Denuncian el reparto de lencería sucia, húmeda y arrugada en el Hospital de Vinaròs
La Sección sindical de CCOO en el Hospital de Vinaròs ha denunciado que se el servicio de lavandería reparte prendas sucias, húmedas, arrugadas, en cantidad insuficiente y de mala calidad “que no cumplen con las condiciones mínimas exigibles para un servicio sanitario”.
Ante esta situación, el sindicato exige que se recupere la gestión pública del servicio para garantizar su calidad sin depender de terceros, es decir, “de la empresa adjudicataria que, además, no cumple con las condiciones establecidas por contrato”.
Así, denuncian que cada vez la ropa, sábanas, batas, pijamas, etc., “escasean más en este centro hospitalario, y no sólo eso, sino que los que hay, llegan tarde al destino, sucios, húmedos y arrugados”, al tiempo que añaden que la plantilla no puede trabajar en estas condiciones.
Desde esta Comisiones Obreras se defiende que no se puede permitir que elementos tan imprescindibles para una adecuada atención sanitaria, y directamente relacionados con la higiene, “estén en detrimento y se desprecien tanto por parte de la adjudicataria como por parte de la dirección del hospital”.
En este sentido, a pesar de que desde CCOO se le ha solicitado a la dirección que ponga freno a la situación, ésta “se muestra pasiva y es incapaz de hacer que la concesionaria cumpla las bases de la adjudicación, tampoco le aplica las cláusulas de reducción de pagos i/o penalizaciones por el incumplimiento del contrato”.
Una vez más, añadem desde el sindicato, la dirección muestra su “falta de neutralidad, porque cuando se trata de dar una cobertura de calidad al sistema sanitario público, se aplican recortes a trabajadores y usuarios, sin embargo cuando se trata de aplicar las cláusulas de reducción a una empresa que incumple, no ven la opción y ponen trabas”. Para trabajadores y usuarios “no hay dinero, pero para la empresa adjudicataria, sobra. Así demuestran la falsedad del 'no hay dinero', pues en realidad no hay dinero para lo que no se quiere”.
A juicio de Comisiones Obreras, privatizar “siempre sale caro. Así lo demuestran la experiencia (telefonía y electricidad exponencialmente más caros que cuando eran públicos) y multitud de estudios, como el reciente de la Sindicatura de Comptes en el que se afirma que la privatización de las resonancias magnéticas le ha costado a la sanidad pública un 137% más por la vía de la gestión privada que si ésta hubiera sido pública. Se han dilapidado así 186 millones de euros”.