Rescate habitacional, “punto negro” del acuerdo PSOE-Podemos en Castilla-La Mancha
Este año 2016 arranca con dos “puntos negros” en el calendario de Podemos Castilla-La Mancha a causa de varias cuestiones que “no se han cumplido” en el ámbito del pacto de gobernabilidad que la formación morada mantiene con el Gobierno Castilla-La Mancha y que serán prioritarias en su acción política. En el tintero queda lo que el secretario regional de Podemos, José García-Molina considera “un fallo” del PSOE que no votó a favor de eliminar los privilegios de los expresidentes de Castilla-La Mancha y que a su juicio es un “error político”.
Además, recuerda que algunas de las propuestas incluidas en su acuerdo con los socialistas “se han dejado a medias”, como el llamado Plan de Rescate Habitacional porque, según el diputado regional, “la gente no necesita solo una oficina de mediación hipotecaria sino una casa” y cree que el Gobierno de Emiliano García-Page “flaquea” en este punto del acuerdo de investidura.
Será una de las cuestiones a abordar en estos primeros compases de año porque, recuerda, “nosotros nos lo tomamos en serio y hay que preguntarse por qué a ellos les cuesta tanto”. En este sentido creen necesario iniciar también los trámites de la llamada Ley de Sobreendeudamiento porque, lamenta, “ha habido un cierto inmovilismo por parte del PSOE en temas como la dación en pago”.
No será la única piedra de toque en su relación con el Ejecutivo regional. También se incidirá en poner en marcha la Ley de Transparencia y Buen Gobierno, que incluye una norma “de cuentas abiertas” o la llamada Ley de Participación Ciudadana cuyo borrador ya está estudiando el Gobierno castellano-manchego.
El tercer gran eje es la reforma tributaria en la región que, en opinión de Podemos, debe abordarse de forma inmediata e incluir un sistema “progresivo”. Sería, como le gusta decir a la formación morada, una “redistribución de impuestos” que, entre otras cosas, supondría gravar más a un 5% de la población de la región, “la que tiene más recursos”, y que en los tramos medios y bajos de renta mantendría e incluso “aliviaría” la carga fiscal. Molina ve “posible y sin demasiados problemas” un acuerdo en este sentido.
Finalmente, en el punto de mira de Podemos está la reforma de la Ley Electoral regional que “queremos abordar este mismo año” pero, sin prisa, priorizando el debate previo con todos los sectores sociales para conseguir “el máximo consenso”.
Antes de nada, los presupuestos
Antes de nada, los presupuestosEl diputado regional también se refiere a otro gran asunto pendiente de resolver y que tiene que ver con los presupuestos para el presente año.
Molina dice estar “satisfecho en líneas generales” con aquello que tiene que ver con la “contabilidad” de las cuentas regionales aunque apunta que quieren ir más allá en las partidas relacionadas con la investigación y desarrollo. Las considera “fundamentales” para propiciar un cambio en el modelo productivo de la región. Incluso en su agenda tiene previstas sendas reuniones con los candidatos a rector en la UCLM, Miguel Ángel Collado y Francisco José Quiles, para conocer sus posturas al respecto.
Para el veredicto final que Podemos otorgue a los presupuestos, esperarán a conocer la inversión real en gasto social o si se aplica o no la eliminación de lo que Podemos considera “gastos superfluos que en otras ocasiones se han dedicado a altos cargos”.
Mientras, Molina muestra tambien su satisfacción por que algunas de sus iniciativas como el plan de rescate ciudadano que se consignará en los presupuestos vaya a superar los 600 millones. Es un “logro” y, por otro lado, cree que el techo de gasto “saldrá adelante”.
De fondo, este sábado, debate sobre alianzas nacionales
De fondo, este sábado, debate sobre alianzas nacionalesPero al margen de las prioridades ‘domésticas’, Podemos mira hacia el complejo panorama político nacional. Este sábado, se celebra Consejo Ciudadano Regional en Ciudad Real, el primero tras las Elecciones Generales y que debe servir para analizar resultados, escenarios políticos de presente y lo más importante, pulsar la opinión de sus miembros sobre posibles alianzas postelectorales.
García-Molina insiste en que la formación morada siempre ha priorizado “las políticas para la gente y que se limiten cuestiones como la corrupción o la desigualdad” pero, aclara, “lo importante no es poner líneas rojas sino construir un gobierno que ponga en marcha esas medidas y profundice en reformas democráticas y constitucionales”.
En este sentido, no se atreve a vislumbrar un definitivo acuerdo nacional con los socialistas. “Es complicado opinar porque el PSOE tiene sus divisiones internas que tendrá que resolver” aunque, asegura, estaría “encantado con las posturas que apuesten por un gobierno progresista porque nuestro objetivo es que no gobierne el Partido Popular”.
“A veces el discurso de Emiliano García-Page sobre la unidad de España me recuerda al del Partido Popular”, matiza, para recordar que “las líneas rojas son una forma de trabar el debate de antemano” y por eso, insiste, el PSOE “debe resolver su polarización interna”, sobre esta y otras cuestiones.