Medio Ambiente expedienta a Francisco Turrión por un informe sobre el trasvase

El Ministerio de Medio Ambiente ha iniciado expediente disciplinario a Francisco Turrión, hidrogeólogo y funcionario de la Confederación Hidrográfica del Segura, según ha dado a conocer CCOO Murcia, tras la publicación de un informe titulado 'La trama del agua en la cuenca del Segura (CHS), diez años después', en el que sostiene que Murcia tiene agua subterránea suficiente como para no depender del trasvase Tajo-Segura.

El sindicato explica que el Ministerio se basa en un escrito del presidente de la CHS, Miguel Ángel Ródenas con fecha 11 de noviembre en el que concluye que “las afirmaciones contenidas en dicho informe ”podrían denigrar los trabajos realizados por los profesionales destinados en la CHS, así como las decisiones adoptadas, no solo por el organismo sino también por el Ministerio al que el funcionario está adscrito y expuestas en el Plan Hidrológico del Segura“ y le acusa de haber utilizado información para elaborar el informe que posee en su condición de empleado público.

CCOO dice sentir “bochorno y sonrojo” de que en pleno siglo XXI “se atente tan alegremente contra la libertad de expresión e información” de un delegado sindical y secretario de un Comité de Empresa con más de 1.500 trabajadores.

Por otro lado, el sindicato dice estar “expectante” por saber en qué parte del informe se ofrecen documentos que o bien no son públicos, o bien no se encuentran disponibles en internet, periódicos, libros u otras publicaciones. “Lo único que se pretende es que Francisco Turrión se calle”, aseguran y le invitan a seguir “con su lucha” para explicar a la gente “que hay más agua de la que dicen”.

25 expertos cercanos a la Confederación Hidrográfica del Segura habían negado semanas atrás la veracidad de los datos del informe de Turrión. Lo hacían en una carta remitida a Greenpeace con seis puntos argumentales con el objetivo de “clarificar ante la opinión pública los graves errores técnicos hidrogeológicos que contiene el informe (de Greenpeace)”. Entre otras cosas la carta decía “en ningún caso es técnicamente razonable suponer que pueda existir en la demarcación hidrográfica del Segura una nueva fuente no conocida de recursos abundantes y aprovechables procedentes de estos niveles” e insisten en que las aguas subterráneas de la cuenca “son aguas en general no renovables o con muy baja tasa de renovación, a muy grandes profundidades y con condiciones de calidad deficientes por su elevada salinidad”. Es decir, que la poca capacidad de renovación provocaría un agotamiento, en poco tiempo, del agua subterránea y que los niveles de calidad de ésta no son óptimos.