La incertidumbre de 9.000 habitantes de Zamora por no saber si podrán beber agua del grifo en Nochebuena
Toro (8.448 habitantes, Zamora) vive en tensión por si pasará la Navidad con agua potable (o no). La Junta de Castilla y León declaraba este miércoles que el agua de la red de abastecimiento no era apta para el consumo al superar el máximo permitido de arsénico, de 10 microgramos por litro. Concretamente, el índice de esta semana ha sido de 11,9. No llamaría tanto la atención si no fuera porque es la segunda vez este mes en que Toro se queda sin agua potable.
Según explica el alcalde de Toro, Tomás del Bien, estos niveles de arsénico se superan porque el acuífero del que beben está “sobreexplotado” y “esa poca cantidad de agua que hay hace que salga con arsénico”. La parte 'positiva' es que esta vez, ya hay instaladas tres potabilizadoras portátiles y se está repartiendo agua embotellada para las personas vulnerables. El agua sí es apta para la ducha, fregar, lavarse los dientes, etc., pero no para consumo directo o para cocinar.
El regidor toresano explica a este diario que este viernes se hará otro análisis. “Estamos haciendo análisis cada dos días”, afirma. El Ayuntamiento está trabajando ya en una nueva potabilizadora, confirma, aunque advierte: “No podemos trabajar más rápido de lo que lo estamos haciendo”.
Álvaro regenta un restaurante en Toro y se muestra muy “indignado”. “Necesitamos usar agua mineral para todo. Estamos pagando el agua más cara que el vino”, protesta. El hostelero reprocha que sea la segunda vez que pasa y asegura que no le quedará otra que apañarse de cara a las navidades, puesto que darán servicio este fin de semana. “Es una verdadera vergüenza”, insiste.
Hace dos semanas, el análisis del agua arrojaba un nivel de 11,7 de arsénico, aunque un contraanálisis tras el primer resultado determinó que había 9,5 microgramos por litro. La Diputación de Zamora comprometió una garrafa de 10 litros por familia hasta los 10.000 litros de agua.
Además, se instalaron tres potabilizadoras portátiles en la plaza de San Francisco, la Plaza Mayor de Tagarabuena y el Paseo del Canto.
El alcalde de Toro encargó un contraanálisis un día después que el análisis de la Junta en el que no se superó el umbral de arsénico. El regidor pidió entonces “seriedad” al gobierno autonómico y criticó los plazos en la realización del análisis. La delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, Leticia García, consideró “grave” que se les acusara “de falta de diligencia” y advirtió de que los controles del Ayuntamiento no tenían valor “oficial”.
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