Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Carta a ese futuro olímpico del carril bici
El deporte es una maravillosa manera de fomentar hábitos de vida saludables, puede generar beneficios para el medio ambiente, mejora nuestras habilidades sociales, en ocasiones crea impactos económicos positivos y puede impulsar muchas veces el espíritu de sacrifico, la superación, etcétera.
En nuestra tierra hemos tenido buenos exponentes dentro del mundo del deporte, verdaderos iconos a los cuales admiramos y que han alcanzado las más altas cotas en cada una de las disciplinas en las que han participado. Sin duda, la participación en unos Juegos Olímpicos pasa por ser el punto cumbre en sus carreras.
Pues bien, a estas horas se están forjando muchos de esos campeones, esos atletas que participarán en los Juegos Olímpicos dentro de 10 o 20 años.
Pero como vivimos en un mundo en el que los avances médicos y las mejoras en las condiciones de vida hacen que nuestro estado físico sea envidiable a medida que pasan los años, llegará el día que nos sintamos orgullosos de esos olímpicos que alcancen la gloria con 40 o 50 años.
Sin duda, alguno de esos olímpicos serán los que están labrándose la gloria y poniendo sus cuerpos al límite por los carriles en los que flotan con sus balas con ruedas a escasos centímetros del suelo.
Caminos como la senda ciclable entre Barros y Suances, el carril bici que recorre la bahía de Santander, la vía verde del Pas, las aceras de nuestras ciudades… todos ellos se han convertido en escenarios de las hazañas de estos futuros olímpicos.
Además, nuestros deportistas han sabido tener ese gesto que les honra a la hora de homenajear al padre de los Juegos Olímpicos modernos, el barón Pierre de Coubertin, un insigne francés al que ahora todos nuestros futuros olímpicos homenajean vistiéndose con la marca gala por excelencia en nuestro país: Quechua.
Habría que recordar que según la Ley de Seguridad Vial una senda ciclable es una vía para peatones y ciclos, segregada del tráfico motorizado, y que discurre por espacios abiertos, parques, jardines o bosques.
En la senda ciclable que discurre paralela a la ría San Martín hasta Suances son muchas las familias que pasean con sus niños, circulan con ellos y sus bicis aún con ruedines o dan sus primeros pasos con los patines en línea. Todos ellos comparten un mismo espacio y se encuentran con globeros como yo, que van dando un paseo tranquilamente y también con las nuevas promesas del ciclismo olímpico doméstico.
He sido testigo como en muchas ocasiones esas familias o la gente que por allí transita tranquilamente tiene 'encuentros' fugaces con estas locomotoras a las que dedican algunas palabras después del consiguiente susto que les provoca tener a estos ídolos deportivos tan cerca. Es entendible por tanto que se den esos gritos de ánimo, alabanza e incluso a veces se acompañen con gestos indescriptibles.
Pero déjenme que les de un consejo a estos velociraptores de las sendas ciclables: existen velódromos o calzadas que podrían ser mucho más cómodas para sus hazañas; para poner sus platos y piñones más calientes que el palo de un churrero.
De lo contrario, sería conveniente que de cara a que pudiésemos contemplar con mayor devoción su paso por estas sendas ciclables, lo hicieran a una menor velocidad, respetando la preferencia de paso de los peatones y mostrando educación hacía los demás usuarios de la vía.
No es cosa de poner más señales, avisos o advertencias en estas vías en las que somos muchos los usuarios que confluimos. Es un tema de educación y de saber disfrutar de estos espacios mientras todo fluye correctamente.
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