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“Hay muchos nervios de que por primera vez en la etapa democrática haya un cambio en Santander y no gobierne el PP”

Casares, candidato socialista a la Alcaldía, con la calle Magallanes al fondo. | JOAQUÍN GÓMEZ SASTRE

Rubén Vivar

Pedro Casares (Santander, 1983) afronta los últimos tres meses de la legislatura con un objetivo claro: conseguir el respaldo de la mayoría social de Santander para propiciar un cambio de gobierno histórico en en el Ayuntamiento. “Cambio” es la palabra que más repite a lo largo de la entrevista concedida a eldiario.es, y es que Santander es la única capital de provincia de toda España en la que siempre han gobernado los mismos. “Estamos ante una oportunidad histórica”, afirma el secretario general del PSOE y candidato a la Alcaldía, quien cree que “la alternativa política después de 40 años se visibiliza en las calles, y cuando los debates saltan de la política a la calle, el cambio es imparable”.

La caída de los presupuestos, ¿cómo afectará a proyectos como el Museo de la Fundación Enaire o la integración ferroviaria?

Es una mala noticia que los Presupuestos Generales del Estado no se hayan aprobado. Eran unos buenos presupuestos para el país, para las personas, para la recuperación económica y también para Cantabria. Contemplaban partidas para proyectos muy específicos, como la reordenación ferroviaria, Enaire, Valdecilla.. y en este momento muchos quedan en el aire.

En el caso concreto de Enaire, yo espero que el proyecto siga adelante. El Ministerio ya ha hecho la licitación de las obras y hay un firme compromiso del Gobierno de la nación. Y en cuanto a la reordenación ferroviaria, hay algo que el PP ya no podrá parar: el Gobierno de Pedro Sánchez ha firmado ese protocolo de actuación. Por tanto, hay un compromiso firmado.

El pasado domingo estuvo Pedro Sánchez en Santander. ¿Ya contaba con que las cuentas no saldrían adelante?Pedro Sánchez en Santander

Estuvimos hablando un rato antes de empezar el acto y por el devenir de los acontecimientos, parecía muy difícil la aprobación, porque, entre otras cosas, se confirmaba lo que el Partido Socialista venía diciendo: no había ningún pacto oculto como estaban diciendo las derechas con los independentistas. Lo que ha habido en estos Presupuestos es un pacto del PP y de Ciudadanos con los independentistas catalanes y con Bildu. Eso tendrán que explicarlo porque llevan durante muchos meses diciendo que había un acuerdo del PSOE con ellos y lo que hemos visto es que las derechas catalanas y la derecha española se han unido contra los intereses de Cataluña y contra los intereses de España.

Yo creo que el Gobierno ha hecho lo que tenía que hacer, presentar unos buenos Presupuestos Generales del Estado con ánimo de continuar con la recuperación económica y la recuperación de derechos y unos presupuestos que son muy buenos para Cantabria. El presidente tenía en la cabeza cuáles eran los problemas de Cantabria y esos quedaron reflejados en los Presupuestos. Por ejemplo, sabía que hay una deuda histórica con las obras de Valdecilla y tenía perfectamente claro que esa partida de 22 millones se debía incluir.

¿Cómo vio a Pedro Sánchez de ánimo?

Yo lo he visto bien. Si algo ha demostrado el presidente es que es una persona con convicción, que no se arruga ante la adversidad. Es una persona, además, que tiene una hoja de ruta y un horizonte claro para este país y durante todos estos meses ha demostrado mucha fuerza de voluntad. Yo le vi animado, sabiendo que está haciendo lo que debe hacer. Teníamos claro que era bueno tratar de entendernos con los catalanes y con los partidos nacionalistas, porque el PSOE tiene una clara vocación de solucionar problemas. Lo hemos demostrado en la historia. Recuerdo el ruido que se montaba cuando empezábamos ese proceso para acabar con ETA y las manifestaciones e incluso los insultos que tuvo que soportar el Gobierno socialista; nos llamaban incluso asesinos cuando estábamos enterrando a compañeros nuestros, y ahora lo estamos volviendo a ver. Las derechas, en su mantra habitual, querían romper España y volvieron a salir a las calles, cuando lo que siempre ha demostrado el Partido Socialista es que trabaja por el bien del conjunto del país, y eso también es solucionar un problema que existe y que es real en Cataluña. Pero también teníamos claro cuáles eran los límites, marcados por la Constitución: el diálogo en el marco de la igualdad entre los españoles. Los nacionalistas no lo han entendido así y han planteado una hoja de ruta inasumible por cualquier demócrata y se ha demostrado que eso de pactos oscuros no existían.

Otro proyecto dependiente del Gobierno de España son los diques de La Magdalena. ¿La convocatoria de elecciones y la disolución del Gobierno retrasarán la decisión?

Es otro tema que está encima de la mesa. Yo recordaba estos días una entrevista que me hicieron a los dos o tres días de la toma de posesión de Pedro Sánchez en la que había fundamentalmente dos titulares: que el Gobierno iba a pagar los 22 millones de Valdecilla y que iba a parar los diques de La Magdalena. Las dos cosas se cumplieron. El compromiso del Partido Socialista con el proyecto de las playas de La Madalena, Los Bikinis y Los Peligros es claro: nos hemos posicionado siempre en contra de los espigones, nos parece un mal proyecto, un proyecto que no respeta nuestro medio ambiente, nuestro paisaje, nuestro entorno natural, y a partir de ahí el Gobierno de Pedro Sánchez fue sensible a esta demanda social y también política.

En este momento el proyecto sigue parado a falta de una decisión definitiva. El Partido Socialista sigue en el mismo punto y yo, como secretario general y portavoz del PSOE, espero que los espigones no se hagan.

Sin embargo, el informe del CEDEX sí abre esa posibilidad.sí abre esa posibilidad.

Sí, el informe dibujaba dos escenarios: o terminan ustedes las obras con el segundo espigón o retiran el que ya está construido y se continúa con el sistema de relleno de la playa. Y las dos opciones son perfectamente viables. Nosotros hemos planteado otra opción en ese ánimo de hacer posible el respeto al medio ambiente con el disfrute de las playas. La instalación de arrecifes submarinos es una propuesta valiente y ambiciosa, con muchísimo menor impacto natural, sin impacto ambiental, sin impacto paisajístico y que puede ser una solución mucho más económica de futuro que garantice la sostenibilidad.

Yo creo que los políticos en el momento en el que estamos tenemos que ser valientes y tener claro que las decisiones que tomamos hoy no pueden comprometer el futuro. Por eso, el Partido Socialista lo tenía claro: no a los espigones, pero queremos disfrutar de las playas y hemos planteado esta alternativa.  

¿De dónde ha salido esta tercera vía? Porque no se contemplaba en los informes técnicos.

Es una alternativa técnica, donde nos hemos asesorado por expertos, que se ha desarrollado en distintos países y playas, como en los Países Bajos o Argel y también en playas españolas, como las del Mediterráneo. Parece que funciona y es una alternativa, insisto, muy respetuosa con el medio ambiente y mucho más económica.

El problema de fondo de todo esto es que el Partido Popular plantea esto con una pregunta tramposa: “quiero una solución para nuestras playas que no tenga ningún tipo de mantenimiento, que no tenga que hacer nada en las playas”. Eso es prácticamente imposible sea la solución que sea. Hay más soluciones y esta es una de ellas, avalada por muchos técnicos y sin el impacto que tienen los espigones.

La alcaldesa se ha posicionado a favor de los diques, que es lo que ha defendido siempre. Ustedes, desde el PSOE, entiendo por lo que dice que descartan esa posición y…

La descartamos. Continuar con esa obra está totalmente descartado por el PSOE. Es más, queremos que se retroceda y que se elimine el espigón que se ha construido.

Entonces, la alcaldesa tira para un lado, ustedes para otro y no sé si al final es el Gobierno de Cantabria el que tiene que inclinar la balanza hacia un lado u otro teniendo en cuenta que el consenso que reclamaban se presenta imposible.

Nosotros hemos planteado que en algo fundamental que afecta al futuro, que trasciende a esta Corporación municipal y a esta legislatura, hay que trabajar en el consenso. Esto es un mandato que el Ministerio planteó en la reunión que se celebró en Santander y en una falta absoluta de lealtad institucional, la alcaldesa ese mismo día remitió una carta al Ministerio diciendo que ellos quieren los espigones “sí, sí o sí”, sin esperar a ese diálogo entre administraciones para buscar esa solución para el futuro.

Ahora le corresponde al Gobierno de Cantabria fijar posición. Los cuatro consejeros del Partido Socialista tienen clara la posición. No lo han llevado este jueves a la reunión del Consejo de Gobierno, aunque entiendo que en muy breve plazo de tiempo, la próxima semana, tendrán que fijar su postura, teniendo en cuenta que hay un mandato del Parlamento de Cantabria respaldado por todos los partidos políticos, salvo el PP, para dar marcha atrás a las obras de los espigones.

“Si te atacan es porque te temen”, le dijo Pedro Sánchez en la presentación de su candidatura. ¿Usted también lo siente así?

Yo creo que la gente sabe que hay muchos intereses para que no se produzca el cambio en Santander. Después de 40 años gobernando siempre los mismos, pues han montando muchísimos intereses en torno al Ayuntamiento de Santander y saben que atacando al candidato del Partido Socialista a la Alcaldía están reduciendo las posibilidades de cambio porque la alternativa política después de 40 años se visibiliza en el Ayuntamiento y se visibiliza en las calles, y todo el mundo entiende que la alternativa pasa por el Partido Socialista. En la medida que hacen ese ataque tan feroz, tan brutal que hemos visto, saben que están intentado dañar ese cambio y también hay muchos beneficiarios de ese ataque. No los voy a poner nombre, pero es evidente de que hay mucha gente con muchos intereses. La sensación en la calle, en las encuestas, también la opinión de mucha gente, es que el Partido Socialista es un proyecto al alza frente a un PP y a la actual alcaldesa, agotados, sin rumbo, con muchos despropósitos, con muchísimos incumplimientos. Ahora toca pasar a examen en las próximas elecciones municipales y hay muchísimos nerviosos de que por primera vez en la etapa democrática haya ese cambio y no gobierne el PP.

¿Se espera una campaña electoral embarrada?

Espero que no. Desde luego que no la van a encontrar por parte del Partido Socialista. Nosotros salimos a la calle a convencer con argumentos, con un programa electoral, con un proyecto de futuro, queremos dar respuestas a los problemas de la gente. Esto creo que es lo que preocupa a la ciudadanía. Santander tiene hoy muchísimos problemas: es una ciudad envejecida, que pierde población, y hoy, siendo la capital de Cantabria, no es la capital económica y social de la región.

Además, se han unido todos esos despropósitos del día a día: esa mala limpieza de basuras, los problemas con los trabajadores de parques y jardines, ese fracasado proyecto del Metro-TUS, la contratación de fraude de ley de desempleados, la pérdida de subvenciones para dar oportunidades laborales… En fin, un largo etcétera de problemas. Nosotros lo que vamos a hacer es confrontar con argumentos y diciendo que hay otra alternativa, aunque me temo que cuando no puedes convencer, cuando no tienes argumentos, pues solo te queda la descalificación y solo te queda recurrir a otro tipo de herramientas. Nosotros no lo vamos a hacer y espero que la ciudadanía castigue en las urnas a quien lo haga porque la gente quiere respuestas a sus problemas.

Como usted enunciaba ahora, ha sido una legislatura con muchos sobresaltos para el equipo de Gobierno. ¿Siente que el cambio es ahora o nunca?

Desde luego que estamos ante una oportunidad histórica. El cambio en Santander no solamente es necesario, sino que además se ha convertido en urgente. Es tal la necesidad que ahora estamos en una oportunidad que va a ser trascendental para los próximos años. Si la ciudadanía, si los santanderinos y las santanderinas apuestan por el cambio, será para mucho tiempo, un cambio que va a abrir una etapa de esperanza, una nueva oportunidad para la ciudad de recuperar una política social, un Ayuntamiento para la gente.

Precisamente por eso, porque estamos en la oportunidad histórica de cambiar el transcurrir de 40 años de los mismos, se va a intensificar mucho más el debate político y la confrontación, pero desde luego creo que el cambio en mayo va a ser una realidad. Yo llevo cuatro años trabajando muy intensamente, llevo casi seis años de concejal, y lo veo hoy mucho más claro que nunca. Ya no solamente es un debate político, se ha convertido también en un debate ciudadano, que también están por el cambio. Y cuando las cosas saltan de la política también a la calle, el cambio es imparable. Hagan lo que hagan el cambio es una realidad en mayo.

¿Qué cambiaría Santander con un alcalde socialista?

Es muy difícil resumir en qué pueda cambiar una ciudad. Tiene muchas esferas, pero desde luego un cambio en las formas. Vamos a tener un alcalde al lado de los santanderinos, que escucha a los ciudadanos; se acabaron las imposiciones, se acabaron las soberbias, se acabaron proyectos que se han hecho en contra de la opinión mayoritaria de la ciudadanía. Nunca habrá un proyecto como el Metro-TUS con un alcalde socialista, nunca habrá esa política de espaldas a la ciudadanía, y a partir de ahí se abren tres vías fundamentales que marcarían esa hoja de ruta para Santander.

Vamos a poner en toda la acción del gobierno a las personas por encima de todo y frente a la política del hormigonazo. Eso se va a  notar en los primeros presupuestos municipales. Luego hay que diseñar desde ya el Santander  de los próximos años y hay una oportunidad con la anulación del Plan General. Y en tercer lugar queremos reorientar todas las políticas municipales para que se haga posible todo eso que nosotros siempre hemos dicho: queremos una ciudad donde se pueda vivir y donde se pueda trabajar, y todos los esfuerzos tienen que ir enfocados a dinamizar de la mano de todos los que quieran la actividad comercial, la actividad innovadora, la actividad industrial, la actividad empresarial, la innovación, los autónomos… En fin, todas las políticas municipales reorientadas a esa necesidad de que los jóvenes pueda vivir y trabajar en Santander, porque si seguimos como hasta ahora, si se marchan los jóvenes, será una ciudad que está perdiendo el futuro. El Ayuntamiento tiene que ser el primer aliado para combatir esto y hasta ahora no lo ha habido.

Dado que los tiempos de las mayorías absolutas se acabaron, cualquier cambio pasaría por un acuerdo con el resto de fuerzas. ¿Cree que contaría con el apoyo del resto de partidos o cree que alguno podría desmarcarse?

El tiempo de las mayorías absolutas ya terminó en 2015, aunque si algunos no se enteraron es porque contaron con el apoyo de tránsfugas. En 2019 la tónica es la misma. Ya no se trata solo de vencer, sino también convencer a esa mayoría social de la ciudad de que otro Santander es posible. La ciudadanía tiene que decidir con su voto, y lo que tiene claro el Partido Socialista es que nosotros vamos a hablar con todos los que quieran hacer posible ese cambio. Y pase lo que pase en mayo, el próximo gobierno municipal es un gobierno de coalición con al menos dos partidos políticos, tenga la alcaldía el Partido Socialista o la tengo el PP. Y, sinceramente, creo que hay una mayoría de partidos que están por el cambio en Santander.

¿Ve a Vox dentro de la próxima Corporación municipal?

No tenemos que descartar nada, el escenario es muy abierto pero también muy cambiante. Es decir, lo que los ciudadanos han votado hace unas semanas en Andalucía puede darse en otros sitios, pero también hemos visto que lo que parecía previsible ayer, hoy no lo es y mañana puede ser otra cosa.

Lo que sí tenemos que hacer es mucha pedagogía. Hay que explicarle a la gente que no hay soluciones fáciles a problemas complejos y que los populismos de izquierdas o de derechas nunca han traído nada bueno. No podemos permitir que se den retrocesos en los avances sociales que tanto esfuerzo han costado, porque los derechos sociales nunca han llegado solos. Creo que esa es una línea en la que todos los demócratas tenemos que dar la batalla para evitar que determinadas posiciones ocupen espacios en las instituciones.

¿Cómo cree que puede afectar el adelanto electoral en los resultados de los comicios municipales?

Es evidente que hoy en día el debate nacional tapa prácticamente todo lo demás, pero yo espero que los ciudadanos, y ahí también los partidos tenemos que hacer un esfuerzo, sepamos diferenciar a lo que nos enfrentamos en las distintas elecciones. Son debates distintos y nos enfrentamos a dar respuestas a problemas distintos.

¿Cuándo tiene previsto presentar a las personas que formarán su candidatura?

El Partido Socialista lleva meses trabajando en el programa electoral. Constituimos grupos de trabajo en los que han participado militantes y también representantes de la sociedad civil. Por tanto, tenemos ya un esquema muy elaborado y muy amplio del programa que esperamos cerrar en las próximas fechas y que además queremos volverlo a abrir antes de su presentación definitiva a la sociedad para incorporar aportaciones ciudadanas.

Y en cuanto a las listas, también estamos trabajando en ellas. Deberán estar finalizadas a finales de este mes de febrero o en los primeros días de marzo. Como novedad, la militancia va a tener un papel protagonista en la confección de la listas porque se van a votar en asamblea. Lo que sí puedo avanzar es que la propuesta en la que estamos trabajando en la Ejecutiva de Santander es una lista muy renovada, una lista para trabajar los próximos cuatro años desde el gobierno municipal, con personas comprometida, con experiencia, que puedan aportar, con conocimiento técnico para que las distintas áreas del gobierno tengan al frente personas capacitadas para liderar ese tiempo político.

Hay una investigación abierta en el juzgado por una presunta firma falsa en la adjudicación de tres becas en la Universidad de Cantabria. Se le vio mosqueado porque la Universidad suspendiera la investigación interna. ¿Ha hablado con el rector?

No, no he hablado con el rector. Yo lo que dije es que el procedimiento de la Universidad, que a mí me parece bien para aclarar cualquier duda que pudiera haber, se ha hecho durante todo ese tiempo con un proceso judicial abierto. Por tanto, si desde el principio se inició ese proceso y había otro proceso judicial abierto, no entendía el cambio y por eso fue mi planteamiento, pero entiendo el papel de la Universidad.

Yo soy un defensor de la Universidad de Cantabria. Sé lo que cuesta obtener una plaza, por eso siempre quienes me conocen saben que defiendo el papel de la Universidad y de la gente que en ella trabaja, porque, insisto, conozco el esfuerzo que hay detrás.

En cuanto a lo otro, en fin… ya se ha visto. Se ha hecho de todo, hasta fabricar pruebas, manipular grabaciones, audios, para dar a entender lo que no era. Durante todo este tiempo he sido muy respetuoso con los tiempos de la administración de justicia y, por tanto, ahora es el momento de la justicia para que resuelva. Espero que se resuelva pronto, y naturalmente entiendo que habrá muchos intereses en esto, por eso precisamente se han visto muchas incoherencias de algo que supuestamente dicen que pasó hace seis años pero que denuncian ahora. En fin, yo creo que el tiempo pondrá a todos en su lugar y lo que sí que espero, porque para mí ya no es una cuestión personal, es que se refuerce el papel de la universidad pública, para que en cualquier caso quede claro que en la Universidad de Cantabria se hacen las cosas bien.

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