Artur Mas se escuda en un sistema de adjudicación “impecable” ante el Parlament

El president de la Generalitat ha comparecido este viernes ante la Diputación Permanente del Parlament para responder sobre la investigación judicial en marcha sobre los supuestos cobros de comisiones por parte de Convergència a cambio de adjudicación de obra pública, “Petrum 3”. En la operación judicial de registro de la sede del partido y de la fundación CatDem producida este miércoles se produjeron diversas detenciones, entre ellas el tesorero de Convergència, Andreu Viloca, a quien el juez ha impuesto prisión sin fianza.

El president se ha escudado en un sistema de adjudiciación de obra pública “impecable” y “con estándares autoimpusados muy por encima de la ley”. Según ha sostenido, este sistema, implementado entre los años 2010 y 2012, hacen imposible que la administración pueda favorecer la adjudicación a determinadas empresas. El president ha asegurado que la administración de Catalunya es puesta por la Unión Europea como ejemplo de buen hacer en la adjudicación de obras, y ha asegurado que se encuentran en el primer puesto del ranking de transparencia entre las administraciones autonómicas.

Pese a eso, Mas sí ha reconocido que la fundación CatDem ha recibido aportaciones económicas de empresas, las cuales ha asegurado que son trasparentes y conocidas por el el Tribunal de Cuentas. También que Convergència ha facturado a su fundación por determinados servicios, captando parte de los recursos de estas donaciones de empresas. Sin embargo, Mas ha asegurado que estas aportaciones económicas también se hacen por parte de las empreas a otros partidos, y ha reclamado que “si no gusta la ley se cambie la ley, pero no se criminalice”.

Además de estas explicaciones sobre el sistema de adjudicación, Mas ha sostenido que la operación judicial es “sospechosa”, ya que es la segunda en un mes y medio y algunos medios estaban avisados. Estos hechos significan, según Mas, que hay un ánimo de “crear espectáculo para hacer daño a Convergència”. “Hay que recordar”, ha asegurado el president en funciones, “que estas investigaciones se llevan produciendo 10 años, y en este tiempo no se ha descubierto nada”.

La oposición en pleno le reclama “dar un paso atrás”

El president ha encontrado enfrente unos grupos que le han reclamado dar un paso atrás en sus aspiraciones a la reelección. En ello han coincidido los cuatro partidos que forman parte de la oposición después de que ERC acudiera a las elecciones en la lista de Mas. La que será portavoz del grupo de Convergència y ERC en la próxima legislatura, Marta Rovira, se ha limitado a reclamar que el president en funciones “haga limpieza” y asuma “todas las responsabilidades políticas”, sin retirarle en ningún momento su confianza como futuro lider del Ejecutivo.

Más dura ha sido Inés Arrimadas, quien no ha dudado en comparar a Mas con Rajoy por no haber nombrado a su tesorero durante su comparecencia. La líder de Ciutadans ha considerado que el líder de Convergència no es “la persona indicada” para encabezar el nuevo Govern y le ha preguntado por qué no se sorprendió cuando Maragall habló del 3%, hace ahora 10 años.

En el capítulo de las comparaciones, el portavoz de ICV-EUiA, Joan Herrera, ha trazado el paralelismo con Francisco Camps para reprochar a Mas haberse escusado es su victoria en las urnas, recordando que el expresident de la Generalitat Valenciana también hablaba de “absolución en las urnas”. Herrera ha asegurado que el paso del president por el Parlament ha sido “para hablar pero no para explicarse”.

Por su parte, Miquel Iceta, líder del PSC, le ha preguntado si se siente en condiciones para seguir liderando el Govern de la Generalitat, y le ha acusado de querer hacer un cortafuegos entre él y sus tesoreros al desvincularse de ellos. El del PSC le ha recordado que otros partidos también han sido objeto de investigaciones, por lo que no puede hablarse de “cacería”, tal como lo hizo Mas para referirse a la operación judicial.

En términos similares se ha expresado Santi Rodríguez, del PP, quien ha asegurado que “robar pasa factura, a todos”, en referencia a los casos de corrupción que su partido también afronta. Rodríguez ha respondido a las los argumentos de Mas que achacan el caso a maniobras del Estado esgrimiendo que la investigación parte de una denuncia interpuesta por una exregidora de ERC, y le ha preguntado por una reunión que Mas mantuvo con Pujol la misma mañana del registro de su sede, un extremo que el president ha reconocido.