Cuixart acude por primera vez a su empresa para trabajar tras más de dos años en prisión

El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha salido en la mañana de este jueves de la prisión de Lledoners (Barcelona) para ir a trabajar a la empresa de envasados que dirige. Es la primera vez que acude físicamente a su trabajo desde que fuera encarcelado por orden de la Audiencia Nacional el 16 de octubre de 2016.

Cuixart ha llegado a su empresa ubicada en Sentmenat (Barcelona) y ha sido recibido por los trabajadores con aplausos y abrazos. “Os dije que volvería y he vuelto. Os doy las gracias por el trabajo que habéis hecho”, ha dicho Cuixart a los empleados. También les ha trasladado que les quiere mucho y que está contento de poder pasar el día con ellos. “El compromiso empresarial también es compromiso social”, ha afirmado, para añadir: “A seguir luchando para tirar adelante la empresa y trabajar por la libertad y la amnistía”.

Cuixart ha podido ir a trabajar después de que la prisión de Lledoners decidiera aplicarle el 100.2, un artículo del reglamento que tiene como objetivo flexibilizar el segundo grado penitenciario con salidas de la cárcel para trabajar y realizar labores de voluntariado. De esta forma se busca preparar a los internos para una excarcelación futura pese a no cumplir con todos los requisitos legales para ser clasificados en semilibertad. El exlíder de la ANC Jordi Sànchez y la expresidenta del Parlament Carme Forcadell también podrán salir entre semana de prisión en virtud de este artículo, que siete de los nueve presos por sedición ya han solicitado.

En el caso de Cuixart, la Junta de Tratamiento de la prisión le autorizó a permanecer fuera de Lledoners 9,5 horas de lunes a viernes para ir a trabajar y realizar labores de voluntariado. La aplicación del 100.2 es automática, si bien posteriormente será revisada por la jueza de vigilancia penitenciaria de Barcelona, que puede decidir si la confirma o la revoca previo informe de la Fiscalía.

Los presos del procés fueron clasificados en segundo grado el pasado mes de enero, el ordinario que se aplica a la mayoría de reclusos. Con todo, este régimen penitenciario permite, mediante el artículo 100.2, flexibilizar el régimen penitenciario hasta condiciones similares a las de la tercer grado, es decir, salir de la cárcel a diario para trabajar, hacer voluntariado o seguir tratamientos de reinserción fuera de la prisión, y reingresar en el centro penitenciario para dormir y los fines de semana.