El Govern calcula que el 10% de los fallecidos por coronavirus en Catalunya morirá en su domicilio
Ante el avance de los contagiados (19.991 según datos del martes por la noche) y fallecidos (1.849), el Govern empieza a preparar el terreno para los que, en principio, serán los días más complicados de la pandemia del coronavirus en Catalunya. El Departament de Salut ha decidido reforzar la atención domiciliaria para acompañar a los pacientes terminales en su muerte en casa y contribuir así a evitar el posible colapso hospitalario. Según un documento del 27 de marzo al que ha tenido acceso eldiario.es, la Generalitat calcula que aproximadamente el 10% de los fallecimientos por coronavirus serán en los domicilios.
Paralelamente, el Govern también ha trasladado a los Servicios de Emergencias Médicas (SEM) un protocolo, fechado a 24 de marzo, que indica cómo se debe justificar a este tipo de enfermos terminales y a sus familias la decisión de no trasladarlos a los centros hospitalarios y darles apoyo para morir en su casa.
El refuerzo de la atención domiciliaria figura en un documento redactado por el Consorcio Sanitario de Barcelona, un ente público compartido entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona. El informe detalla la creación de una unidad de atención domiciliaria extraordinaria, solo para casos de coronavirus, que servirá de apoyo al resto de unidades de este tipo que ya hay en los centros de atención primaria de la ciudad.
Estas unidades se llaman PADES, acrónimo de Programa d’Atenció Domiciliaria i Equips de Suport. Constituyen un servicio formado por equipos especializados, principalmente médicos, enfermeros y trabajadores sociales que ofrecen “atención en el final de la vida a domicilio”.
Esta semana, el Govern ha activado un PADES de “respuesta rápida” para la capital catalana, llamado PADES COVID, que tiene como objetivo dar apoyo a los profesionales sanitarios de la atención primaria pero también de las UCI y los hospitales de atención intermedia. Según el documento del Govern y del Ayuntamiento de Barcelona, la medida se toma “ante el incremento de casos a los que [el PADES] tendrán que proveer atención en el final de la vida en el domicilio”.
En el resto de provincias catalanas, con menor número de contagiados, todavía no se ha implementado un refuerzo de este tipo, aunque en Girona se está intentando priorizar la atención domiciliaria por vía telefónica en lugar de presencial para no saturar estas unidades, según apuntan fuentes médicas de la provincia.
De los dos documentos a los que ha tenido acceso este periódico –el de atención domiciliaria y el dirigido a las ambulancias– se desprende que el Govern comienza a preparar el terreno ante un más que posible colapso del sistema hospitalario. No solo las UCI están al límite de su capacidad (un 84% de ocupación el lunes), también las plantas de los hospitales, donde están aproximadamente el 90% de los enfermos de COVID-19, empiezan a tener problemas de espacio.
“Hay que intentar liberar las camas de hospital para los pacientes que requieren un tratamiento más agresivo, y priorizar el control de síntomas en los domicilios para aquellos pacientes que presenten enfermedades crónicas terminales”, señala una internista de un hospital de Barcelona. “En el hospital, además, van a morir solos en una habitación a la que ni siquiera podrán acceder los familiares”.
Según señala esta experta, el protocolo para morir en el domicilio se refuerza porque es “mucho más humano” y permite a los pacientes estar acompañados por, al menos, un allegado en el momento del fallecimiento. “Si no tenemos medidas de protección ni para los trabajadores del hospital, lo que no podemos hacer es dárselo a las familias que quieren acompañar a un enfermo”, remacha.
Consejos para hablar con las familias
Ante la difícil tarea de comunicar a los enfermos que no se les trasladará al hospital, el Govern ha elaborado una serie de recomendaciones dirigidas al personal del SEM donde indica cómo debe comunicarse esta decisión al paciente y sus familiares.
El Govern recuerda a los profesionales que “hay un alto nivel de miedo y alarma social” y les recomienda “no hacer referencia a que no hay camas para todos”. Según esta lista de recomendaciones, el Departament de Salut aconseja a los profesionales plantear la decisión de no trasladar al paciente al hospital como algo positivo para el enfermo y “centrarse en la idea de evitar el sufrimiento”.
“Plantear que la muerte en casa en estos momentos es la mejor opción si podemos asegurar el control de los síntomas”, señala el informe, que también recomienda a los profesionales sanitarios explicar a la familia que el hecho de no aplicar un tratamiento agresivo no significa abandonar al paciente.
El documento también recuerda a los trabajadores de las ambulancias que las interpretaciones y situaciones de cada caso, paciente y familia “son únicas”, de manera que sugiere “no imponer nuestros criterios con autoridad enérgica porque 'somos los héroes” y “no prejuzgar y comprender todos los puntos de vista”. A su vez, les recomienda escuchar debidamente a los pacientes o familiares y “repetir resumidamente los mensajes emitidos para remarcar que los entendemos”.
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