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El PP retrasa las represalias contra los críticos ante el riesgo de judicialización

El portavoz parlamentario del PP de Cantabria, Eduardo Van den Eynde.

Laro García

Las amenazas y los ultimátums que se han cruzado en las últimas horas los dos bandos enfrentados en el seno del PP de Cantabria no han surtido efecto. El partido sigue bloqueado y sin margen de actuación desde que María José Sáenz de Buruaga consiguiera el pasado 25 de marzo imponerse en el Congreso Regional por tan solo cuatro votos ante el que fue su mentor, Ignacio Diego, líder de los populares cántabros durante más de 13 años.

La dirección autonómica surgida de ese cónclave, apoyada de manera explícita desde Génova, no logra imponer su autoridad y la división interna que surgió del convulso proceso de primarias continúa a flor de piel dos meses después. El sector crítico mantiene el pulso a pesar de las advertencias de expedientes disciplinarios y expulsiones, lo que ha provocado una rectificación por parte del equipo de Buruaga, que retrasa momentáneamente las represalias anunciadas de manera pública.

Y es que el Comité Ejecutivo Regional del PP de Cantabria -integrado de manera casi exclusiva por los afines de la nueva presidenta- no ha logrado imponer su deseo de que Buruaga ocupe la Portavocía en el Parlamento y reconoce ahora que debe repetir la votación para conseguir “mayor seguridad jurídica”.

Esta decisión llega tras haber recibido en la tarde del lunes un escrito de Eduardo van den Eynde, actual portavoz parlamentario y cercano a Ignacio Diego, dirigido al Comité Regional de Derechos y Garantías impugnando la resolución del 11 de mayo con el argumento de que no se había incluido expresamente en el orden del día.

“Ante la constatación de que todos los acuerdos se cuestionan y pueden acabar en los tribunales, se ha optado por aplicar un criterio de prudencia, lo que implica repetir la votación del acuerdo, aprobado el 11 de mayo por 43 votos a favor, tres en contra y una abstención, y volver a notificárselo a los diputados del Grupo Popular para que, individualmente, digan si lo acatan”, ha señalado la dirección a través de un comunicado enviado a los medios.

La rectificación implica que se pospone a una próxima reunión -estaba previsto tomar medidas este mismo martes- el debate y acuerdo sobre las decisiones a adoptar ante la negativa de los diputados a acatar el “mandato” del Comité Regional, puesto que todas las actuaciones se retrotraen al 11 de mayo y, según el equipo de Buruaga, “deben iniciarse de nuevo”.

“Cúmulo de irregularidades”

Sin embargo, las medidas tomadas en las últimas horas no han satisfecho tampoco a los críticos, que se sienten cada vez más fuertes y capaces de cuestionar directamente la legitimidad de Buruaga como presidenta del PP de Cantabria, ya que ni siquiera reconocen su victoria -impugnaron el Congreso Regional en los tribunales- y exigen su dimisión inmediata para alejar la posibilidad de una escisión.

En esta misma línea, el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Eduardo Van den Eynde, ha manifestado que los acuerdos adoptados en el Comité Ejecutivo Regional del día 11 son “objetivamente anulables”, motivo por el cual ha presentado su escrito de impugnación solicitando el amparo ante el Comité Derechos y Garantías ante la “vulneración” de los estatutos del partido“.

“Es todo un cúmulo de irregularidades que hemos puesto en conocimiento de dicho Comité Ejecutivo y que, además, son irregularidades reincidentes”, ha insistido Van den Eynde en un comunicado enviado directamente desde su cuenta de correo personal, tachando de “chapuza incomprensible” las decisiones políticas tomadas por Buruaga con el objetivo de reemplazarlo en el cargo.

Sin dirección política 

Las críticas de Van den Eynde van mucho más allá de las disputas internas y cuestionan directamente la actitud de la presidenta de su partido, que no asistió a la última sesión plenaria del Parlamento, un hecho que censura el todavía portavoz en la Cámara.

“No asistió en sus primeros puntos por encontrarse de viaje al haber asistido al Comité Ejecutivo Nacional en Madrid, lo que está plenamente justificado, aunque una vez regresó a Santander, se dirigió a la sede del partido, para subsanar –fuera de plazo- los defectos de la nueva convocatoria, no asistiendo, con ello, a ninguno de los puntos de la sesión plenaria del Parlamento, lo que demuestra bien a las claras quién está obstruyendo la labor parlamentaria, que no es el Grupo en ningún caso”, ha recalcado Van den Eynde.

A su juicio, “no cabe duda de que no es el Grupo Parlamentario quien bloquea ninguna situación, sino más bien al contrario, es el Grupo el que está trabajando día a día para que la labor parlamentaria no se vea afectada ni por las ausencias ni por la falta de dirección política, ni por los constantes enredos en la sede del partido, en los que cada defecto o vulneración de las normas se pretende arreglar con una irregularidad aún mayor”.

Según ha recordado el portavoz, el Congreso Regional está denunciado ante los tribunales por los “graves hechos” acontecidos durante su desarrollo, “una costumbre a la que no vamos a asistir impasibles, pues como militantes y como diputados tenemos unas obligaciones y también unos derechos que se están vulnerando con una perseverancia que solo demuestra torpeza, falta de visión política y un déficit democrático a nivel interno absolutamente preocupante”.

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