La comarca del Besaya clama en apoyo de los trabajadores de Greyco
Los vecinos del Valle de Buelna volvieron a salir a la calle de forma masiva para demostrar su solidaridad con los trabajadores de la factoría Greyco, que continúan en huelga desde el pasado 19 de enero para exigir el pago de sus salarios atrasados y la inversión inmediata en las instalaciones de una fábrica que sufre un deterioro notable. Los organizadores de la marcha, que unió los ayuntamientos de Los Corrales y San Felices, cifraron en cerca de 3.000 personas la afluencia a la manifestación celebrada este sábado.
Desafiando las duras condiciones meteorológicas, la comarca del Besaya recuperó su histórica conciencia obrera y muchos trabajadores de empresas de la zona se dieron cita en una manifestación que sirvió para alentar a los empleados de Greyco, muy tocados en la recta final de la que será su cuarta semana consecutiva de paro total. El presidente del Comité de Empresa, Francisco González, anunció durante su intervención que prolongarán sus protestas hasta que la propietaria de la factoría, Frenos Iruña, haga frente a sus deudas y establezca un plan de viabilidad “serio y creíble”.
“Trabajamos en unas condiciones infrahumanas y todo tiene un límite. Los trabajadores somos los únicos que estamos comprometidos con esta empresa y contamos con el apoyo de toda la comarca del Besaya”, aseguró a eldiario.es Cantabria el líder sindical, que insistió en la necesidad de que intervenga el Gobierno de Cantabria para mediar con los dueños.
Por este motivo, el próximo lunes mantendrán una reunión con los responsables de la empresa pública Sodercan, en un encuentro que esperan que les abra la puerta a una mediación del presidente autonómico, Ignacio Diego, y del consejero de Industria, Eduardo Arasti, que todavía no se han interesado por su precaria situación.
La marcha contra el “desmantelamiento” de la fábrica por parte de la empresa propietaria, Frenos Iruña, discurrió con absoluta normalidad y contó con la presencia de los secretarios generales de Comisiones Obreras, Carlos Sánchez, y de UGT, María Jesús Cedrún, sindicatos convocantes de la manifestación.
Junto a los trabajadores de Greyco también se dejaron ver dirigentes políticos como los máximos responsables del PRC y PSOE, Miguel Ángel Revilla y Rosa Eva Díaz Tezanos, o los alcaldes de San Felices de Buelna, José Antonio González Linares, y de Los Corrales de Buelna, Mercedes Toribio.
Al término del a marcha, que superó todas las expectativas si se tiene en cuenta el mal tiempo, los trabajadores reclamaron el pago de los salarios que les deben -la nómina de diciembre, la paga extra de Navidad y parte del sueldo de enero-, así como el mantenimiento de las instalaciones, para lo que hace falta “inversión y un cambio en la política comercial”, según defiende la plantilla.
Garantía de cobro
A lo largo de todo el recorrido se vivieron momentos muy emotivos, como cuando los trabajadores pasaron por distintos comercios, bares y restaurantes que han prestado su apoyo durante los días de protesta en la calle, en las inmediaciones de la fábrica, o en el momento en el que varios empleados de Nissan salieron a aplaudir al paso de la manifestación encabezada por la plantilla de Greyco.
Tras la última reunión mantenida en el Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (Orecla), el conflicto parece cada vez más lejos de arreglarse. Los propietarios enviaron un procurador en su nombre y exigieron que se garantice “su integridad física”. La plantilla lleva afectada desde hace cinco años por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que se renueva anualmente y que para 2015 tiene una duración de 60 días.
Los trabajadores, por su parte, temen que Frenos Iruña siga con el desmantelamiento de la factoría cántabra y barajan trasladar sus reivindicaciones a Pamplona, donde tiene su sede central. “Las piezas y las máquinas de Greyco no saldrán de la fábrica. Si lo quieren hacer, tendrá que ser por encima de nuestro cadáver. Esa es la garantía de que vamos a cobrar lo que nos deben. Si son los propietarios, lo son para lo bueno y para lo malo, así que apechuguen”, insistió el presidente del Comité de Empresa.