La jueza ordena que Oriol Pujol vuelva a prisión tras revocar el tercer grado que le dio la Generalitat
La jueza ha revocado el tercer grado que la Generalitat concedió a Oriol Pujol Ferrusola, condenado en firme a dos años y medio de cárcel en el caso ITV, y ha ordenado que vuelva a ingresar en prisión. El hijo del expresident puede recurrir la decisión ante la Audiencia de Barcelona, si bien la jueza indica que la anulación del tercer grado “es ejecutable”. Fuentes fiscales han indicado que el reingreso en la cárcel de Pujol se producirá “de forma inmediata”.
En un auto, la jueza de vigilancia penitenciaria estima el recurso de la Fiscalía contra el beneficio penitenciario que la Generalitat otorgó a Pujol. La magistrada destaca que el hijo del expresident, condenado por tráfico de influencias, cohecho y falsedad documental, todavía presenta “déficits relevantes que deben ser trabajados” y que la llevan a revocar el tercer grado.
A criterio de la magistrada, el hijo del expresident todavía no está concienciado sobre los “elementos de riesgo” asociados a su conducta delictiva ni sobre los “límites en las relaciones interpersonales” que sobrepasó para llevar a cabo los delitos por los que fue condenado. “Existe una desproporción entre la entidad de los hechos enjuiciados y la clasificación en tercer grado”, concluye la jueza, que destaca la “especial naturaleza” del caso de Pujol al tratarse de un caso de corrupción política que causó “un gran descrédito” a las instituciones catalanes.
La magistrada deja tocados a los servicios penitenciarios de la Generalitat. Sostiene que la administración autonómica concedió de forma “prematura” el tercer grado a Pujol, cuando solo había pasado dos meses en prisión, lo que impide obtener “un adecuado conocimiento” de sus circunstancias. En este sentido, la jueza destaca que no se conocen los resultados del programa de moral y valores que Pujol siguió tan solo durante un mes para reinsertarse.
“No consta –subraya la magistrada– la valoración, consolidación y seguimiento del programa ni si ha tenido algún efecto reeducador en relación en su conducta delictiva centrada, según los informes penitenciarios, en la codicia y la posible repercusión en su estatus social y sus relaciones de poder”. En línea con la Fiscalía, la jueza considera necesario que Pujol pase más tiempo en prisión para que quede acreditada “una evolución suficientemente favorable que permita inferir una capacidad para llevar una vida alejada del delito” antes de concederle el tercer grado.
La Generalitat concedió el tercer grado penitenciario a Oriol Pujol tras 65 días en prisión, y a partir del 28 de marzo el hijo del expresident solo iba a dormir a prisión entre semana. Los servicios penitenciarios catalanes se mostraron a favor de la medida tras analizar el riesgo de reincidencia o de quebrantamiento de condena de Pujol, sus características personales y sociales, así como su apoyo familiar. Cabe recordar que, junto al resto de la familia, Oriol Pujol tiene pendiente una causa en la Audiencia Nacional por el origen de la fortuna oculta en Andorra.
La Fiscalía se opuso al tercer grado y, en un duro escrito, criticó a la Generalitat por “transmitir una sensación de impunidad” y de “vaciado de la pena” de dos años y medio de cárcel a la que fue condenado Pujol. Argumentó el fiscal que el “trato privilegiado” que la Generalitat brindó a Pujol provocaba su vuelta a un “entorno social privilegiado” que fue precisamente donde cometió los delitos a los que fue condenado.
“Difícilmente se concedería el tercer grado a un condenado por robo, delito propio de ambientes sociales desfavorecidos, que estuviese siendo investigado junto al resto de su familia por la comisión de otros delitos de robo”, abundó la Fiscalía para señalar el privilegio que supuso el tercer grado.
Oriol Pujol ingresó el pasado 17 de enero de forma voluntaria en prisión para cumplir condena por el caso de las ITV. Pujol Ferrusola reconoció haber cobrado comisiones ilegales a cambio de favorecer a los empresarios investigados en varias operaciones mercantiles, entre ellas la adjudicación de los nuevos lotes de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en Catalunya. A cambio, la esposa de Pujol, Anna Vidal, facturó 381.450,4 euros.