La Confederación del Segura dice que la última limpieza de cauces en el entorno de Letur se hizo en 2022
La Confederación Hidrográfica del Segura ha explicado que los últimos trabajos realizados en el término municipal de Letur se llevaron a cabo en el año 2022. Se trata, señalan, del mantenimiento ordinario que es su competencia, y que atañe a los cauces que transcurren por suelo “no urbano” o “periurbano”. También explican que se realizaron actuaciones de emergencia en la anterior DANA que sufrió la zona, en 2020.
Así responde el organismo a las preguntas de elDiarioclm.es, tras recoger declaraciones del alcalde de la localidad albaceteña, arrasada por una riada el pasado martes 29 de octubre, quien señaló que “desde 2009, si no me equivoco, no se había limpiado la zona del arroyo”. Sergio Marín afirmaba que “hace unos meses” de reunión con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura para comentar la “necesidad” de limpiar el cauce.
Entre las actuaciones realizadas que señala la Confederación se encuentra la limpieza y retirada de sedimentos en la rambla de la dehesa, en 2022; desbroce y limpieza del cauce con máquina en la desembocadura del arroyo del cercado al arroyo de Letur; retirada de arbolado seco y reparación de la pasarela en la cascada del arroyo y limpieza del puente y corte del arbolado en la zona del camping.
El organismo explica que su competencia es “actuar en la conservación y el mantenimiento ordinario de los cauces en los tramos no urbanos para permitir la circulación de la crecida ordinaria”, que presenta periodos de retorno de entre 7 y 10 años.
Finalmente, recuerdan que lo acontecido en la localidad, en la que se sigue buscando a cuatro personas desaparecidas, “fue una crecida extraordinaria, según los primeros análisis, de un periodo de retorno entre 200 y 500 años, por lo que cualquier actuación realizada con anterioridad es irrelevante de cara a canalizar los caudales generados por ese fenómeno pluviológico”.
La Diputación de Albacete explicaba que la riada se produjo no por la lluvia que cayó en el pueblo, sino en la cabecera de la cuenca, donde se alcanzaron casi los 200 litros por metro cuadrado. Esto fue lo que provocó el desborde del arroyo y la tromba de agua que atravesó el casco urbano, arrasando con parte de las viviendas del mismo.
Los vecinos de la localidad han podido comenzar a entrar este lunes al casco urbano para recuperar sus vehículos y diversos enseres de sus viviendas, prácticamente una semana después de la riada que arrasó con el llamado “pueblo del agua”.
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