Encontrar productos fabricados a partir de aloe vera canario es cada vez más frecuente. Sin embargo, no todos los que se comercializan son realizados en las Islas, ni con la planta típica del Archipiélago, que cuenta con unas características especiales gracias al clima, lo que le ha brindado un prestigio importante a lo largo de los años, especialmente por sus propiedades curativas. Artículos procedentes de China, Pakistán o India se camuflan en el mercado bajo el paraguas Islas Canarias causando confusión a los consumidores y haciendo perder hasta 21 millones de euros a los fabricantes isleños, según sus cálculos.
La trampa radica en que hay empresas que registran una marca con las letras Islas Canarias o con el nombre de alguna de las islas y se coloca con un tamaño mayor en el envase. Sin embargo, en la etiqueta se muestra el lugar de dónde se ha importado el producto y es aquí donde se percibe la discrepancia ya que no hay mención al Archipiélago. Además, en ocasiones, no aparece el lugar en el que se fabrica.
Cuando un producto de aloe vera es 100% canario lo que se encuentra en el etiquetado es directamente quién es el fabricante así como información relacionada con él. Estos artículos cuentan con una alta concentración de esta planta, que incluso se aprecia al olerlo o al probarlo en la piel. De hecho, parece recién extraído de la hoja.
El tratado del aloe vera es bastante complejo y costoso, es necesario mimar su cultivo y posteriormente tratarlo, invertir en maquinaria y en I+D+I, además de comprar los envases fuera de Canarias e importarlos, entre otros trámites. Por ello, un artículo fabricado con un endemismo canario y en las propias Islas tiene mucha más calidad y su resultado final es más caro.
Los fabricantes de la también conocida como pita sabia apuntan que el precio más barato de una crema de este tipo es de 15 euros en el mercado, mientras que en las grandes superficies pueden adquirirse productos que no se han fabricado en el Archipiélago hasta por dos euros.
El sector también denuncia el “daño” que efectúa sobre la marca Islas Canarias el hecho de que un visitante compre un producto que crea que es realizado aquí al 100% y, sin embargo, al utilizarlo se den cuenta de que no dispone de la calidad esperada. Y es que, “hace una década los turistas se llevaban en las maletas cantidades de plantas de aloe vera canario, hasta que poco a poco se empezaron a encontrar productos en las perfumerías”, asegura un productor.
Una “trampa” que cuesta frenar
El Gobierno de Canarias ha efectuado inspecciones sobre distintas marcas con el fin de elaborar un estudio y tratar de proteger a estos pequeños fabricantes. Los exdirectores de Consumo del Ejecutivo regional Gustavo Matos y Eulalia Guerra han coincido en que conocen esta problemática y en que ya se han celebrado reuniones con los afectados para tratar de buscar una solución. Esta última asegura que el pasado verano se ordenaron inspecciones para elaborar un informe y detectar posibles irregularidades.
Matos sostiene que al no existir la categoría de Denominación de Origen para los productos elaborados con pita sabia canaria ha sido mucho más difícil protegerles legalmente. Los productores, que aseguran que llevan desde 2005 denunciando el tema, ya se encuentran trabajando en este sentido y, de conseguirlo, las inspecciones serían mucho más estrictas así como los controles en los puntos de venta. Además, defiende que es necesario ir caso por caso.
Hay empresas que sí que utilizan aloe vera del Archipiélago pero lo exportan a otras zonas de la Península o a otros países donde lo tratan y lo envasan porque les resulta más rentable. Este es el caso de los productos de la empresa Armando Santana. La entidad reconoce que no elabora el producto en fábricas isleñas, aunque asegura que sí que lo compran a agricultores canarios.
La entidad no esconde que son artículos que no cuentan con la misma calidad que la de un fabricante canario, ya que no se elaboran con la misma cantidad de aloe. No obstante, precisan que lo dejan claro en su etiquetado y consideran que venden un producto de gama más baja que los que se han hecho en Canarias, algo que se puede comprobar leyendo los ingredientes de los botes. En este sentido, desde la compañía insisten en que no compiten en el mismo mercado, ya que ellos no comercializan en perfumerías sino en supermercados, al ser un producto de más baja calidad, pues su principal componente es el agua.
El jefe del Servicio de Ordenación Farmacéutica del Gobierno de Canarias, Rodolfo Ríos Rull se pregunta hasta qué punto son canarios estos productos, aunque explica que con la legislación actual no se ha podido hacer mucho al respecto.
Otro aspecto criticado por los fabricantes es que, en muchas ocasiones, en los envases se puede leer el lugar de donde se ha importado el producto pero no el sitio en el que se ha fabricado. No obstante, Rull aclara que lo que debe incluir el bote es la información del responsable de la puesta en el mercado de dicho artículo.
Sin embargo, Rull sí que añade que aprovechando que se conoce que la pita sabia canaria tiene más calidad, aparece remarcado en el envase que es un producto canario, cuando puede llegar a constituir el sexto o séptimo ingrediente.
Un sector con posibilidades de futuro
En cualquier caso, desde el Gobierno regional insisten en que se trata de un producto con muchas posibilidades de futuro y que realzan su potencial en I+D+I, que tan importante sería para las Islas. Sanidad y Consumo se encuentran elaborando una campaña desde hace seis meses con el objetivo de beneficiar al sector.
Los fabricantes de cosméticos de pita sabia canaria exportan a Alemania, Italia y Francia principalmente, generan más de mil puestos de trabajo en las Islas - entre directos e indirectos, como fabricantes, agricultores, distribución...- .El sector se encuentra esperanzado con que después de crear la Asociación de Fabricantes del Aloe Vera de Canarias se organicen a partir de ahora mejor, sean escuchados por las instituciones y dispongan de un sello de calidad.
A esta defensa se ha sumado el Cabildo de Gran Canaria, que se compromete a abogar por combatir cualquier fraude relacionado con este asunto, para ello, la consejera de Industria Minerva Alonso trasladará la situación a la Mesa del Comercio de Gran Canaria con la Cámara de Comercio y los empresarios en cuanto se constituya.
Y es que, la Corporación insular ha mantenido ya reuniones con los afectados donde le han expuesto esta misma situación y han anunciado que pedirán al Gobierno de Canarias “celeridad y efectividad en las campañas de investigación que son de su competencia”.