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“Parches” contra el colapso en urgencias de los centros de salud de Gran Canaria

Centro de salud de Vecindario (Maspalomas Ahora)

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

“Rápido, fácil y cerca de casa”. Con esta llamada difundida en diferentes soportes publicitarios, el Servicio Canario de Salud (SCS) ha instado en las últimas semanas a la población a acudir a los servicios de urgencias de los centros de salud para aliviar la saturación en los hospitalarios. La campaña ha indignado a los médicos de familia, que solicitaron su retirada a través de la Sociedad Canaria de Medicina Familiar y Comunitaria (SoCaMFyC). Este colectivo, que engloba a más de 700 profesionales en el Archipiélago, cree que transmite un mensaje “erróneo” que invita a los pacientes a ir a las urgencias extrahospitalarias “ante cualquier eventualidad”, un discurso que se aleja del que defiende, centrado en el uso racional de los recursos, las políticas de prevención y el uso de la cita previa con el médico de cabecera de Atención Primaria como vía de entrada al sistema. 

La campaña publicitaria ha coincidido, además, con un colapso en los centros de salud de Gran Canaria que, según ha denunciado la Plataforma de Trabajadores de Urgencias Extrahospitalarias de la isla, que aglutina a unos 400 profesionales, han sufrido los pacientes con esperas de hasta cinco horas durante la pasada semana. En esta, los tiempos se han reducido, pero aun así los ambulatorios con mayor presión asistencial (Vecindario, Barrio Atlántico y Tamaraceite) han registrado hasta tres horas de demora en la atención.

Desde la Consejería de Sanidad defienden que el Plan de Urgencias Sanitarias (Pluscan), aprobado en abril, ha mejorado la atención urgente en Atención Primaria, “incrementando los horarios y los recursos”. Los trabajadores, a través del portavoz de la plataforma, Miguel Ángel Morales, sostienen en cambio que las medidas adoptadas por el Gobierno regional solo han servido para “parchear” la situación y siguen sin resolver problemas estructurales que estos servicios arrastran desde 2001, fecha en la que, tras una huelga, arrancaron compromisos de la administración que, afirma, “continúan a día de hoy sin cumplirse”.

Los profesionales de Urgencias Extrahospitalarias reclaman un equipo más de sanitarios (médico, enfermero, auxiliar de enfermería, celador y administrativo) para cada centro de salud, al menos para los más saturados. Denuncian que, a pesar de que la demanda de usuarios ha crecido en un 40% desde 2001, los 15 ambulatorios de Gran Canaria con SNU (Servicio Normal de Urgencias, con horarios de 17.00 a 09.00 entre semana y las 24 horas durante los fines de semana) no han adecuado sus plantillas a esta sobrecarga asistencial. La mayoría dispone de dos equipos de profesionales durante este periodo, aunque algunos, como el de Vecindario o el de San José los fines de semana, cuentan con tres.

Miguel Ángel Morales atribuye la ligera reducción de los tiempos de espera experimentada durante la última semana en dos de los centros más colapsados, Barrio Atlántico y Vecindario, a un refuerzo en cada uno de ellos con un enfermero para la tarea de triaje de los pacientes, esto es, para realizar una valoración previa que permita fijar la gravedad de sus dolencias y darles prioridad según los grados establecidos. Una medida que los trabajadores “agradecen”, pero que consideran “insuficiente”, ya que solo cubre el intervalo de 12.00 a 21.00 horas. “Debe ser un refuerzo permanente”, exige su portavoz.

El Servicio Canario de Salud afirma que este año ha incorporado a su plantilla de las urgencias de los centros extrahospitalarios de Gran Canaria a un total de 37 nuevos profesionales: 8 médicos de familia, 9 enfermeros, 2 celadores, 3 técnicos de rayo, 3 auxiliares de enfermería y 11 auxiliares administrativos. Este incremento ha estado destinado a los centros de Maspalomas, Vecindario, Barrio Atlántico y Gáldar, aunque solo en el horario de mañana (9.00 a 17.00 horas, de lunes a viernes), una medida que tampoco satsface a los trabajadores, que continúan reclamando que los refuerzos se trasladen al periodo de los SNU (de 17.00 a 09.00 horas y fines de semana), donde hay mayor sobrecarga.

La propia consejería reconoce que el nuevo sistema tiene entre sus “líneas de mejora” la de “valorar los tramos horarios en los que existe mayor presión asistencial en determinados centros en los que sea preciso reforzar personal sanitario que agilice la valoración del paciente previa a la consulta”. El Servicio Canario de Salud ha anunciado que elaborará un estudio para analizar las urgencias atendidas por días y tramos de los servicios de urgencias de Atención Primaria “para implementar las medidas oportunas, si fuera necesario”.

Los datos que ha facilitado la Consejería de Sanidad a los trabajadores reflejan picos de hasta 540 pacientes por día en ese tramo horario (de 17.00 a 09.00) en el centro de salud de Vecindario, entre urgencias médicas y de enfermería. En fechas recientes, se han llegado a acumular 30 pacientes en las urgencias de Barrio Atlántico y Tamaraceite, por ejemplo, con cerca de tres horas de espera en algunos tramos.

La Plataforma de Urgencias Extrahospitalarias sostiene que en ocasiones los facultativos disponen de apenas tres minutos de consulta por paciente, por lo que reclaman más medios para mantener una calidad asistencial que, aun así, es reconocida por los propios ciudadanos, con una media superior a 8 en las últimas encuestas sobre el grado de satisfacción en la atención y la respuesta sanitaria prestada. El porcentaje de derivación de urgencias desde los centros de salud a los hospitales de referencia de la isla (Doctor Negrín e Insular) es inferior al 3%, según las mismas fuentes.

Este colectivo de trabajadores ha iniciado, a su vez, un estudio en los centros de salud de Gran Canaria (ya ha visitado 4 de los 15) para extraer sus propias estadísticas y conclusiones, ya que teme que los datos facilitados por la Consejería de Sanidad puedan estar “maquillados”. Según la información proporcionada por el SCS a este periódico, el tiempo de espera media de los pacientes cuando la urgencia no es vital es de 36 minutos, aunque “dependiendo del número de urgencias vitales que se estén atendiendo (de asistencia inmediata) puede registrarse una espera de entre una y dos horas”.

La plataforma se remite a los datos de estas dos últimas semanas en algunos centros, con demoras de entre tres y cinco horas, para rebatir esas cifras oficiales. Su portavoz remarca que todos los centros tienen el mismo peso en la elaboración de esa media oficial, con independencia de su nivel de saturación, por lo que no considera fiable el dato.

El médico de familia, el primer filtro

Los trabajadores piden un Pluscan “de verdad, que funcione las 24 horas”, que solvente las carencias de profesionales que llevan denunciado desde hace catorce años. Denuncian que desde 2004, y después de tres años de contrataciones como consecuencia del acuerdo alcanzado tras la huelga de 2001, no se ha adecuado la plantilla a las ratios asistenciales.

El colectivo pone el foco en la demora en la Atención Primaria a demanda, es decir, en la cita con el médico de familia, que es “el primer filtro” para impedir que los pacientes acudan a urgencias. Señala que la media ronda los tres días, pero que en ocasiones se generan “auténticas listas de espera de hasta una semana”, con el consecuente perjuicio para los ciudadanos y la saturación de los servicios de emergencias ambulatorias.

A ello se le añade lo que califican como uno de los principales incumplimientos del acuerdo de 2001, el de treinta pacientes por día y médico y diez minutos por paciente. “Después de 14 años de reivindicación, seguimos con una media de cinco minutos (5,8, en realidad) y de tres días de lista de espera para ser atendido por el médico de familia”, recalca la plataforma en un escrito remitido recientemente al consejero de Sanidad.

Miguel Ángel Morales anuncia que en la próxima asamblea de la plataforma, que se celebrará los primeros días de enero, demandarán las mismas ratios que reivindican los profesionales sanitarios de Catalunya: 27 pacientes por día (en la actualidad, la media se sitúa entre los 40 y los 45, según las cifras que manejan) y doce minutos para cada uno de ellos, en consonancia con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

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