‘Ultramarinos de Lucas’: sin ayudas regionales, pero premiados a nivel nacional
Castilla-La Mancha tiene el honor de tener en su territorio, concretamente en Guadalajara, a la compañía de teatro que ha sido galardonada con el Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud. ‘Ultramarinos de Lucas’ nace en el año 1994, con el objetivo de poner sobre las tablas una historia que le saque una sonrisa a los más pequeños, siempre con una cuidada puesta en escena que deja boquiabiertos a los espectadores por la singularidad y la originalidad de los elementos utilizados. Juam Monedero, uno de los siete miembros que forman la compañía, nos descubre la forma que tienen de trabajar, la importancia del premio recibido o la cantidad de obras que realizan al año. Además, no se olvida de criticar que, a diferencia de otras compañías en sus respectivas comunidades autónomas, ‘Ultramarinos de Lucas’, desde que el Gobierno de Cospedal las retiró, no recibe ningún tipo de ayuda para potenciar aún más su espectáculo.
¿Qué ha supuesto para ‘Ultramarinos de Lucas’ el Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud?
Este premio para nosotros ha sido un reconocimiento, pero tenemos que decir que seguimos trabajando de igual manera. Ya antes de recibir el premio teníamos varias propuestas para 2016 y con ellas vamos a seguir. Esto no nos cambia en nada. Por otro lado, queremos dejar constancia que una cosa que ha desaparecido y que nos ha afectado mucho a las compañías que trabajamos para el público infantil y juvenil, son las campañas escolares que antes existían y ahora apenas hay. Nos referimos a que ese público infantil que iban de la mano de los profesores en horario lectivo a ver el teatro, ahora ya no van.
¿Cuál es la dinámica del grupo para conseguir premios como este?
Nosotros nos hemos dedicado a investigar sobre las artes escénicas y cuando hay necesidad de contar algo, nos metemos en el local de ensayo y comenzamos a crear. El premio nos lo dan, nosotros no nos presentamos. Hay un jurado que propone diferentes candidaturas, entre ellas la nuestra, que finalmente ha sido la ganadora. Los premios nacionales, en todas las modalidades, proponen los candidatos una serie de expertos que componen el jurado. En nuestro caso, es una dotación económica de 30.000 euros, cantidad que no te exigen que sea para una cosa en concreto.
¿Cuántas personas componen la compañía ‘Ultramarinos de Lucas’?
Somos siete personas trabajando en los espectáculos, entre actores, técnicos, personal administrativo… Somos un grupo reducido. Los tiempos que corren nos han obligado a ser un grupo pequeño para poder sobrevivir. Nacimos en 1994 y llevamos trabajando ya 21 años.
¿Cuál es el truco para crear todo lo que conlleva un espectáculo como el suyo?
Mucho trabajo, mucho esfuerzo y compromiso personal. Más aún en los últimos cuatro años, desde 2011, cuando desaparecieron las ayudas que existían en nuestra región, en Castilla-La Mancha, para la producción de espectáculos. Eso nos ha obligado a hacer un esfuerzo mayor, cayendo incluso en la autoexplotación. Por esta ausencia de ayuda, tenemos que esforzarnos y trabajar más sin cobrar apenas.
¿Viajáis al extranjero para presentar vuestras obras en otros países?
Nos invitaron en 2004 a un festival en Argentina y a partir de ese momento todos los años viajamos al menos una vez fuera. Suele ser a Latinoamérica, porque nos resulta más fácil ir allí y las experiencias que hemos tenido han sido buenas. Siempre que recibimos una invitación intentamos conseguir ayudas, que suelen venir por parte del Ministerio de Cultura, para poder hacer frente a algunos gastos que suponen estos viajes, especialmente el desplazamiento al país de destino.
¿Cuáles son los elementos más comunes que usáis para crear todo lo que rodea vuestras obras?
Suelen haber unas ideas previas que proponen el director y el equipo, empezamos a investigar y después va tomando todo forma. Primero llevamos al local de ensayos un montón de elementos, materias u objetos para, poco a poco, ir eliminando lo que vemos que no encaja. Cada espectáculo nos va llevando. La madera es un elemento que nos gusta mucho y suele estar presente en nuestros espectáculos, pero también trabajamos con otros objetos, como títeres. La música, en la mayoría de las ocasiones, se crea para cada espectáculo. No tenemos una fórmula o un modelo que aplicamos a todas las propuestas, porque nos gusta sumergirnos a algo desconocido en cada montaje.
¿Sólo representáis en teatros o también acudís a colegios e institutos?
En los comienzos visitábamos bastantes colegios, pero después se fue haciendo cada vez más difícil. En ocasiones, por las características del espectáculo, se requieren unas condiciones técnicas que a veces en los colegios no se tienen. Pero también tenemos espectáculos para hacer en aulas, como algunos que hacemos para bebés. En los últimos años, estamos recuperando esa conexión con los colegios, por el vínculo que tenemos con la infancia. También hacemos pruebas cuando estamos en el proceso de creación, para ver cómo se desarrolla el espectáculo y ver la respuesta que recibimos de los niños y niñas.
¿Cuántos espectáculos soléis hacer al año?
Estamos en torno a los cien espectáculos. Nos podemos hacer una Guadalajara-Coruña, Guadalajara-Cádiz o también Madrid es una de las comunidades que más visitamos. Lo cierto es que nos desplazamos allá donde nos llaman. La furgoneta está pidiendo a gritos que la sustituyan y que compremos una nueva (entre risas, invita a pensar que el premio recibido vendrá bien para un cambio de furgoneta).
¿Por qué crees que no se dan ayudas a las compañías de teatro como la vuestra en Castilla-La mancha?
Eso viene de la política de recortes que aplicó el PP cuando entró a gobernar, con Cospedal a la cabeza. Uno de los primeros lugares de donde recortaron fue la Cultura, que creo que aquí tiene muy poca consideración, no interesa excepto grandes eventos o de famoseo. Las compañías de Castilla-La Mancha que nos movíamos dentro de la región, en munciipios pequeños, con los recortes muchas han desaparecido o han dejado de hacer obras. Cuando al año, las compañías de la región, hacíamos entre 20 y 30 espectáculos, ahora se ha visto reducido eso a la mitad, por lo menos. Y con un formato más pequeño.
En nuestro caso, la falta de ayudas nos obliga a que los recursos que tenemos tengamos que emplearlos en crear las obras. No existe financiación privada y el mecenazgo tampoco funciona. Trabajamos en unas condiciones peores que otras compañías que de sus comunidades sí reciben todo tipo de ayudas.
¿Todos vuestros espectáculos están basados en obras ya escritas y consagradas o hay temas propios?
La literatura infantil-juvenil nos ha servido de alimento a la compañía, pero también llevamos obras de creación propia. Obras como Pinocho o las aventuras de Huckleberry Finn, las adaptamos y las traducimos a una forma teatral. Solemos partir de libros o novelas que atraigan al público al que nos dirigimos.
¿Cuántos espectáculos tenéis y qué duración pueden tener cada uno de ellos?
En gira tenemos en torno a nueve o diez espectáculos. Mantenemos repertorio en el tiempo. De hecho, el espectáculo con el que nos estrenamos, que tiene 21 años, seguimos haciéndolo. Es lo que nos permite un poco sobrevivir, no interpretamos sólo el último espectáculo que creamos, sino que usamos todos los que tenemos en repertorio. En cuanto a la duración, depende de cada uno. Tenemos espectáculos de treinta minutos, porque el público al que nos dirigimos es la infancia y el nivel de atención puede ser reducido, pero tenemos otros que pueden estar en torno a la hora y cuarto, como es el de Pinocho.