La fundación que difunde que Colón y Cervantes eran catalanes recibe 7.000 euros anuales de ayuntamientos de ERC

Cristobal Colón, Miguel de Cervantes y Leonardo Da Vinci son solo algunos de los nombres de la larga lista de catalanes ilustres a los que una mano negra españolista habría querido borrar sus verdaderos orígenes. Estas y otras teorías defiende el Institut Nova Història (INH), una entidad creada en 2007 y conocida por sus tesis pseudohistóricas y su enfrentamiento con el resto de historiadores. Pese a esto, siempre ha existido la sospecha de que esta entidad recibía además de promoción desde el mundo nacionalista e independentista, financiación pública.

eldiario.es ha podido acreditar que la fundación Institut Nova Història recibe, al menos, una inyección de casi 7.000 euros anuales por parte de los ayuntamientos de Montblanc (Tarragona) y Arenys de Munt (Barcelona), ambos gobernados por ERC. La financiación se realiza a través de un convenio, en el primer caso, y mediante contrato en el segundo, ambos con el objetivo de sufragar jornadas y eventos en el respectivo municipio. Según informa el Institut de Nova Història en su página web, también realizan conferencias similares en el ayuntamiento de Calella (JxCat) y en el Centre Lleidatà de Barcelona, pero este diario no ha podido determinar la cuantía de las ayudas públicas que reciben de estas instituciones, si las hubiera.

El convenio firmado entre el ayuntamiento de Montblanc y el Institut Nova Història, que ha sido aportado por el propio consistorio a requerimiento de este diario, data del año 2015, cuando el INH celebró las primeras jornadas de la llamada Universitat Nova Història en la localidad. El acuerdo estipula que el Institut recibe 6.000 euros anuales en concepto de subvención para celebrar estos cursos de verano, además de facilitar las instalaciones necesarias, buscar patrocinadores privados para el evento y solicitar la colaboración del sector hotelero para ayudar en las labores logísticas.

El ayuntamiento de Montblanc ha mantenido esta colaboración con el Institut Nova Història desde 2015 y durante cinco jornadas anuales, lo que suma una inyección económica de 30.000 euros, sin contar la cesión de espacios o los patrocinios privados obtenidos a través del ayuntamiento. Tal y como figura en el convenio de colaboración, el consistorio reclama a la entidad que justifique mediante facturas los gastos en las jornadas celebradas en la localidad, algo que el INH ha hecho cada año, según fuentes del propio ayuntamiento.

Respecto al ayuntamiento de Arenys de Munt, la actividad que este consistorio ha financiado es un llamado “Simposio del descubrimiento catalán de América”, que a partir del año 2017 se convirtió en el “simposio sobre la història censurada de Catalunya”. En el caso de este municipio barcelonés, la financiación de las jornadas se hace mediante contratos menores a la fundación, que se suscriben año tras año y que van cambiando su cuantía.

Según los datos confirmados por el ayuntamiento, la Fundació Nova Història recibió del consistorio 4.247 euros en los últimos cinco años, con unas cantidades anuales que oscilan entre los 800 euros y los 1.000, y que se embolsan siempre como pago por las jornadas realizadas el año anterior. Según explica un portavoz del Ayuntamiento, el método de contratación es anual y se realiza mediante un presupuesto que envía la fundación y que es aprobado por el Consistorio. La deuda que se contrae por la realización de las jornadas no se salda hasta el siguiente ejercicio.

En el pasado fueron algunos más pero, en la actualidad, los eventos que el INH continúa celebrando son principalmente cuatro: la llamada “universitat” de Montblanc (Tarragona), las jornadas en Arenys de Munt (Barcelona), un ciclo anual en Calella (Barcelona) y algunas otras conferencias en el Centre Comarcal Lleidatà, también en la capital catalana.

Antes de que el INH recayera por primera vez en la localidad tarragonesa, en 2015, unas jornadas similares se celebraron en 2013 en el municipio gerundense de Crespià. En el cartel que anunciaba aquel evento aparecían los logos, además de entidades privadas, de la Diputación de Girona, del Consell Comarcal de la Pla d'Estany y de los Ayuntamientos de Arenys de Mar, Arenys de Munt y de la localidad donde se celebraba el evento. La diputación de Girona, al igual que la de Tarragona y Barcelona, confirman que no han subvencionado de ninguna forma las actividades de INH.

Este diario ha tratado de ponerse en contacto tanto con el Institut Nova Història como con su máximo representante, Jordi Bilbeny, para conocer las vías de financiación de la fundación, sin obtener respuesta. El pasado martes sin embargo el diario elmon.cat recogía las declaraciones del escritor, en las que aseguraba que su entidad tiene actualmente un gasto de 1.500 euros al mes y que esa cantidad proviene de las aportaciones de sus afiliados, que estable en 200 personas. Si las cifras ofrecidas por Bilbeny son ciertas y la fundación tiene un presupuesto anual de 18.000 euros, según la documentación a la que ha tenido acceso eldiario.es, los fondos públicos representarían al menos un tercio del total.

Una pseudohistoria para glorificar el pasado catalán

La polémica en torno a las teorías pseudohistóricas de esta entidad no es nueva. En marzo de este año, cuatro historiadores catalanes, algunos de ellos abiertamente independentistas como Agustí Alcoberro, ex vicepresidente de la ANC, lanzaron duras acusaciones contra el Institut Nova Història. En concreto, los historiadores cargaban contra sus métodos, su falta de rigor en las investigaciones y su rechazo a utilizar las fuentes historiográficas consolidadas. “El INH es como una religión. Más que lectores, tiene seguidores”, aseguraba Alcoberro en la revista Sàpiens, que dedicó un reportaje a esta cuestión.

Nacidos como una escisión de la Fundació d'Estudis Històrics de Catalunya, el Institut Nova Història se funda en 2007 de la mano de Jordi Bilbeny y Albert Codinas, que en seguida reciben el reconocimiento y promoción de sectores independentistas. La fundación, que es el formato con el que se constituye la entidad, en la actualidad lleva más de una década elaborando y difundiendo unas teorías históricas no avaladas por ningún académico, que además de conferir origen catalán a todo un plantel de nombres propios de la historia, tienden a situar a Catalunya en un papel protagonista del devenir de la historia mundial.

No importa si se habla de la conquista de América, de la Giocconda, de la bandera de Estados Unidos, de William Shakespeare, del descubrimiento de la pólvora, de Marco Polo, de Erasmo de Róterdam o del Quijote de Cervantes... en casi cualquier capítulo histórico de relevancia puede hallarse la participación central de Catalunya, los catalanes o la lengua catalana, según los adeptos al Institut Nova Història. Los autodenominados “investigadores” de esta entidad justifican además la desaparición de todo rastro de catalanidad en los libros de historia debido al dominio castellano, que se habría dedicado a borrar el glorioso pasado de la nación catalana de absolutamente cualquier registro documental.

Durante más de una década, el INH ha difundido estas tesis con el apoyo de ciertos círculos del nacionalismo catalán, el patrocinio de algunas administraciones y el silencio de buena parte de los historiadores, que optaban por no darles protagonismo. Pero esta estrategia de los expertos ha comenzado a cambiar recientemente. Una decena de historiadores prepara ahora un libro para derribar buena parte de los mitos propagados por la fundación Nova História, bajo el título Pseudohistòria contra Catalunya.

Uno de los impulsores de esta obra, cuyo borrador está listo pero que aún no tiene fecha de publicación, es el valenciano Vicent Baydal, profesor de Historia del Derecho en la Universitat Jaume I de Castellón. Baydal explica que el libro que ha coordinado él mismo junto a Cristian Palomo, de la Universitat Autònoma de Barcelona, pretende tanto desmontar los mitos de los pseudohistoriadores del que llama “españolismo historiográfico”, como las difundidas por los adeptos de la fundación de Jordi Bilbeny. “En el caso del Institut de Nova Història ni siquiera son historiadores que están manipulando, son gente que no tiene ni idea, ni conoce el método historiográfico, ni sabe buscar ni leer los documentos. Son el equivalente de Iker Jiménez para la ciencia”, asegura el profesor.

Por esta razón, Baydal separa entre lo que sería una discusión entre historiadores con diferentes enfoques y la crítica que puede hacerse a los postulados de Bilbeny y los suyos. “Es todo falso, se inventan el relato que mejor encaja en sus posturas ideológicas”, asegura, explicando que llevan a cabo esta tarea mediante el 'cherry picking', es decir, seleccionar lo que conviene y ocultar lo que no. “Parten de la premisa de que todas las fuentes historiográficas están censuradas y manipuladas, algo que no tiene sentido. Simplemente no es posible hacer eso y, si lo fuera, siempre deja rastro en el resto de fuentes que se complementan”, explica Baydal.

Mientras algunos académicos consideran que discutir las teorías del INH es contraproducente, pues se les magnifica, el grupo de historiadores que se reúne bajo el libro Pseudohistòria contra Catalunya considera que las ideas de Bilbeny se han extendido tanto que hace falta dar una respuesta desde las facultades de historia.

Financiación bajo la lupa

Ninguna de las elucubraciones plasmadas en decenas de libros de los acólitos de la Nova Història han encontrado apoyo en la academia ni entre los historiadores catalanes o foráneos con reconocimiento en sus campos. De hecho, en varios momentos a lo largo de la andadura del grupo INH han surgido polémicas entre los defensores de la historiografía y los partidarios de las teorías difundidas por la fundación.

Pero en los últimos días la polémica sobre el rigor histórico del Institut ha dado paso a las dudas sobre su financiación, a raíz de una pregunta parlamentaria formulada por el PSC al Govern. “Lo que queda por aclarar es si reciben directamente ayudas o subvenciones de la Generalitat. Lo he preguntado para que el Govern lo detalle”, explica el diputado del PSC Ferran Pedret, autor de la pregunta que ha levantado polvareda.

Los socialistas reclaman saber no solo si desde la Generalitat se ha subvencionado de alguna forma la entidad, sino también conocer la relación entre el grupo de pseudohistoriadores y diversos programas de la radio y televisión públicas catalanas, en los que habrían participado dando pábulo a sus relatos. Desde el grupo socialista señalan que TV3 emitió en 2016 el documental Desmuntant Leonardo, una producción basada en los estudios de Bilbeny y realizada por Pilar Montoliu, también perteneciente al patronato de INH. En ocasiones anteriores, las cadenas públicas habían proyectado otras obras de Montoliu, basadas siempre en las mismas teorías.

Este diario ha podido comprobar que en ninguno de los presupuestos públicos de la Generalitat recientes aparecen transferencias directas hacia esta entidad ni hacia actividades directamente relacionadas con la misma. Según esta documentación pública, la única vez que la Generalitat concedió una subvención directa a la citada fundación fue en 2010, por valor de 3.200 euros con motivo de haber ganado un concurso de concurrencia pública. Sin embargo, tal y como se ha revelado, sí se han inyectado recursos a través de otras administraciones, como los Ayuntamientos citados, en fechas mucho más cercanas.

ERC abjura de la fundación; en Montblanc la defienden

El reconocimiento que parte del independentismo ha hecho hacia esta organización y sus teorías parece haber llegado a un punto de inflexión. Después de que el PSC planteara esta pregunta parlamentaria, el viernes pasado, varios dirigentes y líderes de opinión cercanos a ERC lanzaron mensajes contrarios a la fundación Nova Història.

“Ninguna pseudociencia ni ninguna pseudohistoria debería ser financiada con dinero público. Ni el tierraplanismo ni el antivacunismo ni el Institut Nova Història. Ya vale de dar excusas a quienes nos quieren pequeños, ridículos, enfadados y perdiendo”, resumió el diputado Gabriel Rufián.

Desde Esquerra subrayan que no hay relación entre el partido y la entidad, y que cualquier convenio o contrato desde los ayuntamientos se suscribe en base a la autonomía local de cada consistorio. ERC, indican fuentes oficiales de la formación, “es partidaria de un debate historiográfico en libertad y a partir de criterios científicos, y al mismo tiempo que el debate en los medios públicos debe hacerse con rigor y explicando, si existen, las diferentes posiciones sobre los temas de debate”.

La formación se desmarca así de una fundación que, tal como demuestran sus vías de financiación, continúa siendo bien vista por algunas corrientes del partido. De hecho, fue la agrupación del barrio de Sants de ERC la que, en el año 2013, entregó a la fundación el Premio President Lluís Companys, de la mano de la entonces portavoz de la formación, Anna Simó. La dirección de Esquerra apunta que este premio lo otorga, de forma autónoma, la citada agrupación de Sants.

A ese premio se agarra Josep Andreu para defender el convenio suscrito por su ayuntamiento. Andreu es alcalde de Montblanc por una candidatura bajo el paraguas de ERC, aunque en los últimos tiempos él se ha distanciado de su partido de toda la vida para acercarse a Carles Puigdemont, hasta el punto de formar parte de la Ejecutiva de la Crida Nacional. El alcalde, arqueólogo de formación, reconoce sin complejos que considera “necesaria” la tarea que lleva a cabo el Institut Nova Història y por la que su administración paga 6.000 euros cada año.

“Yo soy un librepensador. Que se cojan los libros que publican en Nova Història y los critiquen después de leerlos. Yo tampoco estoy de acuerdo con algunas cosas de las que dicen los de Nova Història, pero con otras estoy absolutamente de acuerdo”, explica Andreu en conversación telefónica. Según indica, no tiene intención de revocar las ayudas que concede a la entidad, que según indica son transparentes y están perfectamente justificadas. “Aquí no encontrarán otra financiación que esta”, asegura respecto al convenio firmado en 2015, “y que yo sepa a todas las universidades de verano se les da financiación”.

Vínculos entre INH y la extrema derecha catalana

En esta pasada edición, celebrada entre el 1 y el 5 de agosto, la Universitat Nova Història saltó a los medios por algo más que propagar la catalanidad de algún prohombre de la historia. El sábado 3 de agosto en las ponencias celebradas en Montblanc apareció Jordi Fornás, político proveniente de la desaparecida Solidaritat Catalana (SI) y que en su momento fue alcalde de la localidad de Gallifà por aquel partido. Fornàs no acudió a presentar ninguna teoría histórica, sino a anunciar el nacimiento de la autodenominada Organització per l'Alliberament de Catalunya (OAC).

El Ateneu l'Empelt de la localidad lanzó un duro comunicado un día después de aquello, denunciando la conexión entre la organización presentada en las jornadas y el (nuevo) Front Nacional de Catalunya, un partido independentista de extrema derecha que entró en las pasadas elecciones por primera vez en el Ayuntamiento de Ripoll con una representante. Según explicó el Ateneu l'Empelt en un comunicado, la concejal de extrema derecha Sílvia Orriols es una de las fundadoras de la Organització per l'Alliberament de Catalunya, además de figurar como secretaria de la misma.

Desde la entidad asociativa de Montblanc reclamaron al alcalde que dejase de financiar las jornadas, sobre todo después de haberse utilizado para presentar la organización vinculada a la extrema derecha. Pero Andreu rechaza esas acusaciones e incluso pone en duda que Orriols sea xenófoba, pese sus declaraciones públicas en contra de la inmigración en Catalunya.

“Para empezar, Orriols no puso un pie en Montblanc”, aclara el alcalde. “Que yo sepa” -continúa- “Silvia Orriols se ha presentado por un partido que se llama nuevo Front Nacional de Catalunya, y más antifranquista de lo que fue el Front Nacional no hubo ningún partido”. “Eso de que es racista lo diréis vosotros”, continúa Andreu, que al poco subraya que Orriols “solo dijo que Catalunya no podía asumir la inmigración de toda África” y que “aquí no se podía acoger a todo el mundo”. El alcalde de Montblanc acaba la conversación con este diario mostrándose comprensivo con estas ideas.