Abucheos y aplausos a Ribó en una procesión cívica histórica
Silbidos, pero sin incidentes. La procesión cívica del 9 de Octubre ha transcurrido sin la crispación esperada. Aunque la no entrada de la senyera a la catedral junto con que el nuevo alcalde de Compromís, Joan Ribó, llevara la bandera avecinaba que se desencadenara algún percance. Una no realización oficial del Te Deum que ha roto con el toque religioso que le había dado la exalcaldesa Rita Barberá al conseguir la vara de mando del consistorio.
La marcha hasta la ofrenda de flores al Parterre de Valencia no ha gozado de la tensión esperada. Solo los primeros metros con gritos de “catalanista” al primer edil –al paso por donde se situaban el Grup d’Acció Valencianista (GAV)- han registrado un clima más crispado. Como también ha sucedido al paso por las primerias de la calle Sant Vicent Martir donde un grupo con el brazo en alto y de identificación ultraderechista ha gritado “somos valencianos, nunca catalanes”, generando un clima más violentado. Pero nada más.
Ribó ha llevado la real senyera acompañado de la Banda de la Ciudad que interpretaba la Marcha de la Ciudad. Y su procesión no ha estado exenta, eso sí, de abucheos, silbidos y chillidos de “catalanista” desde que recogiera del balcón del Ayuntamiento la insignia de todos los valencianos al ritmo que sonaba primero el himno de la Comunidad Valenciana y después el de España.
Concentrados delante del consistorio, había mucha gente desde muy temprano del partido regionalista Som Valencians y de Ciudadanos. Más lejos de la institución había, a su vez, una muy numerosa representación de militantes, dirigentes destacados y simpatizantes de Compromís. Cerca de ellos, estaban los extrabajadores de RTVV que han reclamado “soluciones”.
Sin embargo, también ha habido -y no pocos- aplausos y expresiones de complicidad con el primer edil de Compromís. Gritos de “alcalde, alcalde” también se han escuchado durante el recorrido que han realizado junto a Ribó todas las máximas autoridades tanto a nivel municipal como autonómico.
A la llegada al Parterre, se ha interpretado, de nuevo, el himno de la Comunidad Valenciana. Minutos antes se había hecho la tradicional ofrenda de laurel ante la estatua de la figura del rey Jaume I. La entidad secesionista Lo Rat Penat, el Ayuntamiento y el Ateneo han sido quienes han puesto las tres coronas de flores que embellecían la esfinge del antiguo rey de los valencianos.
“Estoy muy orgulloso y satisfecho de llevar la real senyera”, ha dicho enorgullecido Ribó, para acto seguido restar importancia a los silbidos y al vocerío propinado por grupos contrarios a Compromís: “Toda la gente tiene el derecho a opinar y expresar lo que quiera. Aunque me gustaría resaltar que no se debe confundir donde se nace y qué se piensa”, ha comentado en referencia a que su pueblo de cuna es Manresa. No obstante, también ha aprovechado para pedir una “Valencia con una financiación justa y unas inversiones acordes”.
Un tono reivindicativo empleado, también, por el presidente de la Generalitat Valeciana, Ximo Puig. “No pedimos más dinero, solo recibir lo que nos corresponde y es justo”. “Es un día para reivindicar no solo el orgullo de ser valenciano y el autogobierno, sino también una financiación justa para la Comunidad Valenciana”, le ha secundado la vicepresidenta, Mónica Oltra. Los dos han insistido en que la jornada no ha sido más crispada ni se han registrado más abucheos que en otras ocasiones. Día histórico porque rompe con las formas de Barberá, una vez más. Pero, con abucheos y silbidos a quién ostenta la alcaldía de Valencia.