de un 5. “Es un triste récord que se presenten unos 4.500 y los aprobados no lleguen a 9, 10 o 15. No se van a cubrir las 32 plazas”, ha asegurado.
Antes de que se conociera la dimisión de los miembros del tribunal calificador, Cabeza pedía al director de Función Pública que pusiera “todos los medios a su alcance” para que no se repitiera con otra prueba selectiva que se celebrará el 14 de octubre (en este caso para auxiliares administrativa) con el mismo tribunal. “Los opositores se merecen un respecto”, ha señalado el formador, que ha recordado el “sacrificio tremendo” de los aspirantes a este tipo de procesos selectivos.
Sobre la posible explicación a esa inusual dificultad de la prueba, Cabeza explica que la anterior convocatoria, celebrada en 2019, fue “todo lo contrario”, muy fácil, por lo que entiende que en esta “hubo instrucciones de que cribaran” a los candidatos.
El director de la academia Las Cortes ha anunciado su intención de poner en manos de la Fiscalía la información de la que dispone sobre este proceso selectivo.
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