La vida sin turismo y con un 36% de la población en riesgo de pobreza: el parón de la economía canaria en 7 claves
Hoteles cerrados y zonas turísticas desiertas. Es la estampa más llamativa de Canarias desde que se decretase el estado de alarma el pasado 15 de marzo. Desde entonces, los turistas han abandonado las islas de forma progresiva, pero aún quedan unos 10.000 (el Gobierno no dispone del dato concreto). La clausura hotelera resultó algo caótica en los primeros días, donde los aeropuertos canarios protagonizaron amplias colas de facturación en los mostradores. El cierre del espacio aéreo, de los locales de ocio y restauración así como de todas la actividades ligadas al turismo reflejó un aumento del 10% del paro en las Islas en el mes de marzo, que afecta sobre todo a trabajadores y trabajadoras con contratos temporales. También se constatan ya casi 200.000 personas afectadas por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), en su mayoría profesionales ligados al sector servicios.
El mes de confinamiento no afecta de la misma forma a toda la sociedad. A la pérdida de empleo o la incertidumbre por el futuro laboral, también se le suma el parón de la economía sumergida, que permitía subsistir a una parte de la población o a complementar sus ingresos. Las escuelas canarias cerraron dos días antes del decreto del estado de alarma y con ello más de 13.000 menores que se acogen a cuota cero en los comedores corrían el riesgo de quedarse sin al menos esta comida garantizada. La situación hizo trabajar a marchas forzadas y se sustituyó esta fórmula por una compra de 120 euros. Sin embargo, en una comunidad con un 36,4% de la población en riesgo de pobreza y exclusión, según datos de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en Canarias (EAPN-Canarias), la situación se hace compleja.
Turismo: de generar el 35% del PIB a cero
La actividad turística quedó paralizada en un solo mes y en plena temporada alta. Solo en Semana Santa, de recibir 600.000 turistas en 2019 y facturar 403 millones de euros, se pasó a cero. El turismo suponía hasta ahora el 35% del PIB y un 40,4% del empleo del Archipiélago. Sin embargo, las actividades directa e indirectamente relacionadas con este sector “concentran en Canarias la mayor parte de los ERTE por causa de fuerza mayor”, resaltó a principios de esta semana la Consejería de Economía, Conocimiento y Empleo, que recuerda además que “no se va a recuperar de un día para otro” y necesitará “medidas de acompañamiento específicas mientras dure su recuperación”.
La consejera de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, cree que el inicio de la recuperación no se producirá hasta 2021 y que las islas tardarán más de un año en completar la reapertura total del sector turístico. La previsión es que 2020 termine con una caída del 80% en el número de turistas: de 16 a 3 millones. Esto se traduce en que la economía del Archipiélago, que tiene una alta dependencia del cliente extranjero, puede sufrir un desplome histórico del 28% en su PIB. Por ello, ha solicitado al Estado mayor esfuerzo para paliar estas consecuencias como ayudas y liquidez a las empresas turísticas, la prolongación de los ERTE tras el cese del estado de alarma o la aportación de los fondos pendientes para la modernización de los espacios turísticos.
Solo 15 hoteles abiertos y espacio aéreo limitado
El Gobierno estatal impuso el pasado 19 de marzo el plazo de una semana para el cierre total de los hoteles. Cinco días después publicó en el BOE un listado con los que podrían continuar abiertos. En Canarias, actualmente hay una quincena, aunque van variando. Estos establecimientos se mantienen abiertos porque hay turistas que no pudieron regresar a sus países de origen o porque venían por un período amplio de vacaciones, entre otros asuntos. Las aglomeraciones en los aeropuertos canarios en los primeros días del estado de alarma generaron quejas de numerosos viajeros. “¿Dónde están las medidas de seguridad”, se cuestionaban.
El espacio aéreo del Archipiélago ha ido limitándose cada vez más. El día 16 de marzo el Gobierno regional anunciaba que había pedido al Estado reducir a 17 vuelos diarios, frente a los 115 habituales, las conexiones de las Islas con el resto del país. Este 9 de abril, el tráfico aéreo se limitaba a nueve conexiones semanales. Los vuelos entre islas se han limitado, primero a un 40% y actualmente solo se mantienen diez vuelos por sentido al día.
26.267 solicitudes de ERTE
En los primeros días de la declaración del estado de alarma las empresas canarias registraron 4.000 ERTE, una cifra que ha ido en aumento hasta situarse actualmente en 26.267 solicitudes de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por causa de fuerza mayor, con un total de 195.183 trabajadores y trabajadoras afectadas. Las pymes de hasta 50 personas empleadas concentran la mayor parte de las solicitudes (98,1%). Además, solo las empresas de entre 1 y 5 personas empleadas acumulan 19.448 solicitudes, el 74,98% del total.
Hostelería y comercio acogen el mayor número de expedientes, con el 32,15% y el 25,94% del total. A estas actividades le siguen otros servicios (7,81%); transporte y almacenamiento (6,76%); actividades artísticas recreativas y de entretenimiento(4,02%); actividades administrativas y servicios auxiliares (4%); actividades sanitarias y de servicios sociales (3,97%); construcción (3,58%); industria manufacturera (3,25%) y educación (3,13%). Por sectores económicos, los de hostelería (32,1%), comercio (25,9%) y resto de servicios (34,6%) concentran la mayor parte de los expedientes.
Casi 20.000 parados más en marzo
El pasado 2 de abril se conocían los datos del paro del mes anterior, que en Canarias se situó en 227.634 desempleados. Este dato supuso un aumento de 19.797 personas en este mes (+9,53%). Uno de los principales motivos es la elevada cifra de contratos temporales o pendientes de finalizar. Lo sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT recordaron ese día que a este incremento se le suman los parados de larga duración y el hecho de que no todas las entidades volverán a la normalidad cuando pase el estado de alarma decretado en España por esta crisis sanitaria. Habrá sectores que se recuperarán más tarde.
Crece la desigualdad
Organizaciones como Cáritas alertan ya del aumento de personas que solicitan ayuda ante esta situación. Solo en Tenerife esta ONG ha recibido en marzo más de 2.800 peticiones urgentes, de las que 320 fueron nuevas solicitudes (un 11% más). Además, estima que el aumento del desempleo genere un crecimiento de estas solicitudes de ayuda. La entidad, además, insiste en que uno de los colectivos más vulnerables es el de las personas sin hogar. Solo en esa provincia hay alrededor de un millar de personas que viven en infraviviendas, asentamientos, quebradas, barrancos, casas abandonadas o cuevas.
Los ayuntamientos se encuentran estas semanas reforzando las ayudas sociales ante la crisis que ha generado el coronavirus, mucho más acuciada en las personas que ya partían de una situación desigual. Así mismo, la colaboración del Ejército con los Bancos de Alimentos ha permitido el transporte de más de 11.000 kilos de comida en Canarias, según destacó el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Miguel Ángel Villarroya el pasado domingo.
¿Para cuándo una renta básica?
Movimientos sociales solicitan con insistencia estas semanas la implantación de una renta mínima que garantice unos ingresos a las familias para poder hacer frente al pago de alquileres, alimentos y otras facturas. El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ha llegado a asegurar que se está “trabajando para que haya un ingreso mínimo vital lo antes posible”. Implantar una renta ciudadana es uno de los objetivos marcados por la Consejería de Derechos Sociales del Gobierno de Canarias, liderada por Noemí Santana (Podemos). Dadas las circunstancias, ha planteado al Gobierno una renta de emergencias coyuntural que permita desahogar a las familias que peor lo están pasando en estos momentos.
El portavoz del Ejecutivo canario, Julio Pérez (PSOE), informaba la pasada semana que Canarias pondrá en marcha esta prestación social de emergencia. Se trata de una medida transitoria entre la actual Prestación Canaria de Inserción (PCI) y la renta ciudadana que prevé el Estatuto de Autonomía de Canarias. Partidos de derechas como el PP han demandado también esta prestación social de emergencia. El portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular, Poli Suárez, ha asegurado que esta ayuda debe aprobarse “de manera simple, ágil y sin tantas trabas burocráticas”.
Voces históricas del PP en el ámbito nacional, como el exministro Luis de Guindos, llegó recientemente a defender la implantación de esta renta mínima, después de años de recortes cuando gobernaba en la etapa de Mariano Rajoy. A esta defensa de la renta mínima se ha sumado también el conservador Círculo de Empresarios de Gran Canaria.
¿Usar el superávit?
En las comparecencias del presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, siempre ha reiterado que ha insistido al Ejecutivo central que se le permita utilizar el superávit (ya que Canarias es una de las comunidades más cumplidoras con la regla de gasto) para paliar las consecuencias que la pandemia deja en las Islas, que agravan la situación de pobreza y exclusión que existe en el Archipiélago. Ayuntamientos canarios y cabildos han reiterado esta propuesta. Se calcula que el superávit de 2019 es de 300 millones de euros.
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