'Los cristales translúcidos', el libro sobre el singular proyecto educativo del Colegio Lupasco
El Centro Cultural Doctor Madrazo acogerá el jueves, 26 de octubre, a las 19.00 horas, la presentación del libro 'Los cristales translúcidos', que recoge las experiencias y reflexiones de siete profesoras del Colegio Lupasco, de Santander, una cooperativa de docentes que lleva 40 años dedicada a la enseñanza de alumnos con problemas de conducta y comportamiento, a los que se suele denominar 'niños difíciles'.
El libro lleva por subtítulo 'Colegio Lupasco, un proyecto singular' y ha sido publicado por la editorial cántabra El Desvelo Ediciones, distribuyéndose en toda España con intención de ofrecer a padres y profesores consejos y pautas de actuación, entre otros aspectos. Son coautoras las docentes Begoña Cacho, María Alfaro, Luisa Amigo, Gema Marina Calderón, Avelina Moreta, Natalia Palacio y María Jesús Puente.
'Los cristales translúcidos' aborda un terreno poco difundido como es la educación de niños y adolescentes que suelen ser considerados difíciles. Trata de los alumnos, familias, docentes, leyes, programas, conductas y métodos. Todo un conjunto de temas e ideas importantes y muy controvertidos en el campo psicoeducativo.
“Nuestro colegio desea contribuir a que esta delicada realidad se conozca. Tal vez para ello la primera tarea consista en comprender esas conductas contradictorias y aparentemente extrañas a las que no tenemos acceso”, aseguró la coordinadora de la publicación y docente Begoña Cacho.
Exigen estos alumnos un modo de trabajo psicopedagógico adaptado a su realidad. Un modo de comprensión de su ser que permita a los padres, al personal educativo y a todos aquellos que los rodean una forma de tratarlos que respeto, al tiempo, su igualdad y su diferencia con los demás.
Con este trabajo se pretende presentar los interrogantes acerca de sus conductas, las manifestaciones de su deseo, sus quejas, su angustia o su depresión, así como su relación con las personas y el medio que los rodea. Se ha adoptado tres puntos de vista para presentar esta complejidad. El de los niños, como protagonistas; el de las familias y el del personal educativo, cuyas respuestas son distintas; y el contexto político que apoya o dificulta la atención que necesitan.