La investidura aplazada de Puigdemont lleva el desconcierto a las concentraciones independentistas
El independentismo ha vivido jornadas de celebración, como la de la proclamación de la República. Días de decepción como cuando Puigdemont dejó la independencia en suspenso. Y otros de indignación, como el día en que el expresident se planteó convocar elecciones. Este martes se esperaba una jornada de afirmación –la recuperación tras el 155 de la institución que representa el president de la Generalitat–, pero los manifestantes que se han concentrado a las puertas del Parlament han expresado más bien desconcierto e inquietud. ¿Por qué ha aplazado Roger Torrent la investidura del “presidente legítimo”?
“Estoy un poco mosqueado, no entiendo a qué responde esta decisión”, expresaba Pere, estudiante de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, que había cogido el tren esta mañana convencido de que volvería a su casa habiendo presenciado la investidura de Puigdemont. Su colega Josep sacaba sus propias conclusiones: “Parece otra batalla entre ERC y JxCat, que no quieren ir a una”.
La gente se ha ido concentrando a partir de las 14 h alrededor de la pantalla gigante que, una vez más, la ANC y Òmnium habían plantado a las puertas del Parque de la Ciutadella para seguir una jornada para el recuerdo de los independentistas. A esas horas, sin embargo, pocos se creían ya el mensaje que proyectaba el aparato. “Hoy todo el mundo a defender lo que hemos votado”, rezaba. Pero a las 15 h, hora en que estaba previsto el pleno, ni siquiera han conectado con el interior del hemiciclo, en el que solo hubieran podido ver sentados a los cuatro diputados de la CUP.
No había sin embargo reproches abiertos a la decisión de Torrent de aplazar el pleno. Ni en la concentración de las entidades soberanistas, en el Passeig Lluís Companys, ni en la de los Comités de Defensa de la República (CDR), en el Passeig Picasso, más contundentes estos últimos a la hora de defender la aplicación de los resultados del 1-O al grito de “el pueblo ha votado, que se aplique el resultado”.
Las horas de espera hasta la hora del debate han dado pie a la especulación entre muchos de los independentistas que iban llenando la concentración, sobre todo aquellos que se habían subido a un bus de la ANC por la mañana sin saber que se iba a aplazar la sesión. Como Jaume y Carme, una pareja de jubilados de Bellpuig (Lleida), que se daban esperanzas. “Si lo han hecho así será por algo, espero que lo expliquen”, comentaban. “Estamos un poco inquietos pero confiamos que al final Puigdemont será investido”, resumían.
Algunos no han dejado pasar la ocasión de abordar a los diputados de JxCat que se han dejado ver en la concentración poco antes de la las 15 h. Tras formar varios corros con los concentrados durante unos minutos, en los que han asegurado que harían todo lo posible para que se invistiera a Puigdemont, los diputados Laurà Borràs, Francesc de Dalmases y Ferran Roquer se han dirigido al Parlament entre aplausos. Pero ni ellos ni los manifestantes albergaban esperanzas.
La ANC pide evitar disputas “fratricidas”
Solo la intervención de los portavoces de ANC tras llegar en comitiva desde Plaza Sant Jaume ha conseguido levantar los ánimos de la gente. Su vicepresidente, Agustí Alcoberro, ha suavizado el contundente comunicado de la entidad de esta mañana y ha pedido “unidad” a los partidos independentistas. “No permitiremos enfrentamientos fratricidas, entre hermanos”, ha proclamado, en clara referencia a las diferencias entre ERC, JxCat y CUP por lo ocurrido este martes.
La ANC ha dejado clara su posición frente a los concentrados: toleran la decisión de Torrent siempre que se acabe invistiendo a Puigdemont. “No aceptaremos dilaciones ni incumplimientos, solo si sirven para hacer una investidura con más garantías”, ha expresado otra portavoz de la entidad. Y Alcoberro ha cerrado con un mensaje salomónico: “Estamos con el president Puigdemont y con el president Torrent”. La multitud ha aplaudido a esta última proclama.
Irrupción de una multitud en la Ciutadella
A esa misma hora, varias decenas manifestantes han irrumpido en el Parque de la Ciutadella rompiendo el cordón de los Mossos d'Esquadra que blindaba los accesos al Parlament desde primera hora de la mañana. Con el apoyo explícito de los CDR, la multitud se concentra de forma indefinida a las puertas de la Cámara catalana, algunos de ellos gritando que no se irán hasta que Puigdemont sea investido.
Tras la entrada de la gente en el Parque se han vivido varias escenas de tensión con los Mossos d'Esquadra. Los antidisturbios han llegado a cargar contra los concentrados, dejando un balance de tres heridos leves, según fuentes oficiales. Los manifestantes, que han entonado 'Els segadors' en varias ocasiones, han abucheado también a los diputados de Ciutadans al grito de “fuera fascistas del Parlament” cuando abandonaban escoltados la Ciutadella.
