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Las bases de Convergència votan crear un nuevo partido y mantienen a Homs como cabeza de lista el 26J

Artur Mas en la votación de este sábado

Oriol Solé Altimira

Las bases de Convergència estaban llamadas este sábado a las primeras primarias de la historia de la formación para escoger un cabeza de cartel electoral y a votar sobre si querían refundar o renovar el partido. No ha habido sorpresas: los militantes convergentes han seguido los consejos de su líder, Artur Mas; y del president de la Generalitat, Carles Puigdemont, y han optado por que Francesc Homs repita como cabeza de lista el 26J y por crear un nuevo partido en vez de renovar la actual Convergència.

El 67% de los militantes (5.426 personas) han votado para que Convergència impulse un nuevo partido, mientras que el 32,5% ha optado por la renovación de la actual formación. Con este resultado, el congreso de julio será el primero del nuevo partido impulsado por CDC en vez del número 17 de la formación que fundaron Jordi Pujol y otros destacados nacionalistas catalanes el 17 de noviembre de 1974 en el monasterio de Montserrat.

En cuanto a la cabeza de cartel para el 26J, el candidato preferido por la dirección, Francesc Homs, se ha impuesto con un 77,6% de los votos a su rival, la presidenta de la sectorial de Igualdad y Derechos Civiles del partido, Silvia Requena, que ha conseguido el 20,3% de los votos. “Tendremos mucho a decir en el congreso del nuevo partido”, ha dicho Requena, que se ha reivindicado como una “corriente de la transversalidad. Por su lado, Homs ha querido dejar de lado el debate de cara al congreso del partido y dijo que ”volcará esfuerzos“ en el 26J.

En conjunto, en la jornada han participado unas 14.000 personas. Convergència se ha visto obligada a una refundación por la pérdida de hegemonía en el flanco independentista en favor de ERC, un ciclo electoral descendiente –el 20D logró el peor resultado en unas generales en 36 años y según las encuestas irá a peor el 26J– y por los numerosos casos de corrupción en los que se ha visto envuelto el partido. La fortuna oculta en Andorra de Jordi Pujol ha sido la puntilla.

Mas saca pecho

Según ha declarado el líder de Convergència, Artur Mas, el partido resultante del congreso de julio será “una nueva formación política a partir de los mejores valores de Convergència”, por lo que se ha mostrado convencido de que “será un buen hijo o hija de Convergència”.

En una referencia, sin citarlas, a las consultas internas con poca participación que han celebrado BComú y PSC para refrendar el pacto en el Ayuntamiento de Barcelona, Mas ha destacado que más del 50% de la militancia ha participado en la consulta y ha asegurado que cuando se analicen los procesos participativos en Catalunya “habrá que tener en cuenta” la jornada convergente. “El listón está muy alto”, ha remachado

“Hoy no se decidía ningún liderazgo concreto”, ha querido dejar claro Mas sobre su papel en el nuevo partido. El estado de ánimo entre los dirigentes convergentes era de gran satisfacción. La portavoz de CDC, Marta Pascal, ha calificado la jornada de primarias como “histórica” y ha sentenciado: “Entre la vieja política y la nueva política, la gente elige la buena política”.

Cerrado el 'supersábado', tal y como habían apodado a la jornada de hoy los dirigentes convergentes, empezará ahora la última fase del proceso de refundación. Este domingo se reunirá el Consejo Nacional que debe convocar el congreso del 8 al 10 de julio. A finales del mismo mes se deberían elegir los nuevos liderazgos, por los que disputan tres sectores del partido.

Con todo, el grado de renovación de la nueva CDC está lejos de suponer un borrón y cuenta nueva. Y es que el propio Mas, cuando defiende crear un partido nuevo, suele apostillar que se haga “desde Convergència”. De hecho, dos de cada tres militantes y simpatizantes de CDC apuestan por mantener al menos la palabra “Convergència” como nombre tras la refundación del partido. Además, ningún dirigente convergente abomina de los 23 años de Pujol al frente de la Generalitat y piden separar “la obra de gobierno” de “la familia”.

El propio Mas ha cerrado la puerta a la disolución de Convergència por las obligaciones jurídicas que mantiene el partido. “CDC desde el punto de vista legal tiene una serie de derechos y obligaciones que se deben cumplir”, ha concluido

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