Las administraciones acuerdan reactivar el proyecto de losa de hormigón para las estaciones de Santander
Dos gobiernos, el de España y el de Cantabria, y un socio al frente del Ayuntamiento de Santander, el PP, han dicho basta y han desbloqueado el proyecto de unificación de las estaciones de tren en la ciudad, tras un ultimátum de ADIF después de cerca de tres años de parón del estudio informativo que formulaba como solución definitiva encajonar la nueva 'playa' de vías bajo una losa de hormigón. En los términos planteados, o se acepta lo que hay o se pierde financiación del Estado y habrá que esperar 15 años para un nuevo estudio de ordenación.
La losa se mantiene, con pequeñas modificaciones, y el estudio se da ya como base indiscutible, lo que deja el proceso de participación ciudadana y el concurso de ideas que promovía la Concejalía de Urbanismo de Javier Ceruti (Cs) en una mera composición cosmética de cómo quedará la superficie y los 35.000 metros cuadrados de suelo que se libere junto a la calle Castilla. No obstante, Ceruti ha considerado que el pacto de gobernabilidad con el PP no ha quedado roto pese a que no está de acuerdo con la solución, ya que cree que no se ha dicho aún la última palabra.
La Delegación de Gobierno ha acogido este lunes un encuentro del administrador de infraestructuras ferroviarias (ADIF), el Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de Santander. Lo irónico de la situación es que el encuentro fue propiciado por la propia Concejalía de Urbanismo, interesada en conocer información técnica sobre la unificación de vías para volcarla en la convocatoria del concurso de ideas, pero el resultado fue político y dos administraciones y un socio, que representan a tres partidos -PSOE, PP y PRC- dieron la puntilla a la intención de Ciudadanos de repensar por completo el proyecto condicionado por el parecer de unas mesas sectoriales.
El Gobierno central no ha estado representado por un mero técnico de ADIF, sino que a Santander se ha desplazado el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), Xavier Flores. Junto a él se han sentado el consejero de Urbanismo del Gobierno cántabro, José Luis Gochicoa (PRC), la alcaldesa de Santander, Gema Igual (PP), y los concejales de Fomento, César Díaz (PP), y el citado concejal de Urbanismo, Javier Ceruti (Cs).
Tras dos horas de reunión, el panorama ha cambiado por completo. Dos son los elementos de presión que han hecho valer los partidarios de reactivar ya el proyecto de gran losa: uno, el tiempo: una nueva redefinición del estudio informativo alargaría la reordenación una década o 15 años; dos, el económico: el proyecto ha perdido el tren de la primera tanda de fondos europeos y no se quiere que se pierdan nuevas convocatorias de financiación, por no decir que la nueva Ley de Movilidad Sostenible que se va a aprobar en el Congreso recortará sustancialmente la financiación comprometida por el Estado, que quedaría a la mitad o en un tercio de lo actualmente comprometido si no se reactiva el proyecto ahora.
El convenio con ADIF y el Gobierno de Cantabria data de 2018 y plantea una inversión de 187 millones de euros para la zona entre la ladera de la calle Alta y el barrio de Castilla-Hermida, en Santander. ADIF tiene comprometidos 137 millones de la operación, mientras que el Gobierno de Cantabria pagará 29,7 millones y el Ayuntamiento de Santander otros 19,82 para urbanizar el espacio resultante. De manera indirecta, Santander también haría una aportación en especie al proyecto: aprovechamientos urbanísticos en Cajo.
Cambios mínimos
La reactivación no se ha producido por un cambio sustancial del proyecto por parte de ADIF. Lo que ha hecho el gestor desde el último encuentro en 2021 es aliviar la imagen dura del cajón de hormigón, escalando de forma descendente las cotas del mismo desde la calle Alta a la calle Castilla. La última cota será tres metros inferior a la prevista, es decir, los vecinos de Castilla-Hermida tendrán enfrente de sus casas un muro de más de 7,7 metros de altura.
El proyecto de ADIF establecía dos cotas para la plancha de hormigón: una de 10,7 metros de altura, en las proximidades de la calle Castilla y otra de 13,7 metros de altura, cerca ya del Parque del Agua. Asimismo, está previsto que bajo los 13.000 metros cuadros del parking actual se sitúe un nuevo aparcamiento subterráneo.
Otro de los cambios introducidos es el de los sistemas de ventilación de la losa que cubrirá las vías: con la modificación ya no atravesará la superficie sino que se utilizarán los laterales, lo que amplía las posibilidades de intervención urbanística en superficie. Dicha intervención, junto con la ordenación de los espacios que se liberen, tras la unificación de vías de ancho ibérico y ancho métrico al norte será para lo que se convoque el concurso de ideas.
Valoración del Ayuntamiento
Ceruti, acorralado por su socio y otras administraciones implicadas en la operación, no da su brazo a torcer, no obstante, a la hora de reconocer que se haya podido incumplir el pacto de gobernabilidad en el Ayuntamiento, que recogía expresamente la capacidad de veto del socio Ciudadanos.
Ceruti ha indicado que no está de acuerdo con lo propuesto por los demás, que constriñe el ámbito de decisión a cómo quedará la losa, no a su existencia, y ha añadido que en cuanto reciba documentación de ADIF en Urbanismo se decidirá si se desbloquea algún proyecto parcial. La valoración final la emplaza a futuro, por lo tanto, y entiende que Urbanismo es quien tiene la competencia, quien ha de decidir y que de momento no se ha tomado ninguna decisión unilateral en contra de un parecer que no se ha formulado, según dice.
“No se ha hecho nada que incumpla todavía el pacto de gobierno. Si se impusiera unilateralmente una medida entendería que sí se está incumpliendo porque además la competencia de Urbanismo es de Ciudadanos y tiene que ser Ciudadanos el que tome las decisiones”, ha dicho.
Ceruti, enrocado en la capacidad decisoria de Urbanismo, ni siquiera descarta una reapertura de la negociación con ADIF. “Van a mandarnos documentación y nosotros valoraremos la posibilidad de desatascar alguno de los proyectos parciales que están parados en este paréntesis y así lo haremos”, han sido sus palabras. Pero “aceptar sin más ese estudio de reordenación sería capar el proceso de participación ciudadana. Nosotros aspiramos a que haya una negociación [entre ADIF y el Ayuntamiento] que pueda llevar a una solución mejor”.
La alcaldesa lo tiene completamente claro en sentido contrario. La reordenación no es cuestionable y sobre lo que cabe hablar es de la ordenación de la superficie. “A partir de los requerimientos ferroviarios”, Igual reconoce “el estudio informativo para que, a partir de ahí, se haga un concurso de ideas y se pueda ver cómo se hace transitable la losa y cómo quedan los espacios para los santanderinos”. “Estamos de acuerdo en supeditar sobre la base de ese estudio informativo el concurso de ideas”, ha concluido. La alcaldesa ha asegurado que en ninguna otra ciudad se ha condicionado el estudio informativo a un concurso de ideas.
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