Los genios y las puertas

El presidente del Gobierno de Canarias y su consejero de Sanidad, José Manuel Baltar, se levantaron la semana pasada con una valla publicitaria que criticaba la privatización de la sanidad canaria. La valla no gustó. De hecho, gustó tan poco que en el Gobierno de Canarias decidieron retirarla al día siguiente. Una genialidad que ha causado más impacto que el mensaje de la valla publicitaria.

Los colectivos en defensa de la sanidad pública canaria respondieron sacando a la calle el cartel con las caras de Clavijo y Baltar. Rectifico, esto sí que fue una genialidad. Y es que la respuesta del Gobierno de Canarias demuestra, una vez más, que en la Consejería de Sanidad mandan intereses muy concretos. El tiempo mostrará si la puerta giratoria se abre para recibir al consejero Baltar como en Lluvia de estrellas.

Y es que lo que a muchos nos parece una defensa obvia de la sanidad pública para otros es un ataque. La denuncia pública sobre el servicio de Medicina Nuclear en el Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria, que gestiona el grupo Clínica San Roque, ha levantado ampollas en el Gobierno de Canarias y ha provocado dolores de cabeza al mejor gestor, según Clavijo, de la sanidad canaria.

El dolor de cabeza de Baltar y el nerviosismo por la proximidad de las elecciones cada día se hace más intenso en el Parlamento de Canarias. El pasado martes Patricia Hernández le recriminó a Baltar una entrevista a modo de publicidad encubierta en un medio de comunicación canario. A esto Baltar respondió con otra genialidad: “Yo he venido a este Gobierno a construir, veo que otros han venido a restar y a dividir. Lo siento, porque el daño que usted le hace sistemáticamente a la sanidad canaria se lo hace a todos los ciudadanos en el cuidado de su salud. Siga usted en esa línea y se consagrará”. Puede que el consejero de Sanidad sea un genio, pero le faltó eso que “de casa se viene lloradito”.

En Lluvia de estrellas, cuando un niño entraba por la puerta del programa, salía transformado en un artista. Algo parecido hemos visto con otro genio. Esta semana hemos conocido una noticia con menos impacto mediático que las que nos proporciona Baltar: el expresidente Paulino Rivero se ha incorporado al equipo directivo del grupo Naviera Armas-Trasmediterránea. Lejos quedó la intención del expresidente canario de presidir el Club Deportivo Tenerife. Mucho más lejos que la de presidir un equipo de fútbol está esa intención de los políticos de volver a su trabajo original, porque el expresidente Paulino Rivero, aparte de político, fue maestro.