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ENTREVISTA
Portavoz parlamentario del Partido Regionalista de Cantabria

Pedro Hernando (PRC): “¿Gobernabilidad de España? La que haga falta, pero con Vox, no”

Pedro Hernando, portavoz parlamentario del PRC.

Laro García

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Pedro Hernando (Santoña, 1968) acumula una amplia experiencia como diputado y portavoz del PRC en el Parlamento de Cantabria. Está acostumbrado a debates acalorados, pactos de última hora y negociaciones entre bambalinas, aunque esta legislatura no hayan sido tan necesarias porque el acuerdo entre regionalistas y socialistas que sostiene al Gobierno presidido por Miguel Ángel Revilla goza de buena salud. “Las cosas se están haciendo razonablemente bien, y la percepción que tenemos del pacto con el PSOE y de cómo ha funcionado el Gobierno es bastante positiva”, asegura. A pesar de algunos enfrentamientos públicos en materias como la protección del lobo, también defiende la gestión del Ejecutivo central en lo que respecta a las decisiones que se han tomado para hacer frente a la actual coyuntura de crisis y reivindica el cumplimiento de todos los compromisos del Estado con Cantabria a lo largo de los últimos años.

Este abogado y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cantabria no rehúye ninguna pregunta, incluido el futuro electoral más próximo, y recuerda que “el PRC es un partido abierto a la gobernabilidad de España, salvo una línea roja indiscutible” que tiene que ver con la defensa del estado de las autonomías. “Nosotros no podemos apoyar un Gobierno ni vamos a pactar con quien quiere destruir las comunidades autónomas, con quien estaría encantado con que Cantabria desapareciese del mapa, con quien estamos seguros de que iba a limitar la financiación de Cantabria en beneficio del Gobierno central. Eso no sería admisible para los regionalistas y es una línea roja gruesa para cualquier pacto de gobierno en el futuro. ¿Gobernabilidad de España? La que haga falta, pero con Vox, no. Nuestra idea de España y la de Vox difiere tanto como nuestra idea de España y la de Esquerra Republicana”, subraya en relación a un hipotético acuerdo entre el PP de Alberto Núñez Feijóo y la formación de extrema derecha liderada por Santiago Abascal. En lo que se refiere a Cantabria, confía en mantener la hegemonía regionalista y considera que “los pactos se determinarán en función de los votos, la coyuntura, el cumplimiento de los acuerdos y la proyección de futuro”.

Estamos en la recta final de la legislatura, a menos de un año para las próximas elecciones autonómicas y municipales. ¿Qué balance hace de la gestión del bipartito PRC-PSOE?

Hemos tenido que atravesar la etapa más complicada de la historia de Cantabria. También de la historia de España, posiblemente. Ninguno imaginaba, cuando en 2019 asumimos nuevamente la tarea de gobernar, que nos íbamos a encontrar con una pandemia mundial, con la paralización absoluta de la economía en España, una guerra en Europa cuando la recuperación empezaba a tomar impulso, el problema de las energías, de las materias primas, el alza de los precios y la inflación. Dicen que los políticos se miden por lo que son capaces de hacer en los peores momentos, y en ese sentido, creo que los regionalistas hemos demostrado que en los malos momentos hemos sabido aguantar la situación en Cantabria. Tenemos que agradecer su trabajo a la Sanidad cántabra, al personal de Servicios Sociales, de las residencias... a todos los que han estado atendiendo los servicios públicos durante la pandemia. Cantabria aguantó y está aguantando razonablemente bien. La última EPA decía que Cantabria era la comunidad autónoma con el menor paro de España, acabamos de conocer el Informe AROPE, que dice que pese a la situación de pobreza es terrible y no puede servirnos nunca esos datos como para estar orgullosos, Cantabria está entre las cinco autonomías con menos nivel de pobreza de España. Y el estudio del Observatorio de la Sanidad dice que Valdecilla está entre los 15 mejores hospitales de España, contando con que los diez primeros están en Madrid y Barcelona. Las cosas se están haciendo razonablemente bien, y la percepción que tenemos del pacto con el PSOE y de cómo ha funcionado el Gobierno es bastante positiva.

En los últimos meses de legislatura siempre se intenta llevar a cabo una intensa labor legislativa para sacar adelante leyes que de otra forma quedarían en el cajón... ¿Cuáles son las prioridades de su Grupo Parlamentario?

Hemos hecho una intensísima labor legislativa esta legislatura. Este es uno de los parlamentos más legisladores de España. Este mérito también hay que reconocérselo a los diputados y diputadas de Cantabria. Aquí no existe el Decreto Ley, pero lo hemos sustituido por el acuerdo y el consenso para facilitar leyes en tiempos muy cortos. La ley más importante son los Presupuestos de cada año, que eso es el ADN del regionalismo. Votar regionalismo es saber que Cantabria va a tener presupuestos todos los años, no como sucede en el Ayuntamiento de Santander, que siendo el municipio más importante de Cantabria va a estar dos años sin presupuestos. Eso con el PRC nunca pasará. Al margen de eso, la norma más importante ya la hemos aprobado, que es la Ley del Suelo. Todo el mundo dudaba de ello, y ahí está. Es una realidad.

Hemos sido críticos con otras decisiones del Gobierno de Pedro Sánchez, pero en la manera en la que se está afrontando la crisis, cuenta con todo el apoyo del PRC

Es evidente que esta no ha sido una legislatura normal, atravesada por la pandemia y con las consecuencias de una guerra en Europa que ha generado una importante incertidumbre en la economía. ¿Cómo valora en este contexto las medidas impulsadas por el Estado? ¿Cree que van en la buena línea para paliar los efectos más graves sobre los ciudadanos?

De las situaciones de crisis se sale con política, y hay distintas maneras de hacer política. En la crisis de 2008 se hizo política de una determinada manera: con reducción del gasto, ahogo del crédito, subvenciones y rescates a los bancos... Ahora, en esta crisis, se está saliendo de una manera radicalmente distinta: apoyando a aquellos que más están sufriendo la crisis, tomando medidas sociales que afectan directamente a los ciudadanos de las clases medias y bajas. Son medidas con ayudas directas y otras con un carácter fiscal serio para mantener unos servicios públicos de calidad en una situación como la que estamos viviendo. Para mantener esos 20 céntimos de subvención a las gasolinas, para mantener la bajada del IVA a la electricidad, la bajada del IVA del gas... hay que pagar impuestos. Y lo lógico es que esos impuestos los paguen los que más tienen. Esa es la filosofía de este Gobierno y esas medidas afectan a 36.000 funcionarios de Cantabria que van a ver sus nóminas incrementadas un 6% en total. Van a estar en la misma situación más de 100.000 cántabros jubilados, que van a ver como sus pensiones se revalorizan un 8,5%. Van a estar en esa situación todos aquellos que van a poder incorporar en sus declaraciones de IRPF las deducciones que el Gobierno ha diseñado para las rentas menores de 35.000 euros. ¿Cuál es la valoración de los regionalistas? Que siempre se puede hacer más, claro, pero que lo que se está haciendo por parte del Gobierno de España cuenta con todo nuestro apoyo y así lo hemos demostrado cuando hemos votado a favor en el Congreso y el Senado los decretos que aprobaban estas medidas, no como otros partidos, que se han posicionado en contra, y hay que decirlo también. Si hubiera sido por otros, como PP y Vox, estas medidas no estarían en marcha. Esa es la realidad. Hemos sido críticos con otras decisiones del Gobierno de Pedro Sánchez, pero en esto, en la manera en la que se está afrontando la crisis, cuenta con todo nuestro apoyo, y los Presupuestos Generales de Cantabria para 2023 van a ir en esa misma dirección.

Sin embargo, hay dos respuestas muy concretas de la última encuesta del CIS que llaman mucho la atención: La situación económica general es mala o muy mala para el 73,2% de los españoles, mientras que la situación económica personal es buena para el 60%. ¿A qué cree que se debe esa gran diferencia entre la percepción y los datos objetivos y medibles?

Por deformación profesional, soy un defensor a ultranza de los derechos y libertades, pero creo que España está viviendo un momento muy complicado en lo que se refiere a la información de los medios, porque las noticias que se transmiten a través de determinados canales son todas negativas. Hacen que el ciudadano, cuando enciende la radio o la televisión, cuando lee el periódico, lo que se encuentra son solo noticias negativas. Eso va generando una sensación de que las cosas no van bien. En cambio, cuando ese ciudadano sigue recibiendo su sueldo cada mes, sigue levantándose a trabajar, sigue pudiendo pagar las extraescolares de sus hijos, no ha tenido que pagar la matrícula de la Universidad porque hay becas... se da cuenta efectivamente de que la mayoría de las cosas que compra y necesita han subido, pero que pese a todo, sigue teniendo cierto margen para llegar a fin de mes o permitirse unas vacaciones, como hemos visto este verano. ¿Qué hay un núcleo importante de población que tiene más dificultades? Sin duda, y hacia esos tienen que dirigirse las medidas. El Ingreso Mínimo Vital, así como el resto de las ayudas que se conceden a las personas que peor lo están pasando, revierte directamente en actuaciones que dinamizan el mercado, vuelven a generar impuestos, etcétera. Creo que hay una percepción de que no nos va tan mal como en la anterior crisis, pero la percepción global con la guerra de Ucrania, la subida de precios y con la información que recibimos de los medios de comunicación es peor. Esa encuesta por la que me preguntas demuestra que las cosas tampoco van tan mal.

¿Y el famoso ‘papeluco’ del que habla siempre Miguel Ángel Revilla se está cumpliendo? ¿Cree que el Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos está cumpliendo con sus compromisos con Cantabria?

A ese ‘papeluco’ habrá un momento, y creo que no dentro de demasiado tiempo, que habrá que llamarle ‘papelazo’. Todas y cada una de las cosas que pusimos ahí se están cumpliendo. ¿Alguien pensaba que el Gobierno de España, después de la experiencia que tuvimos con Mariano Rajoy, iba a pagar las obras del Hospital Valdecilla? ¿Alguien pensaba que nos devolverían el IVA que nos había quitado Cristóbal Montoro? Estamos hablando en total de más de 100 millones de euros. ¿Alguien pensaba que las obras del Desfiladero de La Hermida, después de las continuas tomaduras de pelo del PP, se iban a poner en marcha? ¿Alguien pensaba que realmente las obras del AVE iban a seguir de Palencia a Reinosa? La realidad es que alguien sí lo pensaba: el que hizo el ‘papeluco’ y que ha ido presionando para que se haya ido cumpliendo punto por punto. Me gustaría que se tirara de hemeroteca: cuando se planteó el problema de las Cercanías en Cantabria dijimos que el PRC no apoyaría el Presupuesto si no había una apuesta decidida en este sentido. Y son 97 millones de euros en Cercanías en el próximo Presupuesto. Eso es el ‘papeluco’: la reivindicación de los regionalistas cántabros en Madrid. Yo no he visto esa reivindicación ni en los diputados del PP ni en los diputados de Vox.

Ha habido tensiones, pero en general, las relaciones con el Gobierno de la Nación son buenas y se desarrollan dentro de unos parámetros razonables

Y volvemos a una cuestión de realidad frente a la percepción, porque a pesar de todos esos compromisos que consideran cumplidos, da la sensación de que las relaciones entre el PRC y el PSOE no viven su mejor momento. ¿No es contradictorio ese alejamiento con sus socios de Gobierno?

Es que existen algunos elementos de disfunción que son normales en la política. Nosotros no apoyamos a este segundo Gobierno de Pedro Sánchez y dijimos que no lo apoyábamos porque sus socios no eran fiables e iban a generar más problemas que soluciones. Hemos ido apoyando los presupuestos o las leyes en función del interés o de su conveniencia para Cantabria y para España. Eso nos ha llevado a que se hayan producido situaciones tensas que siguen estando encima de la mesa, como por ejemplo en el tema de la protección del lobo, donde nos hemos pronunciado de manera muy clara y lo hemos hecho de forma conjunta con el resto de las comunidades del norte de España, porque es incomprensible que la decisión del lobo la tomen comunidades donde no existe el lobo. Nosotros somos los mayores defensores de la especie, siempre y cuando sea preferente la especie humana, nuestros ganaderos, que siempre han estado ahí. Ahí siguen existiendo enormes tensiones con una parte del Gobierno de Pedro Sánchez. También ha habido tensiones en materia pesquera, pero en general, las relaciones con el Gobierno de la Nación son buenas y se desarrollan dentro de unos parámetros razonables.

En muchos de esos asuntos que han generado tensiones no ha sido raro ver al PRC votando conjuntamente iniciativas del PP, Ciudadanos o Vox en el Pleno del Parlamento de Cantabria o en las Cortes, arrinconando en temas concretos a su socio de gobierno. ¿Son una muestra de autonomía de ambos partidos o hay un alejamiento progresivo y un desgaste en la relación entre socialistas y regionalistas?

A día de hoy, el PRC y el PSOE, en asuntos que hacen referencia a las competencias de la comunidad autónoma de Cantabria, no han votado separados nunca en estos tres años de legislatura. Nunca ha habido un voto separado en aquellas materias en las que gestionamos porque hay un acuerdo que se respeta. Tenemos autonomía en asuntos de ámbito nacional, y hemos votado en Madrid en numerosísimas ocasiones con el Partido Popular, con Ciudadanos o con Vox en estas circunstancias. Y hemos apoyado enmiendas del PP a leyes que finalmente han salido. En las cuestiones nacionales, el PRC tiene absoluta independencia. Hemos sido muy criticados por haber votado en contra de la Ley de Memoria Democrática del Estado, pero lo hemos hecho porque entendemos que las enmiendas que se han aprobado desvirtúan nuestro concepto de memoria histórica. Y tenemos libertad e independencia. Pero hay que reconocer que esas discrepancias concretas no han tenido nunca ninguna consecuencia negativa en Cantabria.

Cuando se acercan las elecciones es lógico evaluar los pactos y valorar si conviene seguir gobernando juntos. ¿Ha llegado ya ese momento en el PRC o hay que esperar a las urnas?

Ese momento va a llegar el 29 de mayo de 2023. Es decir, el día después de las elecciones. Esto lo deciden los cántabros. Serán los ciudadanos los que decidan los pactos. Dada la distribución del voto en nuestro país, es muy complicado pensar en mayorías absolutas, prácticamente imposible, y lo que espero es que el PRC reciba una opinión favorable de los ciudadanos y quede claro con quién debemos gobernar, partiendo siempre de que considero que el PRC va a ganar esas elecciones y va a tener que elegir un socio para gobernar. Ojalá los cántabros considerasen que el PRC debe gobernar solo y nos den la mayoría absoluta, pero soy realista y creo que tendremos que buscar un socio, que se determinará en función de los votos, la coyuntura, el cumplimiento de los acuerdos y la proyección de futuro. Será aquello que más interese a Cantabria.

Lo que parece decidido es la elección del candidato electoral y secretario general del PRC, con un Congreso a la vista en noviembre, y unas declaraciones por parte del presidente, Miguel Ángel Revilla, que confirman su intención de repetir como cabeza de cartel una vez más. ¿Era la única opción viable para su partido?

He sido citado para el martes 25 de octubre a las 19.00 horas a un Comité Ejecutivo en el que se nos va a dar cuenta sobre si podremos contar con Miguel Ángel Revilla como candidato, como queremos todos los que estamos representados ahí. Creo que lo hace por responsabilidad, creo que es el mejor candidato que tiene el Partido Regionalista para afrontar este nuevo salto electoral, pero también digo que el PRC tiene muchos buenos candidatos y por eso él es el mejor. Tenemos la suerte de contar con mucha gente buena que podría serlo, que va a estar ahí para atender las necesidades de Cantabria. Espero que esos resultados médicos sean buenos, que su salud siga siendo como la de un roble, y que el PRC tenga a Miguel Ángel Revilla como próximo candidato a la Presidencia de Cantabria. Tiene 80 años, sí. Ya me gustaría a mí estar a los 80 años con la lucidez, con las ganas de trabajar, con el ímpetu físico y de espíritu con el que afronta Miguel Ángel Revilla cada día la labor y la tarea de Gobierno. Hay un valor de ese conocimiento de la persona de más edad que parece que en el siglo XXI no se reconoce, y que estamos cometiendo un error como sociedad, porque hay una gran cantidad de valores, de méritos y de capacidades que se desaprovechan no contando con toda esta gente. El caso de Revilla es paradigmático.

Lo que está claro es que ese liderazgo incontestable de Revilla durante tanto tiempo ha evitado que en el PRC jamás se hayan tenido que enfrentar a un proceso interno de sucesión. ¿No teme el momento en el que tenga que llevarse a cabo?

Para nada, al contrario. Dejará un partido enormemente estructurado, que ahora mismo gobierna en la mayoría de los municipios de Cantabria, con alcaldes y alcaldesas jóvenes, con directores generales, consejeros y muchísima gente preparada en la edad perfecta para asumir el liderazgo. No existe en Cantabria un equipo humano de la capacidad y la calidad que tiene el PRC. Cuando se producen los procesos de sustitución de la figura emblemática, que ya veremos cuándo se produce, no se va a generar un líder de las mismas características. Lamentablemente para Cantabria, no solo para el PRC, Revilla solo hay uno. Cuando Revilla deje de estar, ya veremos cuándo será eso, no vamos a tener a otro Revilla. Yo siempre pongo el mismo ejemplo: los demócratas, desde John Fitzgerald Kennedy hasta Barack Obama no tuvieron un líder destacado, pero gobernaron en Estados Unidos con otros líderes que no eran carismáticos pero sí en la gestión. Esa será la misma situación que viva el Partido Regionalista, con un gran nivel de cuadros medios. Hay muchísima gente que está en condiciones de afrontar un gran futuro para el PRC durante los próximos 20 años.

No apoyaremos a un Gobierno ni vamos a pactar con quien quiere destruir con quien estaría encantado de que Cantabria desapareciese del mapa. Es una línea roja gruesa para cualquier pacto. ¿Gobernabilidad de España? La que haga falta, pero con Vox, no

Estas próximas elecciones parecen las más difíciles para el PRC, después de convertirse en el partido hegemónico por primera vez en los últimos comicios. ¿La gestión de la pandemia ha dejado secuelas en la imagen pública de Revilla?

Sí, sin duda serán unas elecciones difíciles. Las próximas siempre son las más complicadas... Y con esa circunstancia: el PRC es el partido número uno en Cantabria, el partido hegemónico, la primera vez que ocurre. Repetir eso es muy difícil. Seguimos luchando con nuestro utilitario contra los Porches y los Ferraris. Cualquier esfuerzo que hagamos, cualquier logro que consigamos, tiene mucho más mérito. Esa es la batalla en la que Miguel Ángel Revilla, si la salud le respeta como esperamos, va a estar implicado desde el próximo martes que anuncie su decisión hasta el día 28 de mayo que se celebren las elecciones.

Esta también ha sido la primera legislatura completa del PRC en las Cortes, con representantes regionalistas en el Congreso y el Senado. ¿Los regionalistas podrían apoyar un hipotético Gobierno del PP y Vox a nivel nacional?

Puedo adelantar sin temor a equivocarme que el PRC es un partido abierto a la gobernabilidad de España, salvo una línea roja que es indiscutible: si nosotros ya le dijimos a Sánchez que sus socios no eran de fiar por determinados partidos independentistas en sus planteamientos, que tienen todo el derecho del mundo a estar en el Congreso de los Diputados, donde deben estar representadas todas las tendencias políticas, pero nadie nos puede obligar a compartir con ellos fundamentos, lo mismo ocurre con Vox. Nosotros no podemos apoyar un Gobierno ni vamos a pactar con quien quiere destruir las comunidades autónomas, con quien estaría encantado con que Cantabria desapareciese del mapa de las autonomías, con quien estamos seguros de que iba a limitar la financiación de Cantabria en beneficio del Gobierno central. Eso no sería admisible para los regionalistas y es una línea roja gruesa para cualquier pacto de gobierno en el futuro. ¿Gobernabilidad de España? La que haga falta, pero con Vox, no. Nuestra idea de España y la de Vox difiere tanto como nuestra idea de España y la de Esquerra Republicana.

Hemos visto esta misma semana un debate muy acalorado en el Parlamento de Cantabria, con acusaciones e insultos graves proferidos por parte de un diputado del PP. ¿Espera que la confrontación vaya subiendo de tono en los próximos meses por la cercanía de las elecciones?

Yo deseo que no, que ese tono no siga subiendo. Ahora, he de decir que estoy muy sorprendido por lo que ocurrió el otro día. No debe olvidarse que esos insultos y esa mala educación se produjo un momento después de que el diputado del PP había dicho: “Echen ustedes al PSOE del Gobierno y nosotros les apoyaremos”. Inmediatamente después, van y nos insultan. No sé si esa es la estrategia política del PP para este final de legislatura... Lo que ha ocurrido es un bochorno vergonzante, que nos avergüenza a todos. Nunca pensé que iba a escuchar esos insultos desde la tribuna. El problema es que viene siendo una dinámica habitual escuchar determinadas intervenciones de diputados minusvalorando y menospreciando el trabajo de diputadas, que no de todos los diputados, del Gobierno. De diputadas. Y eso es lo verdaderamente grave y que denota que estamos ante un problema. No es una frase suelta, es una actitud que se está viendo y que espero que por el bien del Parlamento de Cantabria, por el bien del prestigio de los diputados, se bajen los gritos, se mejoren las argumentaciones y se vuelva al respeto y a la educación. Eso no depende de si uno ha nacido ganadero, pescador, es universitario o no, su cualificación es la de albañil o la de ingeniero superior de Telecomunicaciones. La educación es algo que se tiene y es lo mínimo que se puede exigir a los miembros del Parlamento de Cantabria, y que en la última sesión por parte de algunos se ha perdido de manera muy clara. Estoy esperando, como todos los regionalistas, unas disculpas que a día de hoy no se han producido.

En la última entrevista hablamos del desarrollo eólico o de normas como la Ley del Suelo, que estaba en negociación. Ahora, sin embargo, empieza a producirse una movilización vecinal entorno a las plantas de biogás previstas en media docena de municipios de Cantabria. ¿Cuál es la postura de los regionalistas? ¿Cómo puede conjugarse el desarrollo de energías verdes en un contexto como el actual con la convivencia con los vecinos y vecinas de las zonas afectadas por estos proyectos?

Creo que con información y transparencia. Una de las cuestiones que se ha planteado en los proyectos de biogás que están sobre la mesa es que no ha habido de inicio esa comunicación entre los vecinos y los ayuntamientos con las empresas que van a instalarse. Luego está el cumplimiento de la legalidad. Hay unas leyes y unos ordenamientos municipales que hay que cumplir. A partir de ahí, hay que tomar una decisión. Evidentemente, cualquier planta, no solo de biogás, también poner un vertedero en un lugar u otro de Cantabria tiene consecuencias, abrir una fábrica en un sitio u otro de Cantabria tiene consecuencias, instalar una depuradora tiene consecuencias... Tendrán que amoldarse a la legalidad, cumpliendo todos los requisitos legales y medioambientales. Además, habrá que analizar las circunstancias en las que se va a producir y los efectos que puede generar. Lo que no puede ser es el discurso del biogás y las energías renovables son necesarias pero al lado de mi casa no. Hay que hacer los estudios pertinentes, con transparencia, y tomar decisiones. Ha ocurrido lo mismo con el desarrollo eólico. Una apuesta decidida no es un brindis al sol para quedar bien. Creo que las plantas de biogás tienen su espacio, como elemento generador de energía, y las zonas en las que se sitúan dependen de una serie de condicionantes y necesidades que deben contar con la máxima legalidad, transparencia e información al respecto. Si apostamos por los cambios energéticos, tenemos que apostar con todas las consecuencias. Hay que conseguir que Cantabria deje de ser una isla en la producción eléctrica y siga avanzando.

¿Hubo una puerta abierta para el cambio político en Santander? Sí. Lo desbarató Ciudadanos, que tomó sus decisiones. A partir de ahí nunca ha existido ninguna alternativa de gobierno. Todo ha sido siempre un engaño, un intento de sembrar la duda

Antes decía que en el ADN de los regionalistas está siempre la aprobación de los presupuestos, y en el caso de Santander, nos acercamos al segundo ejercicio consecutivo sin cuentas públicas y con muchos proyectos importantes para la ciudad absolutamente paralizados. ¿Por qué el PRC ha permanecido de perfil ante esta situación en la capital de Cantabria, habiendo una alternativa de gobierno distinta?

Es que no la ha habido. No ha habido ninguna posibilidad de gobernar con una mayoría distinta en Santander. La hubo el primer día, cuando Ciudadanos tomó su decisión. Estoy harto de los lloros, de las excusas, de las justificaciones de que están obligados desde Madrid... No, eso no vale. Hay decisiones que uno tiene que tomar. ¿Hubo una puerta abierta para el cambio político en Santander? Sí. Lo desbarató Ciudadanos, que tomó sus decisiones. Legítimas, pero a partir de ahí nunca ha existido ninguna alternativa de gobierno en Santander. Todo ha sido siempre un engaño, un intento de sembrar la duda. La alcaldesa de Santander solo ha sido capaz de aprobar los presupuestos con Vox, y ahora ni siquiera eso, lo que demuestra la situación de absoluta debilidad en el que está el equipo de gobierno y que lo vemos cada día en las calles. Espero que los ciudadanos sean conscientes de ello y el próximo mes de mayo tomen decisiones sobre cuál debe ser el futuro de la ciudad, que si quieren que sea futuro, no puede ser como estos últimos años.

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