Preocupación y “miedo” entre las familias del colegio cántabro donde se investiga un chat de alumnos por compartir imágenes sexuales y violentas
Familias de alumnos del colegio San José de Astillero han manifestado su preocupación, sorpresa y “miedo” tras conocer que la Guardia Civil de Cantabria está investigando hechos relacionados con el intercambio de imágenes que pudieran ser de tipo sexual y de violencia, y que se estarían difundiendo a través de un grupo de WhatsApp integrado por alumnos de cuarto de la ESO, de entre 14 y 15 años.
Los hechos, que se habrían producido a principios de mes, antes del comienzo del curso escolar el 8 de septiembre, han sido denunciados por las madres de dos alumnas del centro --en representación de las mismas-- que estaban en el chat, donde se habrían compartido fotos de ellas de contenido sexual.
Así, tras conocer el suceso por la prensa, la madre de unos estudiantes del centro ha trasladado en declaraciones a Europa Press que entiende que es una noticia que provoca “muchísimo interés” porque “es un tema que preocupa”. “Como madre que soy me preocupa bastante”, ha añadido.
Aunque desconoce el “alcance” de los hechos, el uso de la pornografía en un chat de niños cree que “como madre y como persona preocuparía a cualquiera”.
Asimismo, un abuelo de dos alumnos del colegio San José, donde también estudió su hija de 46 años, ha manifestado su sorpresa por esta noticia, porque “aquí nunca ha pasado nada” y no ha tenido “ningún problema con ellos”, y se ha cuestionado “¿dónde vamos a llegar?” en el tema digital.
También otro de los abuelos de un estudiante del centro ha apuntado que no le “parece bien” que los jóvenes hagan esas cosas y piensa que “hay que cortarlo de raíz”.
En la misma línea, otro padre ha añadido que, aunque no tiene información al respecto, le parece “muy mal” lo sucedido. “Eso no se debe hacer a nadie, ni a esa --edad-- ni a ninguna”, ha valorado.
Finalmente, otra de las abuelas de dos alumnos, de 11 y 9 años, a los que ha ido a recoger este lunes al colegio, ha reconocido tener “miedo” y estar “alucinando” tras conocer la noticia.
Ha cuestionado el uso de las nuevas tecnologías donde hay “tanta libertad” y no sabe “lo que va a pasar”. “Yo casi he discutido con mi marido. Están muy bien todos los adelantos y todo lo que venga para la ciencia, pero hay que saber controlarla y saber si eso pueden unos niños verlo. Es muy complicado”, ha dicho.
La abuela ha apuntado que aunque sus nietos no tienen “de momento” teléfono móvil, la niña “ya lo pide” y “llegará un día” que lo tengan porque, se ha cuestionado, “¿cómo amarras ya a una niña de 15 años y a un chaval de 16?”.
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