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GUADALAJARA

Cuando las urbanizaciones se 'comen' al núcleo urbano: el pueblo junto al Tajo con casi más piscinas que habitantes

Vista en Google Maps de una parte de la urbanización El Soto, junto al río Tajo. Algunas parcelas tienen hasta dos piscinas

Alicia Avilés Pozo

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Entre las orillas más transitables del río Tajo se formaron durante el siglo XIV las villas medievales que luego darían lugar a muchas de las poblaciones ribereñas que hoy conocemos. Una de ellas, en la comarca de la Alcarria, fue Illana, atravesada por el Barranco de la Fuente Vieja y cuyas tres grandes urbanizaciones, muy alejadas del pueblo pero en su término municipal a efectos administrativos, han crecido tanto en los últimos 40 años que prácticamente se han ‘comido’ al núcleo urbano.

Ubicado al sur de la provincia de Guadalajara, limítrofe con la Comunidad de Madrid y con la provincia de Cuenca, este municipio llegó a tener más de 2.000 habitantes en el siglo XIX, principalmente por su relativa cercanía a la ciudad de Madrid (más de 90 kilómetros) con un clima algo más fresco, por lo que fue adquiriendo cierto valor turístico, al igual que sus cuevas, albergue de bodegas que habían sido muy transitadas y famosas en pleno Siglo de Oro.

Hoy en día tiene unos 800 habitantes, según el censo de 2022. Es muy similar a otros pueblos de la zona, que se llenan en verano y se vacían en invierno, aunque Illana se distingue por una cuestión muy peculiar. En la localidad hay registradas un total de 726 piscinas, según los últimos datos actualizados de la Dirección General del Catastro.

Esta circunstancia lo ha convertido en el municipio español con más piscinas por habitante, un dato muy significativo por tratarse de la España seca y ante el escenario de crisis climática y sequía que atraviesa el país. Además, según el INE, Castilla-La Mancha es de las autonomías con menos piscinas por habitante. Es decir, el caso de Illana, por sí solo, dispara la media regional. Los datos reflejan casi una piscina por habitante. Pero hay una explicación.

Las albercas para regar viñedos, hoy decenas de piscinas

El alcalde, Francisco Javier Pérez, detalla a elDiarioclm.es el origen de estas construcciones. A orillas del Río Tajo se encuentra la Colonia Agrícola San Joaquín, rodeada hoy por tres urbanizaciones: El Cuartillejo, Río Llano y El Soto. Eran antiguas tierras de viñedos y regadío que en su mayor parte ya no existen, pero sí permanecen albercas -unas antiguas y otras más modernas- que se han convertido en piscinas.

En estas urbanizaciones se concentra la práctica totalidad de ellas. Son unas 1.300 viviendas con personas que en su mayor parte no están censadas en el municipio. La zona está a 17 kilómetros del núcleo histórico y urbano de Illana, donde, según el alcalde, hay solo ocho o nueve piscinas particulares.

“La cuestión es que la Dirección General del Catastro computa estas parcelas, de 3.000 o 4.000 metros cuadrados, al término municipal de Illana y además en algunos casos son zonas deportivas con albercas para regar en la zona de huerta y las registra como piscinas. Es cierto que muchas de ellas se han reconvertido en piscinas y el número de lo que correspondería solo al núcleo urbano-histórico se dispara en las urbanizaciones y se imputan a nuestro término municipal”, afirma el alcalde.

Esas tres urbanizaciones tienen autorización de captación de agua de la Confederación Hidrográfico del Tajo, como se abastecen la mayoría de los municipios de la provincia colindante, la de Cuenca. “Se abastecen directamente del río, la potabilizan y la tratan conforme a esos acuerdos”, remarca el alcalde.

También precisa que estas tres urbanizaciones nacieron a mediados de los años 70 del siglo XX con sus propios planes de ordenamiento urbanístico, aprobados por la Comisión Provincial de Urbanismo de Guadalajara y por el pleno del Ayuntamiento. Estos planes forman parte de las normas subsidiarias de Illana que rigen desde 1985.

Conforme a esta planificación, algunas de esas piscinas están ahí desde hace 40 años pero “otras muchas” son de nueva construcción. Al ser parcelas tan grandes, la mayoría tienen esas instalaciones deportivas propias ya que no hay zonas en común con otras viviendas. Con carácter técnico, son “viviendas unifamiliares aisladas” y la práctica totalidad con piscinas. En muchas de ellas hay incluso dos piscinas por vivienda.

Conclusión: este municipio está constituico por tres grandes urbanizaciones con enormes parcelas y más de 700 piscinas, y un pequeño pueblo con apenas una decena. De hecho, la localidad cuenta también con su propia piscina municipal, aunque solo abre dos meses al año, del 1 julio al 31 de agosto. Y, como es obvio, a este centro únicamente acuden los habitantes habituales del pueblo. En las urbanizaciones ya existe “casi una por cada vivienda unifamiliar”.

“La concesión de agua es la que es. No hay más”

Algunos vecinos y vecinas de estas urbanizaciones con los que ha hablado elDiarioclm.es no ven ningún problema en la enorme proliferación de estas piscinas en plena España seca. “El agua se utiliza con responsabilidad. Es lo que establece la Confederación del Tajo y si alguien sobrepasa los límites, ya sabe lo que hay. Hemos tenido restricciones cuando ha habido sequía, como en cualquier otra parte, y creo que todos somos responsables en su uso. No cambiamos el agua todos los años y la limpiamos. La concesión es la que es. No hay más”, explica Antonio, que acude en verano junto con su familia a la urbanización de El Soto.

En el núcleo urbano ni consideran que estas urbanizaciones sean parte del pueblo “en sí”. Una vecina resalta que los habitantes de esas 1.300 viviendas están “prácticamente en otro mundo” y hacen “poca o ninguna vida en el núcleo urbano”.  

Con carácter estatal, las estadísticas dejan un panorama muy irregular en España. Además de Baleares y la Comunitat Valenciana, los territorios con más piscinas en relación a su población son Castilla y León (una por cada 25 habitantes), Andalucía (28), Murcia (30) y Extremadura (34).

Por encima de la media aparecen Catalunya (40), Madrid (49) y Castilla-La Mancha (50), y ya por debajo figuran La Rioja (61), Galicia (67) Aragón (71) y Canarias (86). Donde menos hay es en el norte, Cantabria (una por cada 140 habitantes) y Asturias (258), así como en Ceuta (585) y Melilla (356).

El caso de Illana no es aislado. Hay otros muchos pueblos en España, sobre todo alrededor de la ciudad de Madrid, en la Comunitat Valenciana y en Murcia, donde las viviendas de grandes urbanizaciones cuentan todas con su propia piscina particular y donde las cifras, por tanto, también se han disparado. Es el caso del municipio valenciano de Olocau , con unos 1.700 habitantes y 1.614 piscinas, o de Peñalba de Ávila, con 96 piscinas para 109 habitantes, según el catrastro y el censo de 2022.

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