Compromís exige “poner en cuarentena” la ampliación del aeropuerto de València tras “vulnerabilidad” evidenciada con la DANA
El senador de Compromís, Enric Morera, ha registrado una iniciativa parlamentaria instando al gobierno a reconsiderar la ampliación prevista del aeropuerto de Manises-València, cuyo inicio está proyectado para 2027. Compromís defiende que este proyecto debe ser “puesto en cuarentena”, dado el contexto de vulnerabilidad evidenciado por las recientes inundaciones causadas por la DANA en el territorio valenciano.
Morera ha subrayado que cualquier proyecto de ampliación debe estar condicionado al cumplimiento de estrictos criterios de sostenibilidad, seguridad y resiliencia climática. “La DANA nos ha dejado una lección clara: no se puede avanzar en infraestructuras que ignoren los riesgos derivados del cambio climático. Antes de comprometer recursos a esta ampliación, es imprescindible evaluar su impacto en el entorno y garantizar que no se agravarán los riesgos para los municipios cercanos”, afirma el senador.
Compromís recuerda que en el pasado mes de julio ya presentó alegaciones al Plan de Acción del Mapa Estratégico de Ruido del aeropuerto, un documento preceptivo para cualquier ampliación futura, en donde la coalición destacó la necesidad de implementar un sistema inmediato de monitorización de ruido y restringir los vuelos nocturnos, así como realizar estudios epidemiológicos y mediciones in situ en las zonas afectadas por el ruido i ampliar las medidas de insonorización, ofreciendo compensaciones adecuadas a los afectados.
“El objetivo de las alegaciones es garantizar que la ampliación no se realice sin un análisis riguroso del impacto en la calidad de vida de los vecinos. Las recientes inundaciones refuerzan la necesidad de extremar las precauciones y replantear las prioridades”, señaló Morera.
Compromís también ha instado a la Generalitat Valenciana a involucrarse activamente en la revisión del proyecto y a garantizar que las prioridades sean la recuperación de servicios básicos como sanidad, educación y servicios sociales, en lugar de impulsar obras que podrían generar mayores desigualdades territoriales o riesgos climáticos.
“El futuro del aeropuerto y de nuestra región depende de decisiones responsables que prioricen a las personas y al medio ambiente. Este proyecto no puede ser un cheque en blanco a costa de nuestra seguridad y bienestar”, concluyó Morera.
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