Andrés Calamaro: “Cansa un poco que los artistas sean sentenciosos y nos expliquen el mundo”
Andrés Calamaro (Buenos Aires, 1961) reconoce no ser muy fan de la nostalgia. Sin embargo, con su último disco, llamado 'Dios los cría', ha demostrado que recordar no siempre tiene que ser triste. Al menos, si se hace dándole una vuelta actual a ese pasado que le hizo cosechar tantos aplausos. Y es que el álbum hace un repaso de los grandes éxitos de su carrera, aunque reeditados y en compañía de artistas de la talla de Julieta Venegas o Alejandro Sanz.
Así, sus clásicos 'Flaca', o 'Para no olvidar' han tomado otro ritmo y otras voces, pero siguen conservando el espíritu de este argentino que visitará el festival Música en Grande de Torrelavega el próximo jueves 7 de julio con su 'Tour 22', donde presentará 'Dios los cría' junto a su banda al completo. Repasa con elDiario.es algunos temas, como el alcance de las redes sociales o sobre 'revivals' pero, sobre todo, Calamaro habla de música.
Suele decir que los conciertos no le emocionan especialmente, ¿por qué? ¿Prefiere disfrutar de la música en soledad?
No recordaba cuánto echaba de menos los conciertos, pero soy poco emotivo, arriba del escenario estoy concentrado en interpretar, pendiente de las cosas. Busco cantar bien y tener buenas sensaciones en el escenario; tampoco hay sitio para muchas más emociones, pero estoy disponible. A veces ocurre, es verdad.
Ha escrito un guion para una película, también ha expuesto trabajos fotográficos... ¿está buscando alternativas creativas por si se le acaban las ganas de música?
No estoy buscando alternativas profesionales, pero escribo, me gusta mucho el cine y la fotografía. ¡Tengo capacidades diferentes!
Estamos en una época un poco revival, y se está viendo con series, películas, e incluso con la música. ¿Por qué nos gusta tanto volver a lo que ya hemos disfrutado o sufrido?
Qué pregunta tan interesante, la pulsión nostálgica… Quizás responde a cierta holganza en los consumos culturales; no escuchar realmente, no leer casi, no aventurarse a ir al cine... No parece una buena señal. Desprecio un poco la nostalgia.
Hablando de ‘Dios los cría’, ¿qué siente uno al reeditar todas esas canciones que algún día escribió? ¿Es una especie de infidelidad o una oportunidad de mejorar?
Bien cabe llamarlo una infidelidad, pero todo el tiempo nos interpretamos, es lo que hacemos en cada concierto. No vamos para repetir las grabaciones como loros o como máquinas, creemos en la interpretación y la improvisación, naturales en la música, en el flamenco, el tango, el blues y el jazz… Es nuestra solvencia musical. ‘Dios los Cría’ también fue una gira de treinta conciertos con un trío de Latin Jazz, ‘Licencia para Cantar’.
¿Encuentra diferentes significados a sus letras a medida que las escucha como le ocurre a los fans o para el autor eso es algo impensable?
Sí, muy interesante pregunta. Algunas canciones cunden con el tiempo, son palabras sencillas que parecen ampliar el significado o el sentido.
En su disco nuevo se sumerge en esas canciones de la mano de otros artistas. ¿Cómo ha seleccionado a quién quiere tener al lado para compartir sus temas más emblemáticos?
Tampoco se puede elegir a semejante nivel de artistas… Creo que son ellos los que me seleccionaron, los que eligieron este disco para cantarlo conmigo.
Se podría decir que el género musical predilecto por los jóvenes en este momento es el reguetón, o así lo indican las listas de canciones más escuchadas en plataformas de música. ¿Por qué cree que se están despegando de los géneros tradicionales? ¿Cada generación tiene su estilo predominante?
Somos distintas generaciones escuchando variopintos estilos y sub-géneros; la música de moda puede ser atrevida y desafiante. Para mí son todos derivados del Hip Hop sumado a una aceptación mundial por la música cantada en castellano. Los géneros tradicionales ya son géneros, tampoco tela mal cortada.
La mayoría [de los músicos] nacemos predestinados a eludir la pureza, ¡distinto con los consumidores de sustancias!
Se llevó el Grammy con C.Tangana por ‘Hong Kong’. ¿Qué opina de que los artistas cada vez estén mezclando más estilos y eludiendo esa pureza musical de la que se presumía en el pasado?
La mayoría nacemos predestinados a eludir la pureza, ¡distinto con los consumidores de sustancias! Soy de naturaleza impura para lo musical, ¡pero químicamente puro!
¿Nos dirigimos hacia una música sin etiquetas?
Las “etiquetas” musicales sirven para ahorrar tiempo y organizarse en las plataformas. Luego hay aficionados más proclives a los clichés, es verdad.
Ha tenido algunas polémicas en redes sociales por expresarse... ¿Se siente libre de decir lo que quiera?
No soy polemista pero soy libre para pensar y pronunciarme porque así fui educado y es más que correcto. Cuando miles de personas piensan lo mismo es que nadie está pensando en nada, no es mi estilo. Según mi observatorio cultural estoy anticipando quince años a los acontecimientos irreversibles.
¿Los artistas tienen que ser referentes sociales o es un papel del que reniega?
Creo que cansa un poco que los artistas y entretenedores sean sentenciosos y nos expliquen el mundo.
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