Más de 900 perros de caza fueron abandonados durante 2019 en Castilla-La Mancha: 785 fueron galgos

Durante 2019, la Guardia Civil declaró que en España se había abandonado un total de 8 galgos. Desde el Partido Animalista-PACMA han rechazado la cifra, por baja, y han elaborado un informe junto a 98 protectoras, “una muestra simbólica”, en la que señalan que han sido más de 5.500 los galgos que han debido ser rescatados en España en 2019. El documento ha sido entregado al SEPRONA, de la Guardia Civil, a quienes han pedido también colaboración para recopilar los datos de abandono, maltrato y muerte no sólo de los galgos sino también de otros perros de caza.

El partido ha trabajado en Castilla-La Mancha con siete protectoras, cuatro de las cuales han preferido mantener el anonimato par aproteger a sus animales y evitar posibles robos de los animales de sus instalaciones. Entre las que sí han ofrecido sus datos se encuentra Dejando Huella, de Albacete, Cuencanimal de Cuenca y la A.P.A.P La Camada de Guadalajara. Entre las siete han señalado que son 785 los galgos que debieron ser rescatados y otros 118 perros de caza que también fueron abandonados. Se trata, recalcan, de cifras que son los “mínimos”.

“El Partido Animalista lleva años denunciando el abandono de miles de perros utilizados por los cazadores al finalizar la temporada de caza. Febrero es conocido como el mes más negro para los galgos, porque son abandonados en masa al terminar dicha temporada. Sin embargo, el año pasado el SEPRONA afirmó que en 2019 solo habían sido abandonados 8 galgos, algo que indignó enormemente a las miles de organizaciones animalistas que se ocupan del rescate de los miles de galgos desechados por los cazadores”, recuerdan.

Desde PACMA también afirman que la cifra real es mayor, pues los animales rescatados son “la afortunada minoría”, mientras que la mayor parte de los perros mueren, bien atropellados, colgados en árboles o ejecutados de un disparo. Por otra parte, han reclamado a la Dirección General de Derechos de los Animales que exijan la información referente a la situación de estos animales. “No lo hacen, porque esto sacaría a la luz una realidad que no les interesa y amplificaría todavía más el rechazo de la sociedad hacia la actividad cinegética”, recalcan.