Las calles de Maspalomas acogieron el orgullo LGTB de más de 50.000 personas
Más de 50.000 personas han sacado este sábado su “orgullo” por las calles de la zona turística de Playa del Inglés (Gran Canaria) en el desfile del Gay Pride de Maspalomas, en el que han participado el colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (LGTB) de 82 países.
La marea multitudinaria de activistas del arcoiris emprendieron la marcha por la tolerancia y la igualdad, compuesta por 23 carrozas, que salieron en esta ocasión desde la avenida de Tirajana, la principal arteria de la zona turística.
La cabalgata estuvo presidida por una gigantesca bandera y pancarta con el lema “Maspalomas con el orgullo LGTB”, en la que participaron partidos políticos, empresas y colectivos sociales, así como, por primera vez, el alcalde Marco Aurelio Pérez (PP-AV).
Entre los originales y atrevidos disfraces predominaron las mujeres con barba, que emulaban a Conchita Wurst, el icono gay “eurovisivo”, en un día en el que la casualidad le hizo coincidir con el prestigioso Festival de la Canción.
La organización retrasó este año dos horas el comienzo de la marcha para evitar las horas de mayor sol y calor, lo que le permitió amplió el recorrido acostumbrado a casi tres kilómetros.
Cuerpos definidos, torsos musculosos, cabezas rasuradas con grandes barbas, anillos atrevidos y un sinfín de plumas, purpurina y lentejuelas atravesaron las calles turísticas hasta el centro comercial Yumbo, el epicentro del ambiente LGTB de Europa, según los promotores de la marcha.
Los británicos y alemanes son los visitantes que encabezan esta edición, con un aumento de los turistas rusos y polacos, países en los que aún están muy limitados con los derechos de los gays, lesbianas y transexuales, según ha afirmado la organización.
En ambos lados del desfile, la expectación estaba en los balcones de los apartamentos y rotondas convertidas en zonas vip para ver a los protagonistas de una cabalgata que se inició a ritmo de batucada y comparsa.
Entre los asistentes, un coro de personas hizo fotos a un grupo de cuatro chicos altos y robustos que visten de coquetos marineros.
“Venimos de Alemania. Es la tercera vez que estamos en el Gay Pride de Maspalomas, pero la primera disfrazados porque así es mucho más divertido”, aseguran.
Miguel y Carlos, que visten de romanos con una capa de los colores del arcoiris, han llegado hace escasas horas desde Sevilla. “Nosotros no creemos en lo políticamente correcto, cada uno tiene la libertad de expresar lo que siente y esto es el orgullo gay”, comentan.
Para Marta, una activista de los derechos de las lesbianas que viaja cada año desde Madrid “la noción básica del orgullo LGBT consiste en que ninguna persona debe avergonzarse de lo que es, cualquiera sea su sexo, orientación sexual o identidad sexual”, algo que, en su opinión, destaca de esta zona de Europa.
Pedro Arbelo, propietario de un local de ambiente Gay en Barcelona, lamentó, mientras participaba en el desfile en bañador de cuero negro, que muchos consideren el evento como una excusa mercantil, por lo que hizo un llamamiento para que no se limite a ser una “fachada comercial”.
Los bares y restaurantes de la zona también reciben durante estos días de temporada baja una inyección económica extra en sus negocios, pues “en dos semanas ha subido la venta en casi un 45%, las mesas se llenan, muchos clientes tienen que esperar y hoy no cerramos al mediodía”, relata el empresario Carmelo Viera.
En este sentido, el Orgullo Gay de Maspalomas generó el año pasado unos 65 millones de euros y sólo en su edición de invierno recibió 20.000 turistas, lo que supuso un gasto superior a 7,5 millones de euros.
Los organizadores del evento recuerdan que el gasto del turista LGTB es de media un 30% superior al de otros segmentos de visitantes de la isla.
En el escenario, la fiesta continuó con una “Gala Eurofans” en la que se dieron cita artistas que han pasado por el certamen de Eurovisión, como Soraya, Katrina o Justin Pelmelay.
El Orgullo Gay de Maspalomas cierra este domingo su decimoquinta edición con una fiesta de pinchadiscos, que culminará las dos semanas de actividades entre las que no faltaron la carrera de tacones, la elección del Míster Gay Pride y la Gala Drag, entre otras citas culturales, educativas y deportivas.
