Arrimadas quiere ser el Mas de 'Junts pel No'
Repetir muchas veces una cosa es el primer paso para que parezca real. Esta es la apuesta de Ciudadanos e Inés Arrimadas, quien encara su campaña presentándose como la futura presidenta de todas aquellas fuerzas que no están a favor de la independencia, Catalunya Sí que es Pot incluida.
Para ello han construido un discurso premeditadamente en positivo cargado de crítica implícita al bloque soberanista y que erige su candidatura como real y única alternativa a la presidencia de Artur Mas. “Estamos preparados para liderar la alternativa política de Cataluña” ha dicho Arrimadas a la cincuentena de militantes que se han acercado en el Hotel Catalonia para asistir al acto de inicio de campaña.
La candidata de Ciudadanos ha aparecido en todo momento acompañada de Albert Rivera. Como ya ocurrió en las municipales con los candidatos locales, compartirán el protagonismo en los carteles de campaña. C 's aprovechará el gancho de Rivera para suplir el desconocimiento de Arrimadas por parte de los votantes, pero también para no perder comba en lo que, los partidos con aspiraciones estatales, quieren convertir en una cata de las elecciones al Congreso. Si Ciudadanos quedara por delante de Catalunya Sí que es Pot, saldría en una situación de fuerza ante Podemos a nivel estatal.
Los líderes estatales estarán muy presentes en la campaña, el miércoles fue el turno de Pablo Iglesias y hoy Rivera no ha perdido la ocasión: “estoy convencido de que la mayoría de españoles, si pudieran, estaría con nosotros”, durante su parlamento -que, a modo de curiosidad, se ha alargado más que el de Arrimadas -. Que el punto de mira de Ciudadanos va más allá de Cataluña es evidente y que las intervenciones de los dos candidatos hayan sido completamente en castellano lo constata.
Su discurso, sin embargo, no va dirigido a un público hispanohablante, sino a situarse en la centralidad del tablero político. “Nos vota gente que antes votaba CiU, PSC o PP” ha dicho Arrimadas, quien desde hace días da por hecho un pacto con PSC y PP. Sin embargo, hoy sus declaraciones también incluían en el pacto, de manera implícita, a Catalunya Sí que es Pot.
Vislumbrar esta posible alianza post-electoral -que según las últimas encuestas no lograría sumar una mayoría suficiente- supondrá un importante juego de equilibrismo por parte de la candidata de Ciudadanos. Necesita fuerza para consolidarse como la alternativa indiscutible al soberanismo -el CIS sólo les da un diputado de margen con CSQEP - y, por tanto, desgastar los competidores del bloque no independentista. Forjar un hipotético 'Junts pel No' pasa, pues, por debilitar estos partidos sin generar tensiones que puedan dificultar futuros pactos.
El otro espacio donde Ciudadanos aspira a recoger votos es del nicho de votantes que tradicionalmente vota en las elecciones españolas pero se abstiene en las catalanas. “Si participamos podemos ganar. Quien se quede en casa el 27-S vota a Artur Mas” dijo Rivera, quien después ha remarcado la necesidad de movilizar este votante para conseguir“ que Cataluña siga siendo España y que España vuelva a ser un gran país de la Unión Europea ” .
Pero, a pesar querer competir por la centralidad del tablero político, Ciudadanos no ha dejado del todo atrás los puntos de contacto con la extrema derecha. En el acto de este miércoles, entre la militancia se ha podido ver Juan Carlos Serrano Gil, coordinador de Plataforma por Cataluña en el Maresme hasta que Anglada dejó el partido y número 13 en las listas de Ciudadanos en Vilassar de Mar las últimas elecciones municipales. Los pecados del pasado persiguen los nuevos Ciudadanos.