La Fundación Franz Weber considera que Cabárceno es un “peligro” para los animales

La muerte de un Leopardo por personal del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, en Cantabria sigue levantando críticas entre las organizaciones conservacionistas, que acusan al Gobierno de Cantabria de gestionar deficientemente esta instalación, invitándole a repensar el modelo de parque que se necesita o bien adscribiéndolo a otra consejería que no sea la de Turismo.

La Federación DEAN (Defensa Animal en Cantabria) ya criticó “la pésima gestión de especies que realiza el Parque de Cabárceno” tras conocerse que “uno de los dos leopardos persas fuese abatido a tiros tras escaparse de su recinto”. DEAN estudia acciones legales contra Cantur, empresa pública gestora del parque, y ahora la Fundación Franz Weber y ecologistas Equo se suman a las críticas.

La Fundación Franz Weber ha invitado al Ejecutivo a realizar una profunda reflexión sobre el modelo de parque de Cabárceno, ya que en su opinión supone actualmente un “peligro” para los animales.

Los naturalistas señalan que, al menos desde 2014, se han producido “incidentes de gravedad” en el parque zoológico, “desde la nocturnidad de la matanza a tiros de todos los lobos adultos, el incendio que en 2018 supuso la muerte de tres jirafas en su propia caseta, la sanción de Inspección de Trabajo en 2021 tras el fallecimiento de un trabajador golpeado por una elefanta, y ahora la huida del felino de su espacio”.

La ONG internacional ha criticado que la instalación está gestionada “como si fuera un simple parque de atracciones” y el propio organismo gestor “no es una entidad especializada, sino una empresa pública de promoción turística”.

“El interés exhibicionista es tal que la organización sigue vendiendo la 'visita salvaje', en donde los visitantes, previo pago de 230 euros por adulto y 115 euros por menor, pueden acceder a estancias de los animales, algo completamente desaconsejable si se trata de un centro que pretende la conservación y reintroducción de la fauna”, ha censurado.

Al respecto, ha criticado que el “supuesto interés conservacionista es ínfimo” y los porcentajes de animales reintroducidos “son desconocidos para la ciudadanía, permaneciendo los seres durante toda su vida en los diferentes espacios delimitados”.

“La muerte de Yala es solo otro ejemplo más de que el Gobierno cántabro no plantea soluciones a corto ni a medio plazo para Cabárceno más allá de seguir explotando a decenas de animales como atractivo comercial y turístico”, ha concluido.

Equo

Verdes Equo ha exigido que el Parque de la Naturaleza de Cabárceno no dependa de la Consejería de Turismo, al tiempo que ha denunciado la muerte “evitable” del ejemplar de leopardo persa, especie en peligro de extinción.

El partido ecologista centra su crítica en que el Parque de la Naturaleza de Cabárceno dependa de la Consejería de Turismo cuando es un espacio dedicado a la conservación ex situ, en cautividad, de fauna silvestre en peligro de extinción.

En este sentido, la normativa especifica que las razones de mantener animales en cautividad son la conservación, la educación y la investigación, pero Cabárceno depende de la Consejería de Turismo, a través de Cantur, por lo que éste “se considera un recurso turístico”.

Los ecologistas han criticado que se haya producido “un fallo de las medidas de prevención” que debieran haber evitado la fuga del leopardo, más cuando “ya mostraba una conducta muy activa y agresiva”, por lo que, en su opinión, “no era difícil prever que pudiera buscar la manera de escaparse y que se debiera haber reforzado la vigilancia y seguridad del recinto, para evitar tener que decidir entre la seguridad de las personas y la vida de los animales”.

Por ello, ha subrayado la necesidad de que se actualice el protocolo “para evitar estas desgracias y no poner en peligro la vida de los animales en peligro de extinción ni las vidas de personas trabajadoras del parque y visitantes”.

Igualmente considera “urgente” que la dirección del Parque de Cabárceno “analice los fallos ocurridos y revise y actualice el protocolo de prevención de fugas” para que no se repitan hechos similares.