Mañueco se niega a “etiquetar” a Vox como extrema derecha y retomará el contacto con Soria Ya y UPL
El presidente de Castilla y León en funciones, Alfonso Fernández Mañueco, se ha negado este miércoles a “etiquetar” a Vox como un partido de extrema derecha, tal y como lo ha calificado el presidente del Comité Organizador del Congreso del PP, Esteban González Pons. “A algunos les gusta poner etiquetas y a mí no, no me gusta etiquetar a los partidos y a las personas”, ha aseverado. “Él pone etiquetas y yo no. Pregúntele a Esteban”. Mañueco ha hecho estas declaraciones tras la reunión del comité de dirección del PP de Castilla y León en la que se ha analizado la ronda de contactos con los partidos políticos para lograr la investidura. El presidente ha anunciado que este miércoles mismo llamaría a Vox, a Soria Ya y a Unión del Pueblo Leonés para una segunda ronda y ha rechazado contactar con el PSOE, Podemos, Por Ávila y Ciudadanos “porque se han autodescartado”.
“Seguiremos el contacto con los que hemos acordado mesas de trabajo para elaborar un programa de gobierno para continuar la transformación de esta tierra, para crear un proyecto sólido y estable”, ha dicho. El objetivo inmediato es “acercar posturas para lograr un pacto parlamentario” en el que “lo primero” serán “el programa, las personas, la gente de Castilla y Leon, sus problemas y soluciones” porque no ha llegado el momento de hablar “de sillones ni de cargos”. Así, el “punto de partida” será el programa del Partido Popular y sus premisas: el autonomismo útil, la integridad territorial, la apuesta por Europa y la defensa firme de la igualdad social, laboral y de oportunidades entre hombres y mujeres.
“Soy optimista. Tengo las manos libres para negociar y tengo la mente abierta para llegar a un acuerdo. Descarto cualquier posibilidad de repetición electoral, salvo que todos estén convencidos de ello, voy a poner toda la carne en el asador”, ha insistido Mañueco mientras Vox, su socio potencial, reclama para sí la presidencia del Parlamento Autonómico para empezar, y varias consejerías. Mañueco no quiere adelantar qué pasará con lo más inmediato, la constitución de las Cortes el próximo mes de marzo y la amenaza de Vox de no votar a favor o abstenerse en la investidura de Mañueco. “Vamos a esperar a ver qué es lo que ocurre”, ha dicho.
“Mi deseo, mi objetivo, es hablar de programa, es crucial, es la clave, y mi objetivo es que haya gobierno en solitario”, ha repetido. Pero si esto no fuese posible, y a la pregunta de si abriría la puerta a gobernar con Vox, Mañueco ha dicho que “esa puerta ni está abierta, ni está cerrada”. “¿Nadie me va a preguntar por Feijóo?”, ha bromeado ante la insistencia de los medios, que le han recordado que Vox no votará a su favor si no entra en el gobierno y que sin contar con Vox los números hacen imposible su investidura.
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