Dos años sin trabajar como docente tras aprobar una oposición: “Pedimos una ordenación justa de las listas”
María del Camino lleva dos años sin poder trabajar en su especialidad pese a haber superado una oposición. Es una de las profesoras aprobadas sin plaza de Canarias que sigue luchando junto a otros docentes que se presentaron al proceso selectivo de Secundaria en 2018. “Imagínate lo que supone el esfuerzo de prepararse estos exámenes durante meses, ver que las fases las estás superando, pero darte cuenta cuando acaba el proceso de que no ha servido para nada”, cuenta esta opositora de la especialidad de Orientación Educativa, la más afectada por la ordenación de listas, que apenas se mueve en esta especialidad. Las 365 personas que aprobaron la oposición ese año pero no obtuvieron plaza pasaron a conformar “una lista kilométrica” que no avanza ya que fueron colocadas al final de un listado de aspirantes que figuraban desde hacía años. Por ello, decidieron conformar Opcan, la asociación de opositores y profesores de Canarias.
Algunas de estas profesoras han tenido algo de “suerte” como Emma, que explica que en estos dos años fue llamada para trabajar dos días cubriendo una baja laboral de una orientadora que además trabajaba en dos centros. “No pude avanzar nada en esos dos días, tan solo prestar asesoramiento a algún profesor y leer algún informe, estuve un día en un centro de educación especial y otro día en un colegio”, lamenta. Y es que, es algo muy habitual en la especialidad de orientación moverse por varios centros, por lo que nunca ha entendido que solo la hayan llamado para un período tan corto. Explica que en las oposiciones se quedó “a dos décimas de conseguir plaza”. “Mi sorpresa fue que me colocaron en el puesto 3.127, después de meses de esfuerzo”, aclara. Tras las quejas que realizó este colectivo después del proceso de oposición, enviando escritos a la Consejería de entonces, encabezada por Soledad Monzón (CC), o a la Diputación del Común, entre otras movilizaciones, como una protesta a las puertas del Parlamento, las listas se reordenaron y en su caso avanzó un poco, hasta el número 355, pero lejos de lo que considera que merecía. Junto al colectivo sigue luchando para que estas listas tengan una ordenación “más justa y que tenga en cuenta los principios de igualdad, mérito y capacidad”.
La mayor dificultad que remarca este grupo de docentes es que la experiencia en los centros educativos tiene mucho más valor en la obtención de plaza. En ese proceso selectivo explica que de diez puntos de méritos, los años de experiencia laboral en enseñanza pública contaban por 7 puntos. Actualmente, en la lista para cubrir ofertas y entrar como interinos en la educación pública, los aprobados sin plaza aparecen colocados a partir de la última persona que haya trabajado en la enseñanza pública hasta la fecha de 31 de diciembre de 2018 y en el caso de maestros hasta ese mismo mes pero del año pasado, ya que en 2019 se celebraron oposiciones de Primaria, y las listas fueron ordenadas hace apenas unos días, explican desde la Consejería de Educación, que matiza que las listas de Secundaria ya fueron ordenadas por el anterior equipo de Gobierno.
“Seguimos a la cola, detrás de personas suspendidas, no presentadas, que entraron a las listas por bolsas… sin que nuestro aprobado de la oposición sea reconocido y sin poder ocupar el puesto en lista que nos corresponde de aplicarse el Decreto 74/2010 y los principios de acceso a la función pública de igualdad, mérito y capacidad”, explica el colectivo en uno de los últimos escritos remitidos al Gobierno de Canarias pidiendo una reunión con el presidente, Ángel Víctor Torres. Desde el Ejecutivo se les ha contestado que la solicitud ha sido remitida a la Consejería de Administraciones Públicas. Elena Suárez, la vicepresidenta de Opcan, indica que en su caso no está tan afectada porque tiene ya varios años de experiencia en la enseñanza pública y cuenta con más tranquilidad, aunque no tenga prioridad para elegir destino. No obstante, sigue luchando porque cree que el sistema no es justo y que se debería dar la oportunidad de trabajar por el hecho de aprobar la oposición. Además, lamenta la situación de sus compañeras de orientación educativa.
Escasez de orientadores y de profesorado
“No pedimos que le quiten la plaza a nadie, pero sí una oposición justa, que es lo que dice la constitución”, aclaran las opositoras, que recuerdan que al menos se ha conseguido que en el último proceso selectivo sea un requisito fundamental presentarse a las oposiciones para seguir formando parte de las listas. En el caso de Orientación Educativa, desde 2008 no se habían convocado procesos selectivos, por lo que la lista para trabajar fue la misma en diez años. Explican que esta especialidad es fundamental para prestar no solo asesoramiento sobre el futuro laboral de los estudiantes, también en atención personal y para el alumnado con necesidades específicas educativas. El profesorado se apoya en estos orientadores para poder dar respuestas a las situaciones del alumnado. “La atención que prestamos incluye también a las familias ya que tenemos que elaborar informes pedagógicos y hablarlo con los padres y madres”, señala Emma.
Así mismo, subrayan que diferentes organismos como la Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España (COPOE) sitúa la ratio en un orientador por cada 250 alumnos, lo cual no se cumple en las Islas ya que suele haber uno por instituto de más de 700 estudiantes o uno por cada dos y tres centros en el caso de Primaria. La sensación de las opositoras es de que no se les tiene en cuenta y no comprenden que la lista se haya movido tan poco cuando este año se ha reducido la jornada laboral de los docentes.
Según cálculos de sindicatos y plataformas como Por un 5% para Educación el próximo año Canarias necesitará de unos 2.500 profesores para poder hacer frente a la bajada de ratio necesaria ante la crisis sanitaria por el coronavirus. Las opositoras sin plaza creen que si de verdad se va a apostar por ello se deben tener en cuenta, incluida la especialidad de orientación, para la cual creen que existe déficit de plazas ya que “en un principio se anunciaron para 2018 142 y fueron reducidas a 88”, apunta. A ello se le añade la sobrecarga de trabajo que tienen muchos orientadores, y más en estos momentos.
El colectivo de opositores sin plaza ha llegado incluso a remitir su queja al Ministerio de Educación durante el estado de alarma, que le ha contestado que se han suspendido los plazos administrativos como este hasta que pase esta situación. De momento, siguen esperando por una reunión con el Ejecutivo y que el próximo proceso selectivo se produzca de una forma más equitativa. Y es que, debido a la crisis sanitaria, las oposiciones previstas este año se han pospuesto, por lo que opositores sin plaza como los de la especialidad de orientación se quedarán otro año sin trabajar.
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