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La artista Wu Tsang se enfrenta a 'Carmen': “¿Por qué la visión española del mito tiene que ser más auténtica?”

La realizadora cinematográfica y artista WuTsang posando para la entrevista con elDiario.es

Jordi Sabaté

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Tras estrenar en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid Of Whales en 2023, un filme de mediana duración (75 minutos) en que revisa el mito de Moby Dick, la cineasta norteamericana Wu Tsang regresa ahora a España con una nueva cinta, La gran mentira de la muerte, esta vez especialmente creada para el MACBA barcelonés. Ha sido producida por el museo en conjunción con la institución con sede en Madrid TBA21 Thyssen-Bornemisza Art Contemporary, la holandesa Hartwig Art Foundation y la australiana National Gallery of Victoria.

Para su nueva y colorista obra –que puede verse de lunes a sábado en La Capella del MACBA hasta el 3 de noviembre en una instalación de gran formato– ha contado con las actuaciones de la bailaora Rocío Molina, premio Nacional de Danza en 2010; el cantaor José el Oruco; la también bailaora anglo-ghanesa Yinka Esi Graves; el bailarín de performance Tosh Basco y la torera Vanessa Montoya.

Juntos revisan el mito de Carmen a través de performances con una fotografía profundamente cuidada y una estética colorista y visual, de rojos y blancos contrastados, pero a que, a la vez, está dotada de una gran fuerza emotiva y dramática, merced a las actuaciones especiales de Rocío Molina y el Oruco, que mantienen un tenso diálogo de danza, cante y percusión hasta casi la extenuación física. Paralelamente a la película, Wu Tsang ha dirigido una versión de la ópera para el teatro Schauspielhaus de Zúrich.

¿Por qué llama a la película La gran mentira de la muerte?

El título surge de una conversación con Rocío Molina durante el rodaje. Tuvimos muchas conversaciones entonces sobre el mito de Carmen y sobre el proyecto que, en esencia, quiere revisar el peso de la muerte en la historia de Carmen. Recuerdo que le pedí que me hablara sobre qué es para ella la muerte en el flamenco, como bailaora.

Y entonces ella dijo que en el flamenco la muerte es una gran mentira. Realmente me pareció algo poderoso: quiso decir que en el flamenco la muerte es algo siempre presente pero que no pasa nunca a ser real, es un asunto de teatralización de la misma, pero que acaba cuando termina el baile o el cante. Es algo que además está particularmente acentuado en su enfoque de la interpretación, que es muy visceral.

Es como si Rocío realmente empujara su cuerpo a través de todos los ritmos para llevarlo al extremo, como si estuviera destruyendo su cuerpo o casi, como si muriera cada vez que actúa. Pero realmente esa muerte sobre el escenario es mentira, porque es solo una actuación. Es una especie de muerte metafórica o poética.

¿Tal vez la relación de la cinta con Carmen venga porque es una mujer que siempre está forzando los extremos, poniendo en riesgo su vida?

En efecto, Carmen es un mito que llevo muchos años investigando. Y de hecho este último año he estado investigando muy intensamente en Sevilla con muchos de los colaboradores que están en la película, tanto del mundo del toreo como del flamenco. Y creo que una de las cosas que me atrajo de este mito es la incógnita de por qué es tan popular.

¿Por qué se la reinterpreta infinitamente a través de estas diferentes formas artísticas como la ópera, la danza, el flamenco, el cine, la televisión y la cultura pop? Creo que tiene que ver con el hecho de que su historia se plantea como una especie de destino, como que por ser como es, debe morir. Sabemos que ella va a morir, pero aun así queremos seguir el viaje. Personalmente tengo una especie de teoría: debido a quién representa Carmen (la libertad y la alteridad en una sociedad conservadora), ella debe morir porque es con este ritual que elimina esa libertad que le es inherente.

¿Cree que el destino fatal de Carmen está relacionado con el hecho de ser mujer y gitana, que es como un aviso de que las mujeres libres tienen este final?

En cierto modo el mito nos dice que Carmen carga con todas las subjetividades que representan a las minorías oprimidas: es mujer, es gitana, es obrera, es una criminal en el sentido de que participa en economías alternativas y como contrabandista, e incluso tal vez ejerce como trabajadora sexual. De todos modos el mensaje que lanza el mito creo que es más complejo de lo que comentas.

Por sus subjetividades, ella representa una amenaza a un tipo de orden social más civilizado que es el europeo, al menos tal como lo concebían Mérimée y Bizet [uno, autor de la novela y el otro, de la ópera Carmen], que tenían una visión orientalista de España, un lugar de cultura inferior.

Incluso hay un paralelo en la ópera de Bizet en el que se ensalzan las virtudes de la pureza que representa Micaela, rubia, frente a la cetrina Carmen, la una con una voz más de soprano y la otra más oscura, de mezzo. Es como si existieran todos estos arquetipos y estereotipos sobre el bien y el mal.

Por lo tanto Carmen, por lo que representa, no puede tener otro final que la muerte, pero en realidad es solo una representación ritual de la muerte, un ciclo que se repite en el que ella regresa cada vez que se interpreta la ópera. Hay una línea en el texto de mi película que dice que cada vez que ella muere, regresa de manera diferente.

Saura es una gran influencia porque es el mejor, pero creo que tiene una forma de filmar el flamenco muy característica y yo he querido ofrecer otra perspectiva

Wu Tsang

¿Podemos concluir que Carmen tiene que morir para renacer y conservar su salvajismo y su libertad?

Creo que lo que ella representa es un tipo de libertad que el orden social quiere castigar y matar. Eso es todo. Y creo que vemos ejemplos de eso todo el tiempo, todos los días en las realidades actuales, ya sabes... No solo para las mujeres, sino para todo tipo de personas no europeas, racializadas, etc.

El mito de Carmen lo crea Mérimée y luego lo hace célebre Bizet con su ópera, pero no deja de ser una visión de dos señores que no eran españoles y que veían en España un lugar exótico, en profunda decadencia y alejado de lo que entonces era Europa. ¿No teme caer también usted en una aproximación exótica de lo que puede ser el flamenco o el toreo?

Vale, no soy española, pero ¿tienen los españoles cosas más auténticas que decir sobre Carmen que los franceses o los chino-americanos? Sabes a qué me refiero... Al final ella no está creada por los españoles, no es un mito español sino universal... Así que: ¿quién tiene derecho a hablar de ella desde qué posición exclusivamente auténtica?

Es cierto que en su ópera Bizet tenía una fantasía orientalista total, pero yo en mi trabajo intento interrogar sobre este tipo de fantasías orientalistas. Como chino-americana, soy alguien que también es occidental pero que es percibida como no-occidental, así que puedo entender el conflicto entre la realidad y las percepciones que se proyectan sobre las personas.

Sucede algo muy similar con el flamenco: hay muchas maneras similares de pensar sobre la forma en que se construye el flamenco, todo el mundo de apropia su autoría, pero por las conversaciones que he tenido con conocedores como Pedro G. Romero, el flamenco no le pertenece a nadie, cuanto más se investiga su origen, menos claro está.

El flamenco no le pertenece a nadie, cuanto más se investiga su origen, menos claro está

Rocío Molina y José el Oruco, son los personajes principales, pero también aparece Yinka Esi Graves, que es una bailarina muy interesante. El caso es que los estilos de baile de Rocío y Yinka son muy diferentes. Rocío es toda físico y percusión. Yinka es mucho más gestual, incorpora elementos de la danza contemporánea y su baile se antoja etéreo y fluido. Hay un contraste entre ellas: ¿es intencionado?

No se trata de contrastes sino de expresiones personales de cada uno de los artistas. Hay cinco personajes y dos de ellos, Rocío y Yinka, son bailaoras. También está el toreo de Vanessa Montoya. Y además Tosh Brasco también es intérprete, bailarín y colaborador mío desde hace mucho tiempo. Y con cada intérprete teníamos una especie de investigación propia sobre el mito de Carmen y la muerte.

Pero es cierto que todos sintieron que estaban ofreciendo perspectivas muy diferentes durante su investigación y eso sí se expresa sus performances igual que se expresaba en las conversaciones que tuvimos.

¿Te has inspirado en Carlos Saura para realizar el filme? El vínculo estético me parece evidente. 

Saura es una gran influencia porque es el mejor, pero creo que tiene una forma de filmar el flamenco muy característica y yo no quería simplemente emular eso, sino que deseaba ir más allá, buscar nuevas perspectivas, ofrecer nuevos ángulos. Es lo que he intentado y espero haber conseguido.

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