Una expropiación sospechosa en favor del proyecto turístico Cuna del Alma vuelve a encender las alarmas
La nave de Jesús V. Galindo, de 78 años, en el Puertito de Adeje (Tenerife), fue elegida base de un centro de interpretación y regeneración del ecosistema marino pionero en Canarias. Está ubicada en primera línea de playa, en el municipio de Adeje, entre una Zona de Especial Conservación (ZEC) y un Sitio de Interés Científico (SIC). A ella llegaron a acudir, cuenta su hijo, Juan Galindo, personas expertas para limpiar la zona del erizo de lima, que había causado graves daños a la flora del lugar. También trabajaron en repoblaciones de especies, como la tortuga verde. El inmueble se convirtió en un punto de encuentro entre científicos y estudiantes para conservar uno de los últimos espacios vírgenes del sur de la isla. Hasta que un proyecto turístico llamó a la puerta.
La iniciativa Cuna del Alma, presentada en público en mayo de 2022, pretende levantar un total de 3.602 camas turísticas entre villas de lujo, plazas extrahoteleras y hoteleras en una pieza de suelo de 430.000 metros cuadrados en el Puertito de Adeje. El inmueble de Galindo está dentro de la unidad de actuación. Él se adhirió a la Junta de Compensación del plan, la entidad conformada principalmente por los propietarios de los terrenos que promueven la urbanización, por temor a ser expropiado de manera forzosa por parte del Ayuntamiento. Desde hace unas semanas, sin embargo, ya no es el dueño de la nave.
A raíz de una comunicación de actos de planeamiento y gestión urbanística remitida por el Consistorio de Adeje, el Catastro acordó dar de baja la propiedad de Galindo y de alta, seguidamente, las parcelas resultantes del proyecto Cuna del Alma. La resolución tiene fecha de 3 de noviembre de 2023 y la alteración catastral tiene efectos desde el 25 de febrero de 2022. Galindo asegura que se enteró de ello recientemente cuando se dirigió a pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de la mencionada nave, de poco más de 60 metros, y le comentaron que no era posible, que ya había sido dada de baja.
“Esto ha ocurrido sin nuestra autorización, sin que hayamos llegado a acuerdo alguno y sin recibir el pago por nuestra propiedad”, lamenta su hijo.
El Ayuntamiento de Adeje defiende que en este caso “tiene poco que comentar”. La Corporación afirma que no ha sido la encargada de dar de baja esta referencia, sino que ha sido la Junta de Compensación la que ha comunicado y dado traslado al Catastro una copia del proyecto que redistribuye la propiedad de las parcelas “en base a los acuerdos de la propia Junta” y a la iniciativa aprobada por el Consistorio.
“Todo lo concerniente a los acuerdos, expropiaciones o procesos que lleve a cabo la Junta de Compensación se dirimen a través del derecho privado”, agrega el Ayuntamiento. La ley permite a este tipo de entidades expropiar a sus miembros en caso de “incumplimiento (...) de las obligaciones y cargas impuestas”, incluso cuando es contravenido el plazo para ello. Galindo matiza, eso sí, que “nunca” ha recibido reclamaciones de gastos ni cuantías a ingresar, por lo que sigue sin entender los motivos de la expropiación.
En su caso, además, la relación con los promotores principales de Cuna del Alma, la mercantil Segunda Casa Adeje, propietaria de más del 90% del suelo, no es la mejor. Su hijo cuenta que en una reunión de la Junta les informaron que no les correspondería ninguna parcela y que les expropiarían administrativamente. A los pocos días, recibieron una propuesta de justiprecio expropiatorio de 12.668 euros, una cantidad “ridícula y poco realista”, dicen, teniendo en cuenta la ubicación de la nave, a escasos metros del mar, y las previsiones de venta de la promotora, que ha cifrado el precio de las lujosas villas del proyecto en hasta tres millones de euros.
El encontronazo entre ambos actores no acabó ahí. Galindo redactó un escrito dirigido a la Junta de Compensación recordando que la nave figura en el listado de posibles bienes patrimoniales del municipio de Adeje, según un informe elaborado por el Servicio Administrativo de Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de Tenerife. El documento que dio origen a su propuesta de inclusión, del año 2022, subraya que dicho inmueble, que llegó a ser una empaquetadora de plátanos hace un siglo, “es un ejemplo indudable de patrimonio industrial relacionado con el procesamiento técnico de la fruta cultivada en las zonas costeras del sur y orientadas a la exportación” y que por tanto merece ser integrado en el catálogo.
Para más inri, la nave ha servido estos meses como centro de operaciones de grupos ecologistas y activistas que luchan por la paralización definitiva de Cuna del Alma. El pasado 10 de agosto, el colectivo Salvar el Puertito celebró una nueva manifestación al grito de “Canarias no se vende, se ama y se defiende” y pancartas con el mensaje “no al proyecto Tumba del Alma”.
Galindo, que es diabético, cardiópata y enfermo oncológico, dice estar sufriendo un “calvario” por este asunto. En el momento en que recibió la propuesta del justiprecio expropiatorio, valoró acudir a los tribunales para que un perito estimara un valor “justo” de su propiedad. También amenazó con acudir a la justicia en el texto que remarca la importancia histórica de su posesión en caso de ser demolida. Ahora, ha enviado un burofax a la Junta de Compensación del proyecto solicitando información sobre la alteración catastral sufrida, visto que “no quiere responder” a sus mensajes. También ha enviado un escrito a la Diputación del Común.
“Hoy en día, he perdido la propiedad en favor del proyecto y ni siquiera se dignan a responder. No quedará más remedio que ir a los tribunales”, remacha Galindo. Canarias Ahora solicitó su versión a la promotora de la iniciativa a través de los canales oficiales, pero hasta la fecha de la publicación de este artículo no ha obtenido respuesta. El Ayuntamiento de Adeje se ha limitado a agregar que “es el encargado de vigilar que todos los procedimientos y acuerdos se lleven a cabo conforme a la ley y la normativa vigente, como ha sido este caso”.
La expropiación sospechosa de la nave de Galindo llega en plena reactivación del proyecto turístico Cuna del Alma. La promotora ha salido ilesa de los tres expedientes abiertos contra ella durante la pasada legislatura (por destrucción de yacimiento arqueológico, carencia de evaluación de impacto ambiental y amenaza a la viborina triste, una especie protegida hallada en el área), archivados o dejados caducar durante el mandato de Coalición Canaria (CC) y Partido Popular (PP) en el Gobierno autonómico.
El Consistorio de Adeje, por su parte, autorizó a principios de verano el trasplante de la viborina triste, el último paso antes de reanudar las obras. La plataforma Salvar La Tejita ha presentado una denuncia ante la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural (ACPMN) porque, apunta, la ley no permite el arranque o traslado de especies con categoría de protección especial “por causas de interés privado”. También denunciaron hace unos meses ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) el levantamiento de un cierre perimetral en el solar.
Cuna del Alma, junto con el hotel en la playa de La Tejita, en Granadilla de Abona (Tenerife), es uno de los proyectos turísticos que motivó las manifestaciones contra el turismo masivo en Canarias el pasado 20 de abril. Las personas salieron a las calles exclamando “queremos ser anfitriones, no esclavos”, “aquí vive gente” y “el paraíso no se hace con cemento”. Junto a las protestas, un grupo de activistas protagonizaron una huelga de hambre durante 20 días solicitando la suspensión definitiva de ambas iniciativas.
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