La Justicia decidirá si el Ayuntamiento de Villarrobledo incumple la Ley de Memoria Histórica
El abogado Eduardo Ranz Alonso ha llevado ante la justicia al Ayuntamiento de Villarrobledo, en Albacete, por lo que considera un incumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.
El letrado asegura que en agosto de 2016 solicitó al Ayuntamiento de Villarrobledo el cambio de nombre de cuatro calles, que así figuraban en el catastro y que llevan los nombres de Calvo Sotelo, Generalísimo, la avenida Generalísimo en Casas de Peña y José Antonio. En la petición Ranz Alonso solicitaba la elaboración del catálogo de vestigios en el municipio y la retirada de simbología en el municipio, especificando la existencia del monolito homenaje a los golpistas que hay en el parque Joaquín Acacio.
La respuesta a esta petición, tal y como ha explicado Ranz a esta redacción, llegó un año después, en 2017, cuando el Ayuntamiento contestó explicando que había cambiado el nombre de la avenida Generalísimo. Ahora, casi dos años después de la petición del abogado, y ante el incumplimiento de estas peticiones, Eduardo Ranz Alonso ha decidido llevar a los tribunales al Consistorio y la justicia ha aceptado el recurso contencioso-administrativo. “Esto lo solicité en agosto de 2016 y estamos en mayo de 2018. Ha habido una inacción manifiesta que demuestra la poca voluntad de querer cumplir una ley que lleva 10 años en vigor”, dice el abogado.
Esto sucede la misma semana en la que el Pleno del Ayuntamiento de la ciudad de Villarrobledo aprobaba, con el único voto en contra de Izquierda Unida, dejar en pie el monolito del parque Joaquín Acacio quitándole parte de la simbología. Y es que, desde que se comenzara con la polémica del monolito en Villarrobledo, el alcalde de la localidad siempre ha defendido que esta decisión la avala un informe jurídico que posee el consistorio y donde se dice que el monumento no se puede tirar abajo.
El informe, según contaba Alberto González, regidor de Villarrobledo, hace unos días a esta redacción, sólo se centra en la retirada de los símbolos de exaltación “pero no se deben quitar los recuerdos privados”, es decir , los nombre de los vecinos. “Yo desconozco este informe”, dice Ranz, que asegura: “los informes privados no son válidos. Tienen que ser públicos” y lo único que sustituye un informe público “es una sentencia”.
En todo caso Ranz considera que también se incumple con la Ley de Memoria Histórica con la decisión del plenario de Villarrobledo. Hay que recordar que el monolito, que fue erigido en el año 1946, está dedicado a los ‘caídos por el glorioso movimiento nacional’. Además, tal y como consta en las escrituras de cesión del terreno que ahora es el parque Joaquín Acacio, donde se ubica el monumento, éstos fueron donados a condición de que en él se levantase un monumento para recordar a aquellos que perdieron su vida apoyando al bando golpista.