El Ayuntamiento de Barcelona, con Xavier Trias como jefe de gobierno, casi triplica el gasto en publicidad y propaganda respecto a la destinada en las pasadas elecciones municipales del año 2011 con el socialista Jordi Hereu como alcalde. Se pasa de gastar poco más de 5 millones de euros durante el mandato del PSC en el Ayuntamiento a los más de 13 millones que se invierten bajo el poder de CiU en los aprobados presupuestos de 2015, como detallan los documentos presupuestarios de la web de el Ayuntamiento de Barcelona. Además, la entidad local incrementa en más de 300.000 euros la partida en publicidad y propaganda respecto al pasado periodo de 2014 e incluye un gasto en procesos electorales valorado en 45.000 euros calificado como “trabajo realizado por otras empresas”.
Este aumento de gasto en publicidad institucional se evidencia, entre otros, con la creciente presencia de la marca 'Barcelona inspira' al acercarse el período electoral tanto en el espacio público (banderolas, carteles, paneles, puntos de información) como en los medios de comunicación escritos y audiovisuales que reciben subvenciones -o otros contratos- del Ayuntamiento y del partido que lo gobierna, CiU. Uno de los ejemplos más escandalosos es el grupo Godó, que continúa recibiendo por año más de 3 millones de euros en subvenciones directas por parte del gobierno de la Generalitat y está actuando como plataforma de campaña del alcalde Trias a través de la venta de espacio publicitario en sus medios de comunicación.
En los últimos meses el diario La Vanguardia, insignia comunicativa del grupo, ha incluido la marca 'Barcelona inspira' en sus páginas de forma semanal y progresivamente con una o dos publicidades diarias -sobre todo al acercarse el mes de abril, cuando comienza el periodo electoral. Otros medios impresos como El Periódico o El Punt Avui, aunque en menor proporción, también han sido generosos en la difusión de la marca Trias durante los meses previos a las elecciones municipales. Cabe recordar que el diario del grupo Godó encabezó la recepción de subvenciones de la Generalitat a los medios editados en Catalunya el pasado año 2014, con más de 835.000 euros; seguido de otras cuantiosas inyecciones por encima de los 500.000 euros en diarios como El Punt Avui, El Periódico y el Ara.
Es evidente que la dependencia económica de la prensa privada catalana con el partido de CiU, entre subvenciones millonarias y dotaciones para publicidad, influye en la información que publican los diarios sobre la gestión de la ciudad y los asuntos públicos. El caso del círculo de debates “El Mirador de Barcelona” organizados por La Vanguardia el lunes de cada semana desde el mes de febrero ejemplifica la injerencia de la publicidad sobre el contenido, en este caso respecto al modelo de ciudad. No es casual que en el primer coloquio sobre la 'marca Barcelona' participara el director de comunicación del Ayuntamiento, Marc Puig. Un redactor de La Vanguardia reconoce como los medios tradicionales han pasado de vender información y espacio publicitario a hacer patrocinio con sus contenidos. Pero esta docilidad informativa hacia las administraciones no se produciría si muchos de los medios, sobre todo los periódicos, no dependieran de las subvenciones y la publicidad institucional para sobrevivir en un momento en que su estructura económica es muy débil.
El periodista también explica que se está produciendo una “evidente confusión de publicidad institucional y de partido” que ayuda a relacionar la gestión de Trias, representada en la marca 'Barcelona inspira,' con toda actuación pública. David Caminata Díaz, profesor asociado del Departamento de Comunicación de la Universidad Pompeu Fabra, enmarca esta tendencia de hacer de la publicidad institucional un vehículo de propaganda de la gestión de un determinado partido como una manera de hacer “una campaña indirecta que comunica acciones de gobierno del Ayuntamiento pero sin la presencia del candidato”. Según Caminada, mientras décadas antes la campaña electoral se hacía en los días anteriores a las elecciones municipales ahora los partidos políticos pueden pasarse medio año de campaña “aprovechando la acción de gobierno como publicidad indirecta de la gestión del propio candidato”. Habrá que ver, como apunta el profesor, si la normativa electoral se replantea estos nuevos periodos de precampaña o publicidad que vulneran la legalidad.
La tarea es difícil teniendo en cuenta que Internet y las redes sociales juegan un papel fundamental en la comunicación y propaganda de la acción política. Ya no es necesario disponer de grandes presupuestos para movilizar al electorado. La coalición municipal Barcelona en Común, que según las encuestas podría aventajar a CiU en las elecciones de mayo de 2015, demuestra cómo con pocos recursos y una fuerte estrategia comunicativa de apuesta digital se puede disputar el poder político. “A nivel comunicativo estas nuevas fuerzas con poco presupuesto ponen el grito de alerta en los partidos clásicos, y en este caso en Trias”, añade Caminada. Sólo hay que ver el perfil de twitter del director de comunicación digital del alcalde Trias, Xavier Tomás, para comprobar el nivel de tensión y rivalidad del alcalde con la cabeza de lista de BComú, Ada Colau
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