Tomás Barreto, presidente de los empresarios de La Palma: “Necesitamos más población, atractivos para que los jóvenes vuelvan”
En La Palma todo el mundo conoce a Tomás Barreto. Nacido en Garafía, ha vivido la mayor parte de su vida en la capital, Santa Cruz de La Palma. Fundó una sociedad anónima que lleva su nombre y su apellido, destinada principalmente a la distribución alimentaria. En la actualidad, a través de Tomás Barreto S.A. gestiona los supermercados SPAR en la Isla o la empresa Áridos del Riachuelo. Además, desde 2014 es el presidente de la Federación de Empresarios de La Palma (Fedepalma), una patronal destinada a labores informativas y de asesoramiento para el pequeño y mediano comercio local.
La Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife estima que el volcán de La Palma ha afectado a unas 300 empresas, bien porque fueron sepultadas por la lava o porque han permanecido cerradas en zonas evacuadas. El desempleo se ha incrementado en más de 400 personas y más de 1.000 trabajadores están en ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo). En La Palma había censadas unas 2.471 empresas hasta septiembre de 2021 en la Seguridad Social, según el informe de coyuntura de La Palma, elaborado por la Federación de Empresarios de La Palma y el Cabildo insular.
Con el final de la erupción, Barreto dice que ahora se está “más cerca” de la recuperación, un camino que a su juicio “no será fácil” de andar, pero “hay que dar los pasos que se puedan”.
¿Cómo ha afectado la erupción al sector comercial?
Es importante entender que hay diferentes niveles de afección, pero todos deben ser tomados en consideración. Hay algunos que, por haber sido arrasados por la lava, o por estar en zonas de evacuación, el nivel de afección es mucho mayor. Pero hay otros que, aún no estando en ese grupo, también han padecido serias dificultades. La ceniza, la inoperatividad del aeropuerto, la ausencia de cruceros, el confinamiento o la recomendación de que no se saliera a la calle han tenido como consecuencia una disminución de volumen de operaciones muy drástico, y que ahora es necesario recuperar y compensar.
Desde varias organizaciones empresariales, tanto de Canarias como de la Península, se han recibido visitas, iniciativas y donaciones de elementos de promoción que han puesto en positivo al colectivo del comercio local. Y es justo reconocerlo, ya que, gracias a estas aportaciones, las cosas han ido tomando otra dinámica, que ha permitido la supervivencia de algunos y la esperanza de muchos. Se nos ha prometido desde organismos oficiales que se emitirán bonos al consumo, tanto para el área turística como para el comercio, con especial énfasis en La Palma. Es muy importante que lleguen y que se mantengan.
También afectó a sus supermercados
La lava no respetó nada. Se llevó por delante un supermercado nuestro entre La Laguna y Todoque y tenemos otro en Puerto Naos que está cerrado. Esperamos que pueda haber carreteras decentes para poder acceder y que vuelva la población y el turismo. Tendrá que volver a renacer. Los trabajadores afectados están en ERTE como solución provisional; los de Puerto Naos esperamos que puedan volver y aspiramos a construir otro similar en la zona donde vayan los clientes afectados de La Laguna.
¿Qué iniciativas ha llevado a cabo Fedepalma?
De inmediato nos pusimos en marcha para ayudar en labores informativas, sobre todo respecto a las ayudas. También nos pusimos en contacto con los ayuntamientos para conocer las necesidades prioritarias. La solidaridad que hemos encontrado en La Palma, en Canarias, en toda España, incluso más allá, es inmensa. Desde todos los niveles: empresas y personas. Son innumerables las aportaciones recibidas y entregadas de inmediato. Hemos coordinado acciones para lograr que todas las aportaciones lleguen, y cuanto antes mejor, a sus verdaderos destinatarios.
¿Qué se necesita para llevar a cabo la recuperación en La Palma?
Lo primero que se necesitaría es unidad de criterios. Ante situaciones como esta y sobre todo en un lugar pequeño como es La Palma, aparecen opiniones variopintas, cada una desde su punto de vista. A los afectados directamente por la erupción hay que escucharlos y hay que escucharlos bien. Nadie que viva en Madrid, en otra isla o en otras partes de la isla de La Palma tiene derecho a no tener en consideración las voluntades y deseos de los afectados.
¿Considera que las ayudas están tardando mucho en llegar a los afectados?
Si voy a decir lo que me sale del corazón, quizá no le guste a alguna autoridad. Pero intentando ser justos, cada uno tiene su visión de las cosas. Unos organismos han ido más lentos y otros han sido más ágiles. La burocracia existe y tendrá sus efectos positivos, porque no se entregan a quien no es merecedor o siempre hay alguien más listo de la cuenta. Pero yo creo que las ayudas hay que darlas pronto a quienes las necesitan. Cuando alguien tiene mucha sed, hay que darle el vaso de agua enseguida. No hay que esperar a que se desespere.
Tu tienda de Todoque, un negocio de ultramarinos que quedó sepultado por la lava, reabrió por Navidad en Los Llanos de Aridane, ¿es un ejemplo de recuperación?
Es un buen ejemplo. Simpático, que anima y demuestra el empuje de las personas. Es justo reconocerlo. Pero puede que no sea válido para otros casos, porque dependerá de la dimensión de la tienda. Una pequeña, con poca clientela, funciona. Pero cuando es de una dimensión mayor, influyen más factores, como los accesos, por ejemplo.
Para la recuperación de la Isla, desde Fedepalma han lanzado un comunicado pidiendo apostar más que nunca por el producto local.
El consumo local nos da soberanía alimentaria. Estoy seguro de una cosa: si se produce un bloqueo de las comunicaciones marítimas, nosotros tenemos capacidad para aguantar más de un mes en determinados productos, entre los stocks que tenemos en nuestras plataformas de distribución y en los puntos de venta. Cuanto más producto local tengamos, más facilidad hay para no depender del exterior.
¿Qué necesitan las pequeñas y medianas empresas en La Palma?
Siempre hemos apostado por la formación, por la mejora del conocimiento, la utilización de procedimientos para acercar el servicio al cliente. Y esa es una de las máximas. Hay una cuestión necesaria para el comercio y la economía en general, que es el tema poblacional. En La Palma necesitamos más y para eso hay que fomentar atractivos para que los jóvenes que salen a estudiar fuera regresen a la Isla y puedan desarrollarse profesionalmente aquí. Si conseguimos eso, el éxito lo podremos celebrar entre todos.
Necesitamos aclarar a dónde van a ir a vivir las personas que han tenido que ser evacuadas. A medida que regresen y se normalice la situación, en cada caso se verá si es posible desarrollar la actividad donde estaban, si tienen suficiente población en el entorno o no. Una fórmula magistral es muy difícil. Lo que funcionará es la iniciativa y el criterio de las personas. Esperamos que no se vayan muchos y que opten por desarrollar su imaginación y su capacidad aquí. Y no se trata de fomentar la creación de más comercios, sino de mejorar la manera de llevar los actuales. Mientras no haya un aumento poblacional, no hay espacio para muchos más. El turismo es importante para la recuperación de la Isla.
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