El Gobierno acuerda con la Generalitat seguir negociando la mesa de partidos a pesar de la polémica sobre el relator
La vicepresidenta Carmen Calvo, el vicepresident, Pere Aragonès, y la consellera de Presidència, Elsa Artadi, han mantenido este miércoles una videoconferencia para tratar sobre la polémica generada en torno a la figura del mediador o “relator” que ambas partes barajan para una mesa de partidos. Tras una conversación de hora y media, que los consellers catalanes han mantenido desde el Parlament, ambas partes se han emplazado a seguir negociando sobre la mesa de partidos, según ha podido confirmar eldiario.es. En la Generalitat, donde afirman que la reunión “no ha ido mal”, insisten en que este foro debe contar con la presencia de partidos estatales y no solo los catalanes.
Pese a la voluntad de ambos Ejecutivos de seguir explorando vías de diálogo, persisten desacuerdos importantes: no se ha pactado quién estará en la mesa de partidos ni si el relator debe ser un nombre internacional, como proponen las fuerzas independentistas, o un catalán, como quiere la Moncloa.
La aceptación por parte del Gobierno de una mesa de partidos con una figura imparcial que sirva para dar cuenta de los temas tratados ha abierto la caja de los truenos. PP, Ciudadanos y Vox han acusado en bloque a Sánchez de hacer concesiones al independentismo y las tres formaciones han convocado una manifestación para este domingo para oponerse a lo que consideran una “traición a España”.
Este miércoles, Calvo ha tratado de rebajar la polémica explicando que el Ejecutivo solo va a mantener conversaciones con la Generalitat en el marco de la comisión bilateral, avalada por el Estatut. Calvo ha indicado que lo que se propone es una mesa de partidos para hablar políticamente del encaje catalán. Para el Gobierno esta mesa debe ser de partidos catalanes, pero JxCat y ERC presionan para que a la conversación se sume el PSOE.
Por su lado, los partidos independentistas mantienen diferencias en cuanto a la valoración que hace cada uno de la fórmula a la que la Moncloa comienza a dar su visto bueno. Mientras que JxCat y el PDeCAT consideran que el gesto va “en la buena dirección” y que, de concretarse, puede ser suficiente para apoyar el trámite de los presupuestos, ERC mantiene unas condiciones más duras. Los republicanos no solo exigen que la mediación sea internacional y que en la mesa de partidos se hable de autodeterminación, sino que mantienen la exigencia de un cambio de criterio en la abogacía del Estado y la Fiscalía.