Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Un yacimiento en la provincia de Guadalajara, “clave” para analizar hipótesis sobre los neandertales

Trabajos en Peña Capón, Guadalajara

elDiarioclm.es

0

La tradición investigadora sitúa los grandes focos de poblamiento de cazadores-recolectores paleolíticos en las zonas costeras de la Península Ibérica. El investigador de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH), Manuel Alcaraz trabajará con la hipótesis de que en el interior también se desarrollaron asentamientos relevantes de Neandertales y Humanos modernos, incluso durante los momentos más rigurosos del Pleistoceno Superior, a pesar de que las condiciones ecológicas eran más duras.

Durante los próximos cinco años, gracias a los 1,4 millones de euros concedidos por el Consejo Europeo de Investigación, el equipo del profesor de la UAH, en colaboración con otros equipos nacionales e internacionales, coordinará una gran investigación que incluye prospecciones y excavaciones en hasta 19 yacimientos arqueológicos, paleontológicos y paleoecológicos del interior peninsular, localizados en Castilla-La Mancha, Madrid y Castilla-León, principalmente.

Se pretende así recopilar un corpus de datos sin precedentes, que permitirá desarrollar un análisis interdisciplinar, ‘multi-proxy’, destinado a conocer la secuencia cronológica, desarrollos tecno-económicos y contextos ecológicos registrados en los yacimientos del Pleistoceno superior en estas regiones.

La línea de investigación que desarrollará Alcaraz presenta cierta continuidad con respecto a los trabajos que, desde la década de 1980, realizan en la UAH el grupo de investigación ‘Grafías Prehistóricas y Poblamiento Humano en la Península Ibérica’, que dirige Rodrigo de Balbín. Este grupo lleva años poniendo a prueba la idea de que durante el Pleistoceno Superior (120.000 a 12.000 años), el poblamiento humano en el interior de la Península, tanto de Neandertales como de humanos modernos, fue nulo o esporádico durante buena parte de su desarrollo.

“Según la interpretación tradicional, el interior se percibe como un gran vacío donde apenas hubo desarrollos culturales. Nuestro grupo y otros grupos de investigación entendemos que esa interpretación puede ser producto de un prejuicio investigador o, mejor dicho, de una falta de investigación en el interior peninsular que hace que tengamos una visión sesgada”, señalan.

Lo que propone este proyecto es una investigación de campo de amplio espectro, en la que intervendrán muchos investigadores y en muchos yacimientos, para realizar prospecciones y excavaciones arqueológicas, además de numerosas y variadas analíticas, con el fin de corroborar si el poblamiento del interior peninsular durante el Pleistoceno Superior fue tan residual.

“Es evidente que en las zonas costeras los cazadores recolectores pudieron tener unas condiciones de vida mucho más sencillas que en las tierras altas o los páramos de la meseta norte… Pero queremos ponerlo a prueba, porque nosotros tenemos indicios que apuntan a que en el interior de la Península hubo poblamientos más estables y complejos de lo asumido tradicionalmente, que nos obligarán a replantear los modelos aceptados hasta ahora”, señala Alcaraz.

Investigar por qué desaparecieron los Neandertales

Además, estas investigaciones permitirán contribuir a la investigación de problemas muy importantes a escala continental, como la desaparición de los Neandertales en el occidente europeo, porque yacimientos del interior peninsular van a ser claves para conocer con más detalle los contextos, causas y tiempos que rodearon la desaparición de este tipo humano (que no necesariamente ha de ser entendida como una extinción, ya que está comprobado que hubo varios episodios de mezcla genética con los humanos modernos).

Un yacimiento “clave” en Tamajón (Guadalajara)

Los indicios sobre los que trabajan los investigadores parecen claros: “Hoy sabemos, por ejemplo, que en el momento de máximo frío de la última glaciación, que se corresponde con lo que denominamos la cultura Solutrense, hace unos 25.000/20.000 años, hay importantes poblamientos en el valle del Manzanares. Y luego, el yacimiento clave, es el yacimiento de Peña Capón, en el municipio de Tamajón (Muriel), en Guadalajara”. Allí se contempla una densa ocupación Solutrense y una secuencia estratigráfica que indica un poblamiento recurrente, que además se puede relacionar con las grafías paleolíticas de las cuevas de la zona.

“Se percibe una organización del territorio, una ocupación intensiva, y creemos que esta región va a ser clave para nuestro proyecto, pues seguramente encontraremos más yacimientos de estas cronologías tras la prospección de todo su territorio. Hay otros indicios en otros puntos de la meseta, pero gran parte de nuestros esfuerzos, al menos en una primera fase del proyecto, se centrarán en las estribaciones surorientales del Sistema Central, que consideramos el centro neurálgico de nuestra investigación”, agrega el investigador.

Pero, ¿qué impide, entonces, pensar en que esta línea de investigación no es la correcta? Alcaraz responsabiliza de ello a la tradición investigadora. “Los grandes yacimientos que se han investigado en España están en el norte y, en menor medida, en Levante y en el sur. Pero en el interior ha habido bastante menos investigación debido a un problema de base: en la arqueología en general tenemos lo que ha quedado”. En el norte hay muchas cuevas y eso ha permitido una mejor conservación. En el interior hay menos cuevas y las evidencias son más difíciles de conseguir, aunque tratarán de hacerlo al aire libre, con prospecciones llevadas a cabo con unas tecnologías muy modernas. 

Las condiciones de vida en la Meseta serían más rigurosas que en las regiones costeras, igual que ocurre hoy pero eso, dicen, “no implica que no hubiera ocupación humana. De hecho, tenemos pruebas de la existencia de cazadores recolectores en otras zonas del mundo, como las llanuras centroeuropeas y norteamericanas, que ponen en evidencia la adaptabilidad de los cazadores-recolectores paleolíticos a entornos rigurosos”.

¿Qué son las Starting Grants?

Starting GrantsLas Starting Grants se destinan a investigadores de excelencia con una experiencia posdoctoral de entre 2 y 7 años. Se trata de ayudas de hasta  cinco años mediante las que los jóvenes investigadores pueden formar sus propios grupos de investigación en proyectos de frontera del conocimiento.

Esta es la tercera Starting Grant que reciben investigadores de la UAH en los últimos años, aunque se trata de la primera en el ámbito de las Humanidades.

Etiquetas
stats